Transporte y tecnolog¨ªa en Am¨¦rica Latina: ?Qu¨¦ tan en el futuro estamos?
Aunque con m¨¢s timidez que en el resto del mundo, en la regi¨®n apuestan por tecnolog¨ªas que est¨¢n reconfigurando la forma en que la gente se mueve en las ciudades
Cuando imaginamos el transporte del futuro siempre vienen a la mente las im¨¢genes de taxis a¨¦reos comunes en pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n, tipo Blade Runner y el Quinto elemento, o producto del atrevimiento de algunos visionarios como Isaac Asimov.
Sin embargo, esa imaginaci¨®n prof¨¦tica se est¨¢ convirtiendo en realidad y gracias a los ¨²ltimos avances tecnol¨®gicos se espera que para 2025, el taxi a¨¦reo sea un nuevo medio de transporte en algunas de las principales ciudades del mundo.
En los pa¨ªses desarrollados, la lista de innovaciones es destacable: se est¨¢n probando los drones de carga (el pr¨®ximo sistema de entregas a domicilio), y en algunos pa¨ªses de Asia ya operan los trenes de levitaci¨®n magn¨¦tica, al tiempo que los gigantes automotrices presentan sus nuevos modelos de motocicletas el¨¦ctricas.
En un an¨¢lisis sobre el futuro del transporte, los especialistas del ¨¢rea coinciden en que los sistemas mediante los que la gente se moviliza se basar¨¢n en datos, estar¨¢n conectados, ser¨¢n el¨¦ctricos, automatizados y los servicios ser¨¢n compartidos.
?C¨®mo este ¨ªmpetu de innovaci¨®n en el sector transporte podr¨ªa colaborar con el desarrollo?
En la edici¨®n 2019 de la conferencia Transformando el transporte, celebrada este mes, se remarc¨® la necesidad de seguir tomando en serio el impacto del cambio clim¨¢tico: el transporte representa el 23% de las emisiones mundiales de CO2, lo que equivale al 15% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. As¨ª que lograr que los medios de transporte sean m¨¢s amigables con el medio ambiente es una prioridad.
En Am¨¦rica Latina, 100 millones de personas viven en ¨¢reas que son susceptibles a la contaminaci¨®n del aire. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud estima que Lima, La Paz, Bogot¨¢, Sao Paulo y Buenos Aires est¨¢n entre las ciudades en donde se respira m¨¢s aire contaminado.
Por otro lado, la necesidad de responder a los desaf¨ªos de la movilidad es inapelable, tomando en cuenta que 8 de cada 10 latinoamericanos viven en las ciudades, y que para 2050 las urbes mundiales albergar¨¢n unos 5.400 millones de habitantes, lo que equivaldr¨ªa a las dos terceras partes de la poblaci¨®n global.
Es apremiante, entonces, atender la demanda de servicio de transporte de los 6,5 millones de personas que se mueven diariamente por Buenos Aires o de los 17 millones que circulan a diario por Ciudad de M¨¦xico, entre otras ciudades como Sao Paulo, Bogot¨¢ o Lima.
En la carrera de la innovaci¨®n en el transporte, cuyo ritmo ser¨¢ cada vez m¨¢s r¨¢pido, el mundo en desarrollo tambi¨¦n est¨¢ participando, pero a paso m¨¢s demorado. En Am¨¦rica Latina, no todos los pa¨ªses avanzan al mismo tempo ?Qu¨¦ tan digitalizados, el¨¦ctricos, aut¨®nomos y compartidos son los sistemas de transporte de la regi¨®n?
?Qu¨¦ tan digitalizados?
Los cambios suceden tan r¨¢pido que pareciera que fue hace mucho tiempo que los latinoamericanos comenzaron a usar una aplicaci¨®n para moverse en la ciudad; no obstante, a principios de este siglo, si alguien quer¨ªa ir de un lugar a otro ten¨ªa que preguntar o revisar mapas de papel.
