La agon¨ªa del laborismo israel¨ª pasa por las urnas de unas primarias internas
El partido fundador del Estado jud¨ªo intenta frenar el desplome electoral que le auguran los sondeos
No hubo celebraci¨®n del desaf¨ªo electoral a la derecha ni pugna ideol¨®gica por el liderazgo. Las primarias que celebr¨® este lunes el Partido Laborista de Israel, la fuerza pol¨ªtica que fund¨® el Estado jud¨ªo hace 71 a?os, se convirtieron en un juego de las sillas en el que los dirigentes m¨¢s destacados ya solo tratan de salvar su propio esca?o. Los cerca de 60.000 militantes registrados en el partido, que contaba con 300.000 afiliados hace 20 a?os, han escogido con escaso entusiasmo, a la vista de la participaci¨®n en la consulta (estimada en 55% de los censados), entre 44 aspirantes. Solo los m¨¢s votados sobrevivir¨¢n en la Kneset (Parlamento), al ocupar puestos de salida en la lista electoral.
Viejas glorias como el exministro de Defensa y veterano sindicalista Amir Peretz, y la exl¨ªder del partido, Shelly Yacimovich, figuran entre los aspirantes m¨¢s votados por los militantes. Pero quienes obtuvieron los mejores resultados fueron dos j¨®venes promesas: la diputada Stav Shaffir y el parlamentario Itzik Shmuli, que encabezaron las protestas sociales de los indignados de 2011 en Tel Aviv, en paralelo al movimiento 15-M en Espa?a. Entre los candidatos presentados con menos opciones de ocupar esca?o se encuentran Gil Beilin ¡ªhijo del exministro Yossi Beilin, arquitecto de los Acuerdos de Oslo¡ª, y el periodista de origen espa?ol Henrique Cymerman.
Despu¨¦s de haber resurgido en los comicios de 2015 con 24 de los 120 diputados de la Kneset y cerca del 19% de los votos ¡ªen coalici¨®n con la veterana l¨ªder centrista Tzipi Livni¡ª, los sondeos para las legislativas del 9 de abril han llegado a situar al hist¨®rico Avod¨¢ al filo del umbral del 3,25% de los sufragios que da acceso a la C¨¢mara, con solo cinco esca?os.
La emergencia de los partidos centristas ha acabado de arrinconar a una izquierda de Israel sin se?as de identidad. En 1992 triunf¨® en las urnas gracias al empuje de Isaac Rabin al frente de los laboristas (44 esca?os y un 34% de los votos) y de los pacifistas de Meretz (12 esca?os, con cerca del 10%). Pero la base electoral de la coalici¨®n que negoci¨® los Acuerdos de Oslo con los palestinos ya ha pasado a la historia.
Tras una d¨¦cada de Gobiernos crecientemente derechistas encabezados por el conservador Benjam¨ªn Netanyahu, el centro ¡ªque en Israel se caracteriza por un moderado laicismo y la defensa de la separaci¨®n formal con los palestinos sin renunciar del todo a la ocupaci¨®n¡ª se ha convertido en ¨²nica alternativa de poder a las coaliciones que se aglutinan en tono al partido Likud del primer ministro saliente. La irrupci¨®n de un exjefe del Ej¨¦rcito, el general Benny Gantz, como candidato sorpresa bendecido por los sondeos en la actual campa?a viene a confirma la agon¨ªa del laborismo, que se mantuvo de forma ininterrumpida al tim¨®n del Estado desde 1948 a 1977.
La federaci¨®n sindical Histadrut, todopoderosa central fundada en 1920 en la Palestina bajo mandato brit¨¢nico, y los dirigentes del anta?o floreciente movimiento de los kibutz (granjas colectivas) han colocado a sus aspirantes puenteando el liderazgo de Avi Gabbay, a quien los analistas responsabilizan de declive electoral del laborismo.
Exconsejero delegado de Bezeq, la mayor compa?¨ªa de telecomunicaciones israel¨ª, y exministro de Medio Ambiente entre 2015 y 2016, Gabbay destron¨® en la primarias de 2017 al anterior l¨ªder del partido, Isaac Herzog, debilitado por su tibia estrategia de oposici¨®n a Netanyahu. Capitane¨® la deriva del laborismo hacia al centro, espacio pol¨ªtico del que proced¨ªa, sin percatarse de que ya estaba ocupado por l¨ªderes como el popular presentador de televisi¨®n Yair Lapid; el actual ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, y ahora tambi¨¦n por el antiguo teniente general Gantz.
Est¨¢ por ver hasta d¨®nde desciende el suelo electoral del Partido Laborista si sus partidarios tradicionales no desertan en busca del voto ¨²til de centro. Como recuerda el columnista Nahum Barnea en el diario Yedioth Ahronoth, los comicios ¡°no se presentan como una disputa entre izquierda y derecha, o entre la soluci¨®n de los dos Estados y la de un solo Estado, sino sobre la continuidad de Netanyahu en el poder¡±.
El car¨¢cter plebiscitario de las elecciones de abril beneficia al concurrido centro del campo pol¨ªtico israel¨ª, donde por ahora domina el terreno de juego el carism¨¢tico general Gantz, en detrimento de una izquierda sin programa social ni oferta de paz que ya solo parece defender la permanencia.
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