May exhorta a los diputados a que reconsideren el rechazo a su plan del Brexit horas antes de la votaci¨®n

El Parlamento de Reino Unido, salvo sorpresa de ¨²ltima hora, propinar¨¢ a Theresa May una severa derrota este martes. A las once de la noche, horario espa?ol, se votar¨¢ el plan del Brexit de la primera ministra y nada parece haber cambiado en el rechazo mayoritario que cosecha el texto en Westminster. La carta enviada este lunes por las m¨¢ximas autoridades de la UE, en la que intentan calmar a los diputados indecisos, al asegurar que la inclusi¨®n de Irlanda del Norte en la uni¨®n aduanera ser¨¢ temporal, no ha convencido a nadie. Entre el ruego y la amenaza, May ha suplicado al Parlamento que eche un ¨²ltimo vistazo al plan y ha advertido de una ¡°par¨¢lisis parlamentaria¡± si es rechazado, algo que anular¨ªa la salida de la Uni¨®n Europea.

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Las v¨ªas de escape de May

Era la ¨²ltima baza que pod¨ªa jugar May, y la ha desplegado sobre la mesa unas horas antes de la votaci¨®n en la que muchos creen que se juega su futuro pol¨ªtico. La primera ministra ha esgrimido ante los diputados indecisos ¡ªya es consciente de que a los euroesc¨¦pticos no les convencer¨ªa con ning¨²n argumento¡ª la carta conjunta enviada por el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

¡°La UE dedicar¨¢ todos sus esfuerzos a negociar y concluir r¨¢pidamente un acuerdo que reemplace al backstop, y espera lo mismo de Reino Unido, de modo que el backstop se mantenga en vigor por el tiempo estrictamente necesario¡±. El llamado backstop, o salvaguarda irlandesa, es el veneno que ha contaminado todo el debate del Brexit en los ¨²ltimos meses y el escollo que May ha sido incapaz de sortear. Es la provisi¨®n del Acuerdo de retirada de la UE que establece que Reino Unido permanecer¨¢ dentro de la uni¨®n aduanera hasta que Londres y Bruselas sean capaces de acordar un nuevo acuerdo comercial. Y que si no lo alcanzan en el plazo previsto, a finales de diciembre de 2020, Irlanda del Norte seguir¨¢ formando parte de ese espacio. Todo para evitar que una nueva frontera surja entre las dos Irlandas que pueda poner en peligro los acuerdos de paz de Viernes Santo.?

¡°La Uni¨®n Europea no quiere que el backstop entre en vigor. As¨ª lo deja claro el intercambio de cartas de hoy [por este lunes]¡±, se esforz¨® en explicar May ante el Parlamento. ¡°Han dicho que har¨¢n todo lo posible por concluir cuanto antes las negociaciones¡±.

La primera ministra ha insistido en dotar de fuerza legal la carta de Juncker y de Tusk y en otorgarle un car¨¢cter vinculante a la hora de interpretar el Acuerdo de retirada de la UE. No le ha servido para convencer a una mayor¨ªa parlamentaria que se ha mostrado de nuevo decidida a llevar al pa¨ªs al abismo y rechazar el plan del Brexit.

¡°Este Gobierno est¨¢ en desbandada. Y est¨¢ muy claro que si el Parlamento rechaza ma?ana [por este martes] el plan de la primera ministra, habr¨¢ llegado el momento de celebrar unas nuevas elecciones generales, habr¨¢ llegado el momento de que se constituya un nuevo Gobierno¡±, ha dicho el l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, en su respuesta a May. Corbyn, sin embargo, sigue sin desvelar cu¨¢ndo ser¨¢ el momento en que presente una moci¨®n de censura que activar¨ªa el mecanismo parlamentario para propiciar nuevos comicios. En parte, porque desea medir sus tiempos, pero en parte tambi¨¦n porque es consciente de que en estos momentos no cuenta con una mayor¨ªa de respaldo y tambi¨¦n sufrir¨ªa su propia derrota. Entre los planes del laborismo, y las enmiendas preparadas por aquellos que aspiran a celebrar un segundo refer¨¦ndum o a una extensi¨®n del art¨ªculo 50 en busca de un nuevo pacto, la primera ministra se ha encontrado inesperadamente con la posibilidad de esgrimir una amenaza a¨²n m¨¢s aterradora para todos los conservadores euroesc¨¦pticos: que se queden sin su anhelado Brexit.

¡°El resultado m¨¢s probable ser¨¢ una par¨¢lisis parlamentaria que suscitar¨ªa el riesgo de que no salgamos de ning¨²n modo de la UE¡±, dijo la primera ministra a primera hora de este lunes en Stoke-on-Trent, en uno m¨¢s de la bater¨ªa de discursos e intervenciones con los que pretende evitar, al menos, que su previsible derrota no se convierta en algo hist¨®rico. A estas horas, no parece lejos de la derrota infligida por el Parlamento al laborista Ramsay MacDonald en 1924, cuando la C¨¢mara de los Comunes acab¨® con su Gobierno con un margen en su contra de 166 diputados.

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La votaci¨®n del plan de May tendr¨¢ lugar este martes a ¨²ltima hora de la noche. Parte de la batalla en torno al Brexit de las ¨²ltimas semanas ha sido adem¨¢s un pulso constitucional entre el poder legislativo y el ejecutivo en el que el primero ha logrado torcer el brazo a Downing Street, con el inestimable apoyo del presidente de la C¨¢mara, John Bercow, que ha dado v¨ªa libre a todas las enmiendas presentadas, en contra incluso de la tradici¨®n parlamentaria. ¡°?Cu¨¢ndo se dar¨¢ cuenta el Gobierno de que su papel es el de servidor del Parlamento? ?Por qu¨¦ no deja en nuestras manos una posible soluci¨®n una vez que su plan sea rechazado?¡±, ha preguntado a May el exl¨ªder del laborismo, Ed Miliband.

En ese intento del poder legislativo por hacerse con las riendas de esta pesadilla, algunas enmiendas invocar¨¢n la posibilidad de un segundo refer¨¦ndum, otras sugerir¨¢n la posibilidad de un acuerdo a la noruega que mantenga a Reino Unido dentro de la uni¨®n aduanera y alguna m¨¢s pedir¨¢ que se extienda la vigencia del art¨ªculo 50 [por el que se activ¨® el proceso de salida de la UE] con el prop¨®sito de detener el reloj. Pero todas ellas tienen una laguna com¨²n: la incapacidad de convocar una mayor¨ªa suficiente de apoyo. Hoy por hoy, solo existe un punto capaz de suscitar consenso en la C¨¢mara de los Comunes, y no es otro que el terror que provoca la posibilidad de salir de la Uni¨®n a las bravas, sin un acuerdo.

Parad¨®jicamente, ese es el ¨²nico resultado a la vista si este martes Westminster derrota definitivamente el acuerdo de May. ¡°Sin un acuerdo, no tendremos periodo de transici¨®n, no tendremos cooperaci¨®n en materia de seguridad, no habr¨¢ garant¨ªas para los ciudadanos brit¨¢nicos residentes en la UE, y comenzar¨¢ un periodo de incertidumbre para las empresas y para los trabajadores. Y veremos cambios en el d¨ªa a d¨ªa de Irlanda del Norte que pondr¨¢n en serio riesgo el futuro de nuestra integridad territorial¡±, ha concluido May en su intervenci¨®n.

Lo que ser¨ªa una obviedad para cualquier analista bien informado, es simplemente una exageraci¨®n para los euroesc¨¦pticos, que califican estas advertencias como ¡°proyecto miedo¡±.