Hace cinco a?os, las apps para saber cu¨¢l es la mejor ruta, cu¨¢l es el medio de transporte m¨¢s conveniente, cada cu¨¢nto pasa el bus o cu¨¢nto tiempo llevar¨¢ el trayecto eran apenas una idea que empezaba a asomarse en las capitales de la regi¨®n. La tarea ahora es dise?ar una aplicaci¨®n integrada que incluya todos los medios de transporte, m¨¢s all¨¢ de los buses o trenes.
El uso de esta tecnolog¨ªa a¨²n no es para todos, pues a¨²n hay brechas importantes de educaci¨®n digital, de acceso a internet (de acuerdo a la Cepal, el 56% de la poblaci¨®n tiene internet) y su uso tambi¨¦n depende de la velocidad de conexi¨®n (solo dos pa¨ªses de la regi¨®n tienen un 15% de sus conexiones con velocidades superiores a 15 Mbps, mientras que los pa¨ªses m¨¢s avanzados tienen m¨¢s del 50% de sus conexiones con velocidades superiores a 15 Mbps).
?Qu¨¦ tan el¨¦ctricos?
Seg¨²n el Banco Mundial, es imprescindible concretar soluciones a mayor escala si se quiere lograr la meta del Acuerdo de Par¨ªs: reducir las emisiones globales del sector transporte de 7,7 gigatoneladas (Gt) de CO2 equivalente hasta entre 2 Gt y 3 Gt para 2050.
En el informe Movilidad el¨¦ctrica: oportunidades para Latinoam¨¦rica, el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sostiene que ¡°el despliegue de la movilidad el¨¦ctrica en la regi¨®n significar¨ªa una disminuci¨®n aproximada de 1,4 gigatoneladas de CO2 y un ahorro en combustibles cercano a 85.000 millones de d¨®lares para el per¨ªodo 2016-2050¡±.
Esta aspiraci¨®n es clave en una regi¨®n en la que la flota de autom¨®viles podr¨ªa alcanzar, seg¨²n la advertencia de esa misma organizaci¨®n, los 200 millones de unidades para 2050 (es decir, el triple de los veh¨ªculos que ya circulan hoy).
Si 22 ciudades de Am¨¦rica Latina reemplazaran su flota actual de buses y taxis por veh¨ªculos el¨¦ctricos, para 2030 se ahorrar¨ªan casi 64.000 millones de d¨®lares en combustible y se reducir¨ªan 300 millones de toneladas equivalentes de CO2, seg¨²n las estimaciones.
La aspiraci¨®n es que cada vez haya menos autos en las ciudades. Desde 2017, Chile se propuso la transici¨®n a un transporte p¨²blico 100% el¨¦ctrico para 2050. La mitad de 200 unidades de buses que se compraron ruedan desde diciembre de 2018 por las calles de Santiago, pero a esta flota, que es la m¨¢s grande de la regi¨®n, a¨²n le queda mucho para alcanzar la cifra de 6.500 autobuses a combusti¨®n que tiene la ciudad.
En Medell¨ªn se anunci¨® la compra de 55 buses el¨¦ctricos y, a partir de mayo, en Cali comenzar¨¢n a rodar 26 unidades de este tipo.
Algunas autoridades a¨²n no se suman a una pol¨ªtica de adquisici¨®n de buses el¨¦ctricos porque es una tecnolog¨ªa costosa, para la que a¨²n no se tiene suficiente infraestructura. Entonces, aunque Am¨¦rica Latina no encabeza la transici¨®n hacia la movilidad el¨¦ctrica, algunos pa¨ªses est¨¢n dando los primeros pasos para que subir a un bus el¨¦ctrico sea lo normal en un futuro a largo plazo.
?Qu¨¦ tan compartidos?
