Los euroesc¨¦pticos empiezan a dar se?ales de apoyo a May para salvar el Brexit
La posibilidad de que el Parlamento vote posponer la salida de la UE y el respaldo de Corbyn a un nuevo refer¨¦ndum suavizan las demandas de los antieurope¨ªstas
Durante m¨¢s de dos a?os han controlado el debate y la agenda pol¨ªtica de Reino Unido con el prop¨®sito de lograr un Brexit salvaje, pero los euroesc¨¦pticos conservadores han comenzado a sentir el v¨¦rtigo y a suavizar las formas, ante el riesgo de que el trofeo se les escape de las manos. La concesi¨®n de Theresa May a los proeuropeos de sus filas, al admitir una posible pr¨®rroga en la fecha de salida, y el respaldo oficial del laborismo a un nuevo refer¨¦ndum, les ha empujado a ver con mejores ojos el acuerdo de retirada pactado con la UE.
Jacob Rees-Mogg, el ultracat¨®lico l¨ªder del Grupo de Investigaciones Europeas (ERG), un ¡°partido dentro del partido conservador¡± que ha condicionado cada paso de la err¨¢tica estrategia de May, se ha prodigado este mi¨¦rcoles en los medios para sugerir que estar¨ªa dispuesto a conformarse con los arreglos negociados en los ¨²ltimos d¨ªas por la primera ministra con Bruselas. May busca desesperadamente alg¨²n tipo de compromiso con fuerza legal por parte de los l¨ªderes comunitarios que deje claro que el llamado backstop, la salvaguarda irlandesa impuesta por la UE, no se convertir¨¢ en un mecanismo sin final que retenga a Reino Unido por tiempo indefinido en la uni¨®n aduanera.
Busca, con la ayuda de su abogado general del Estado, Geoffrey Cox, alg¨²n artefacto legal que deje claro que el backstop tendr¨¢ una duraci¨®n breve y limitada. Conf¨ªa as¨ª en convencer a los euroesc¨¦pticos, que ven en ese mecanismo una trampa diab¨®lica que esconde el prop¨®sito de retener a Reino Unido en las instituciones comunitarias. ¡°Me puedo conformar con una retirada de facto de la salvaguarda irlandesa, aunque no sea una retirada de iure¡±, ha admitido este mi¨¦rcoles Rees-Mogg en la cadena de noticias Sky News. Bajo la jerga jur¨ªdica de un pol¨ªtico que acostumbra a camuflar su estrategia en un lenguaje pomposo, el l¨ªder del ERG suger¨ªa por vez primera que la facci¨®n que lidera no est¨¢ dispuesta a llegar tan lejos como para poner en riesgo su objetivo vital: la salida de Reino Unido de la UE. ¡°Si se trata finalmente de un mero ap¨¦ndice al tratado ¡ªy no debemos olvidar que el backstop es en s¨ª mismo un ap¨¦ndice al tratado¡ª, en el que se estableciera que esa disposici¨®n tendr¨ªa un tiempo limitado y breve, el resultado ser¨ªa acabar con la amenaza de la salvaguarda irlandesa antes de que terminara esta legislatura. Y eso, seg¨²n mi punto de vista, ser¨ªa un resultado razonable¡±, dijo.
En un enredo pol¨ªtico como el Brexit, en el que cada matiz o sutileza hay que tomarlo, seg¨²n la propia expresi¨®n brit¨¢nica, ¡°con un pellizco de sal¡±, que el l¨ªder m¨¢s relevante de los euroesc¨¦pticos ya no exija tajantemente la eliminaci¨®n del backstop ¡ªla clave de la discordia en todo este drama¡ª del acuerdo de retirada y se conforme con un protocolo anexo de cuestionable fuerza legal, revela que algo est¨¢ cambiando en el equilibrio de fuerzas en Westminster.
¡®Sine die¡¯
Las razones para que esto ocurra son fundamentalmente dos: por primera vez en todo este tiempo, May no ha cedido ante las exigencias del ala dura de su partido, sino ante las amenazas de rebeli¨®n de sus diputados m¨¢s moderados y proeuropeos. La primera ministra ha admitido, aunque a rega?adientes, la posibilidad de prorrogar la fecha de salida, prevista para el 29 de marzo, si no consigue el respaldo de la C¨¢mara a su plan del Brexit el pr¨®ximo 12 de marzo. Y el l¨ªder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha abandonado finalmente la ambig¨¹edad de los ¨²ltimos meses para respaldar de un modo oficial la posibilidad de un nuevo refer¨¦ndum.
En apenas 48 horas, los euroesc¨¦pticos han sentido que se mov¨ªa la tierra bajo sus pies. En primer lugar, porque sospechan que cualquier retraso en la fecha del Brexit se pueda convertir en un nuevo esfuerzo por aplazarlo sine die ¡ª¡°un error pol¨ªtico de extrema gravedad¡±, ha advertido Rees-Mogg tras conocer el compromiso de May¡ª. Y en segundo lugar, porque la posibilidad que hasta ahora se tomaban a broma, que se comience a construir en el Parlamento una mayor¨ªa a favor de una nueva consulta ciudadana, podr¨ªa dar al traste, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, con el objetivo que llevan d¨¦cadas persiguiendo desde que en los noventa asumieron con orgullo el calificativo que les dedic¨® el ex primer ministro, John Major, al referirse a ellos como ¡°ese grupo de bastardos¡±.
El Parlamento rechaza el Brexit laborista
Era una derrota previsible, pero su significado pol¨ªtico es relevante. El Parlamento votaba el plan alternativo del Brexit presentado por el Partido Laborista. El texto exig¨ªa la permanencia de Reino Unido en la uni¨®n aduanera, un v¨ªnculo m¨¢s firme con el mercado interior y la equiparaci¨®n de los derechos laborales a los de la UE. Por 323 votos en contra frente a 240 a favor, la moci¨®n fue rechazada, y eso fuerza al l¨ªder de la oposici¨®n, Jeremy Corbyn, a preparar la petici¨®n formal de un segundo refer¨¦ndum.
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