La ofensiva antinmigraci¨®n de Trump se desinfla tras las elecciones
Un juez bloquea el veto a las solicitudes de asilo de inmigrantes irregulares y el Ej¨¦rcito prepara su repliegue de la frontera
La ofensiva antinmigraci¨®n de Donald Trump, clave en su victoria en 2016 y utilizada para movilizar a sus bases en las pasadas legislativas, se est¨¢ desinflando, por causas ajenas y propias, dos semanas despu¨¦s de los comicios. La justicia bloque¨® la noche del lunes la controvertida directiva de Trump, anunciada en la recta final de la campa?a, que prohib¨ªa las solicitudes de asilo a los inmigrantes indocumentados. El mismo d¨ªa, un mando militar revel¨® que parte de los 5.800 soldados enviados a la frontera, en la antesala de lo que el mandatario calific¨® como ¡°las elecciones de la caravana¡±, empezar¨¢n a regresar esta semana, precisamente cuando el grupo de migrantes centroamericanos ha llegado a Tijuana.
La calific¨® de ¡°invasi¨®n¡±. Dijo, sin pruebas, que inclu¨ªa a ¡°pandilleros¡± y ¡°personas desconocidas de Oriente Pr¨®ximo¡±. Tal era su temor que la tild¨® de ¡°emergencia nacional¡± para poder tomar medidas restrictivas y mandar a soldados en activo a la frontera. En la antesala de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, buscando movilizar a sus votantes m¨¢s fervientes, Trump demoniz¨® tanto como pudo la caravana de inmigrantes centroamericanos que se dirig¨ªa a Estados Unidos. Pero los migrantes est¨¢n ya a las puertas del pa¨ªs y la ret¨®rica ha bajado considerablemente de tono. Trump ha seguido hablando de la caravana, pero mucho menos que antes de las legislativas. Por ejemplo, el lunes se jact¨® de que el alambre instalado en las vallas dificulta que puedan saltarlas inmigrantes indocumentados.
Una de las medidas de Trump para evitar que los miembros de la caravana entren en el pa¨ªs sufri¨® el lunes por la noche un rev¨¦s judicial. Un juez federal de San Francisco bloque¨® temporalmente la directiva de Trump -anunciada antes de los comicios y firmada poco despu¨¦s- que prohib¨ªa las solicitudes de asilo a los inmigrantes indocumentados. Dando la raz¨®n a los recursos de grupos de apoyo a inmigrantes, el juez Jon Tigar esgrimi¨® que la proclamaci¨®n del presidente vulnera la ley migratoria estadounidense, que permite pedir asilo a cualquier extranjero, independientemente de si entr¨® o no legalmente al pa¨ªs. ¡°Sea cual sea el alcance de la autorizaci¨®n del presidente, no puede reescribir las leyes de inmigraci¨®n para imponer una condici¨®n que el Congreso ha prohibido expresamente¡±, se?al¨® Tigar, que fue nominado por el expresidente dem¨®crata Barack Obama.
En paralelo, Jeffrey Buchanan, el general del Ej¨¦rcito responsable del despliegue de 5.800 soldados en la frontera con M¨¦xico, ordenado por Trump ante el avance de la caravana, revel¨® el lunes que el n¨²mero de uniformados empezar¨¢ a reducirse a finales de esta semana precisamente cuando los primeros inmigrantes del colectivo han llegado a Tijuana, en la frontera con EE UU, donde han sido recibidos con hostilidad por parte de la poblaci¨®n local y se han registrado momentos de tensi¨®n con la polic¨ªa. En una entrevista a la publicaci¨®n Politico, Buchanan dijo que algunos de los militares, como los que instalaron alambres en las vallas fronterizas, ya no son necesarios y que todo el contingente deber¨ªa estar de vuelta en Navidad. Al d¨ªa siguiente, el comando del Ej¨¦rcito matiz¨® sus palabras y asegur¨® que ¡°no se ha determinado un calendario espec¨ªfico de repliegue¡±.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Trump calific¨® este martes de ¡°desgracia¡± el fallo judicial y se mostr¨® seguro de ganar el caso en el Tribunal Supremo. El presidente tambi¨¦n ensalz¨® el papel de los militares en la frontera: ¡°Est¨¢n orgullosos de defender nuestro pa¨ªs¡±.
Malestar militar
Las palabras del general sobre un repliegue en la frontera avivaron todav¨ªa m¨¢s el malestar en c¨ªrculos militares, y pol¨ªticos dem¨®cratas y republicanos que han criticado el env¨ªo de soldados a la frontera al considerarlo una operaci¨®n puramente pol¨ªtica y excesivamente cara. Trump incluso lleg¨® a especular con que el n¨²mero de soldados en la frontera podr¨ªa ascender a 15.000 uniformados, equivalente al contingente actual en Afganist¨¢n. Es imposible saber qu¨¦ impacto tuvo en las elecciones la dial¨¦ctica feroz del mandatario contra la caravana de inmigrantes, pero la realidad es que no impidi¨® que los republicanos perdieran el control de la C¨¢mara de Representantes aunque mantuvieran el del Senado.
Tambi¨¦n ha quedado enterrada por ahora otra pol¨¦mica propuesta que lanz¨® el presidente antes de los comicios: quitar el derecho a la ciudadan¨ªa estadounidense a los hijos de extranjeros nacidos en EE UU, lo que beneficia tambi¨¦n a inmigrantes indocumentados. Destacados republicanos y expertos legales cuestionaron la constitucionalidad de la medida.
Ese es el desenlace que ha tenido por ahora la directiva de Trump de impedir que inmigrantes que entran ilegalmente en EE UU puedan pedir asilo. La suspensi¨®n ordenada por el juez de San Francisco tiene una vigencia de un mes. Previsiblemente, el Gobierno recurrir¨¢ ante un tribunal de apelaci¨®n. La restricci¨®n supuso una nueva vuelta de tuerca m¨¢s a las dificultades impuestas por la Administraci¨®n en los ¨²ltimos meses para poder solicitar asilo en EE UU, entre ellas que haber sufrido violencia dom¨¦stica o de pandillas no es motivo suficiente para pedir protecci¨®n. En caso de estar plenamente en vigor, la medida habr¨ªa afectado a las cerca de 70.000 personas que cada a?o piden asilo en EE UU tras no haber entrado al pa¨ªs en un cruce fronterizo oficial.
Trump justific¨® la restricci¨®n al asilo en motivos de seguridad nacional. Es el mismo argumento que emple¨® en enero de 2017 cuando prohibi¨® la entrada a EE UU a ciudadanos de siete pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana. La Justicia tumb¨® ese veto y forz¨® al presidente a presentar dos versiones m¨¢s rebajadas. La disputa acab¨® en el Tribunal Supremo, que el pasado junio apoy¨® a Trump y consider¨® legal su ¨²ltima versi¨®n de veto migratorio.
La Justicia, tanto de primera instancia como de apelaciones, tambi¨¦n ha tumbado en las ¨²ltimas semanas el intento de Trump de permitir la deportaci¨®n de los llamados dreamers (so?adores), inmigrantes indocumentados que llegaron de ni?os a EE UU. La pugna tambi¨¦n se encamina al Supremo, donde los cinco jueces conservadores ostentan la mayor¨ªa (frente a cuatro progresistas), lo que puede acabar beneficiando a Trump.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.