?Qui¨¦n manda en M¨¦xico?
El nuevo gobierno est¨¢ en su derecho de suprimir una obra ambiciosa y onerosa ante recursos p¨²blicos incapaces de cubrir otros renglones urgentes en obra p¨²blica y asistencia social
Tengo un mandato y no soy florero, no estoy de adorno, dijo en un video distribuido este martes Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el presidente electo que tomar¨¢ posesi¨®n el 1 de diciembre. El prop¨®sito del video era tranquilizar a los mercados financieros tras su pol¨¦mica decisi¨®n de cancelar la construcci¨®n del nuevo y ambicioso aeropuerto de la Ciudad de M¨¦xico, NAIM. Un proyecto que se ha convertido en un pulso de fuerzas entre la iniciativa privada apoyada por los medios de comunicaci¨®n y el nuevo gobierno que lo tacha de fara¨®nico, dispendioso y corrupto.
Para su desgracia el NAIM termin¨® convertido a ojos del presidente de izquierda en s¨ªmbolo del M¨¦xico elitista (las mayor¨ªas no viajan en avi¨®n) y de los abusos de una c¨²pula empresarial beneficiada con su construcci¨®n. Si bien es cierto que el aeropuerto actual de la capital del pa¨ªs est¨¢ saturado, el equipo de L¨®pez Obrador argumenta que es innecesaria una soluci¨®n tan onerosa para las finanzas p¨²blicas. El NAIM, un proyecto arquitect¨®nico del prestigiado Norman Foster, supone un gasto superior a los 13 mil millones de d¨®lares, aunque se asume que ser¨ªa m¨¢s caro por demoras y obras colaterales. El nuevo gobierno argumenta que con la tercera parte de ese presupuesto puede mejorarse el actual y habilitar para uso civil el aeropuerto militar de Santa Luc¨ªa, resolviendo as¨ª la necesidad de la Ciudad de M¨¦xico.
El problema es que la iniciativa privada tambi¨¦n ha convertido al NAIM en un s¨ªmbolo. La negativa de L¨®pez Obrador es visualizada como una muestra de demagogia al considerar que falsea los datos, de ignorancia financiera al subestimar el costo de la suspensi¨®n de una obra que ronda un 30 por ciento de avance y de ceguera al recurrir a parches en lugar de una soluci¨®n moderna y prestigiosa de cara al mundo. Peor a¨²n, el rechazo de L¨®pez Obrador es asumido como un primer y decisivo acto de desaf¨ªo que anuncia un posible divorcio entre gobierno y sector privado con consecuencias impredecibles (Venezuela la m¨¢s peligrosa).
El video difundido por el presidente electo busca paliar esa impresi¨®n. ¡°Ser¨¦nense¡±, Los mercados financieros son maduros y entender¨¢n nuestras razones, los contratistas ser¨¢n invitados a participar en las obras de Santa Luc¨ªa, vamos a entendernos y nadie saldr¨¢ perjudicado. Asegur¨® que el deslizamiento del peso ante el anuncio de la cancelaci¨®n era pasajero.
En el fondo el encontronazo entre las dos fuerzas va m¨¢s all¨¢ de las implicaciones de una obra de 13 mil millones de d¨®lares. Para L¨®pez Obrador la disputa remite a la decisiva cuesti¨®n de saber qui¨¦n manda en el pa¨ªs. Y por si hubiera alguna duda, en el video se hace acompa?ar por tres s¨ªmbolos: los bustos de los h¨¦roes hist¨®ricos del nacionalismo, la bandera mexicana y un libro con la portada a la vista cuyo t¨ªtulo lo dice todo, Qui¨¦n manda aqu¨ª? (la crisis global de la democracia representativa), editado por Felipe Gonz¨¢lez, Gerson Damiani y Jos¨¦ Fern¨¢ndez (Debate, 2017).
Es demasiado pronto para evaluar este manotazo del presidente electo sobre la mesa. Para algunos barones del dinero representa el fin de la luna de miel y del beneficio de la duda. Las consecuencias pueden derivar en una estrategia de inversi¨®n m¨¢s conservadora o de plano en fuga de capitales. Para otros, menos catastrofistas, la decisi¨®n de AMLO supone una factura pol¨ªtica a su favor que tarde o temprano tendr¨¢ que ser compensada. En medio de estos polos se encuentra el resto de la iniciativa privada, contrariada y confundida. Los mercados internacionales simplemente amonestaron con un pellizco de alerta.
El nuevo gobierno est¨¢ en su derecho de suprimir una obra ambiciosa y onerosa ante recursos p¨²blicos incapaces de cubrir otros renglones urgentes en obra p¨²blica y asistencia social. Una decisi¨®n costosa por el avance de la obra, pero en ¨²ltima instancia argumentable por el uso alternativo que se le pueda dar a esos recursos p¨²blicos.
M¨¢s preocupante es la forma y el fondo. El uso de una consulta p¨²blica improvisada para oponer la voluntad del pueblo al inter¨¦s de las ¨¦lites sienta un precedente peligroso para las siguientes controversias. Apelar al supuesto sentir de la calle es un procedimiento utilizado por reg¨ªmenes de muy dudosa reputaci¨®n cuando se hace irresponsablemente (claramente descrito en el libro que AMLO est¨¢ leyendo).
L¨®pez Obrador escogi¨® el NAIM para dejar en claro de una vez por todas qui¨¦n manda en M¨¦xico. Una jugada arriesgada pero exitosa para su causa si puede contener las repercusiones negativas. No es deseable que el temor a los marcados financieros gobiernen a un pa¨ªs, pero es suicida cargar contra ellos. Lo pregunta de fondo es si L¨®pez Obrador tiene la sensibilidad y capacidad pol¨ªtica para bregar en ese delicado terreno o est¨¢ dando palos de ciegos. Lo sabremos pronto.
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