El nuevo misil ruso debilita la seguridad europea
No debemos permitir que se transgredan con impunidad los acuerdos sobre control de armas porque ello debilitar¨ªa la confianza en el control de armamento en general
Pertenezco a una generaci¨®n forjada en el debate de las d¨¦cadas de 1970 y 1980 sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio en Europa. El poder destructivo de los SS20, los Pershing y los misiles de crucero causaban profunda preocupaci¨®n tanto entre la ciudadan¨ªa como entre la clase pol¨ªtica. Eran armas dise?adas para la destrucci¨®n casi instant¨¢nea del continente europeo, y amenazaban las vidas de millones de personas.
El continente entero ¡ªel mundo entero, de hecho¡ª respir¨® aliviado cuando, en 1987, Ronald Reagan y Mija¨ªl Gorbachov firmaron el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en ingl¨¦s). El acuerdo no solo redujo el n¨²mero de misiles nucleares, sino que prohibi¨® toda una categor¨ªa de armas, aumentando enormemente la seguridad de todos nosotros.?
Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, Rusia ha desarrollado, producido, probado y desplegado un nuevo misil de alcance intermedio conocido como SSC-8. El proyectil, transportable y f¨¢cil de ocultar, puede transportar cabezas nucleares, y reduce el tiempo de alerta a pocos minutos, lo cual rebaja el umbral para el conflicto at¨®mico. Adem¨¢s, es capaz de llegar a las capitales europeas.
Las acciones de Rusia desacreditan el Tratado y lo ponen en grave peligro. Estados Unidos cumple a rajatabla las obligaciones contra¨ªdas en virtud del Tratado INF. En Europa no hay nuevos misiles estadounidenses, pero s¨ª rusos. Un pacto respetado solamente por una de las partes no puede ser eficaz ni garantizar nuestra seguridad. Si ya no influye en la realidad sobre el terreno, no es m¨¢s que papel mojado.
Los aliados de la OTAN expresaron por primera vez su preocupaci¨®n hace cinco a?os, durante la presidencia de Obama. Ahora, tras muchos a?os de negarlo categ¨®ricamente, Rusia reconoce la existencia de este nuevo sistema de misiles.?
Los miembros de la Alianza Atl¨¢ntica hemos instado reiteradamente a Rusia a dar una respuesta significativa y transparente a nuestras inquietudes y a participar activamente en un di¨¢logo constructivo con Estados Unidos. En la cumbre que celebramos en julio repetimos el llamamiento, y tambi¨¦n en la reuni¨®n del Consejo Rusia-OTAN que tuvo lugar en la sede de la Alianza en octubre.
Por desgracia, Rusia ha hecho o¨ªdos sordos a nuestras exigencias. La falta de compromiso por parte de Mosc¨² no hace m¨¢s que confirmar nuestro dictamen de que el nuevo sistema de misiles representa una grave amenaza para la estabilidad estrat¨¦gica de Europa. En consecuencia, vuelvo a instar a Rusia a que garantice el pleno cumplimiento del Tratado INF con total transparencia y sin m¨¢s dilaci¨®n.?
La OTAN no tiene intenci¨®n de desplegar nuevos misiles nucleares en Europa. Pero como Alianza, nos debemos a la salvaguarda de la seguridad de nuestros pa¨ªses. No debemos permitir que se transgredan con impunidad los acuerdos sobre control de armas porque ello debilitar¨ªa la confianza en el control de armamento en general.
La responsabilidad recae sobre Rusia. La OTAN no quiere una nueva Guerra Fr¨ªa ni una nueva carrera armament¨ªstica, y haremos cuanto est¨¦ en nuestra mano para evitarlas. No obstante, Rusia tambi¨¦n tiene que poner de su parte. Nosotros seguimos estando dispuestos a dialogar y a colaborar en pro de un futuro mejor y m¨¢s seguro.
Sin embargo, la Alianza debe ser firme y previsible. Si queremos evitar las armas nucleares, tenemos que asegurarnos de que nuestro sistema convencional de disuasi¨®n y defensa sea fuerte. Por esa raz¨®n, en respuesta a la anexi¨®n ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014 y a su actual patr¨®n de conducta agresiva, los aliados de la OTAN hemos reforzado nuestra defensa colectiva y hemos acordado aumentar la inversi¨®n en Defensa y seguir modernizando nuestras Fuerzas Armadas.
En la reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN que tendr¨¢ lugar a principios de diciembre evaluaremos las consecuencias de las acciones de Rusia para el Tratado INF y para nuestra Alianza. Norteam¨¦rica y Europa seguir¨¢n unidas en la organizaci¨®n a fin de garantizar la paz y la seguridad.
Jens Stoltenberg es Secretario General de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN).
Traducci¨®n de News Clips.
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