Otra de las ideas m¨¢s innovadoras de este siglo es que las personas se olviden de pagar por la propiedad de un veh¨ªculo, sino que paguen por su uso. Aunque falta mucho para que dejar el auto en casa sea un lugar com¨²n en la regi¨®n, desde hace poco la idea de compartir el viaje con otras personas comienza a ganar afectos (ride sharing). Ya hay algunas experiencias donde los usuarios comparten los autos en diferentes momentos alquil¨¢ndolos a trav¨¦s de aplicaciones como Uber o Cabify, entre otras.
La idea de no usar un veh¨ªculo propio colabora en reducir la cantidad de autos, habilita m¨¢s espacios para estacionar, disminuye el consumo de combustibles y contamina menos. Compartir el viaje multiplica estas ventajas.
Las bicicletas propias y compartidas tambi¨¦n est¨¢n reconfigurando la movilidad en algunas ciudades principales e intermedias. Algunas cifras lo demuestran:
- Existen 2513 km de ciclov¨ªas en la regi¨®n.
- Ya en 2014 se reportaban 611.000 viajes en bici por d¨ªa en Bogot¨¢; en Santiago de Chile la cifra era de 511.000, mientras que solo en la zona metropolitana de ciudad de M¨¦xico se registraban m¨¢s de 400.000 viajes.
Reci¨¦n en 2018, algunas empresas de monopatines el¨¦ctricos comenzaron a operar en algunas capitales de Am¨¦rica Latina, pero, tal como sucede con el auto compartido, se han topado con un desaf¨ªo: la inexistencia de un marco regulatorio para el uso de este medio de transporte.
?Qu¨¦ tan aut¨®nomos?
Durante la ¨²ltima d¨¦cada, diversas compa?¨ªas han puesto a prueba los veh¨ªculos aut¨®nomos. Solo unos cuantos pa¨ªses como Estados Unidos o Singapur ya se pueden ver rodando por las v¨ªas p¨²blicas.
La demora en su uso definitivo en los pa¨ªses en desarrollo obedece a la necesidad de estar seguros de que esos robots con ruedas se adapten a lo que sucede en las calles y sepan c¨®mo reaccionar ante cualquier eventualidad. A¨²n hay preguntas que no han sido resueltas: ?qu¨¦ decisi¨®n tomar¨¢ el auto ante una situaci¨®n en que la vida tanto del pasajero como del transe¨²nte corra peligro? Investigadores, que incluso han trabajado para la NASA, est¨¢n tratando de resolver estas interrogantes.
La promesa de mayor seguridad es tentadora para Am¨¦rica Latina, una regi¨®n con 130.000 muertes al a?o y unos 6 millones de heridos por siniestros viales.
Ponerlos a rodar en la regi¨®n no ser¨¢ f¨¢cil porque adem¨¢s de los aspectos ¨¦ticos y legales, existen otros desaf¨ªos: el de la infraestructura de datos y la velocidad de conexi¨®n que se requiere para que el robot tome las decisiones a tiempo. La llegada del 5G a China, Jap¨®n, Corea y Estados Unidos puede aligerar la llegada definitiva de los autos sin conductor, pero esta tecnolog¨ªa a¨²n no opera en Am¨¦rica Latina.
En el ?ndice de los 20 pa¨ªses listos para los veh¨ªculos aut¨®nomos, elaborado por la consultora KPMG en 2018, solo figuran dos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina: Brasil y M¨¦xico. Ambos est¨¢n en los ¨²ltimos lugares en el r¨¢nking de las variables necesarias para la puesta en marcha de los veh¨ªculos aut¨®nomos: legislaci¨®n, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n, infraestructura y aceptaci¨®n del consumidor. La advertencia es clara: poner a rodar estos veh¨ªculos implica comenzar a debatir, decidir y planificar ahora.
Aunque 7 de cada 10 latinoamericanos est¨¢ dispuesto a usar un veh¨ªculo aut¨®nomo, la regi¨®n tendr¨¢ que esperar un poco m¨¢s para verlos en las carreteras, as¨ª como para que los taxis a¨¦reos no sean solo una escena de ciencia ficci¨®n.
Marjorie Delgado es productora digital del Banco Mundial.
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