Una grieta en el muro de dolor de Trump
Al menos 471 padres inmigrantes fueron deportados de Estados Unidos sin sus hijos durante los meses de ¡°tolerancia cero¡±. El regreso de 29 de ellos pone a prueba el sistema de asilo
Cuando Donald Trump puso en marcha la pol¨ªtica de ¡°tolerancia cero¡± en la frontera, la que separ¨® a miles de padres de sus hijos tras ser detenidos, inici¨® un desastre humanitario que a¨²n no ha terminado. Un n¨²mero a¨²n desconocido de ni?os fueron separados de sus padres. El Gobierno ha reconocido 2.816. Al menos 471 padres fueron deportados sin sus hijos, que se quedaron en acogida en Estados Unidos. Nadie registr¨® qui¨¦n era qui¨¦n o d¨®nde estaban. Han sido las ONG las que los han ido a buscar, en ocasiones a pueblos perdidos de Centroam¨¦rica. El pasado s¨¢bado, 29 de esos padres llegaron a la frontera de Calexico, California. Contra todo pron¨®stico, la polic¨ªa de Aduanas les dej¨® pasar para pedir asilo. El caso es un precedente extraordinario y una grieta en el muro de dolor creado por las pol¨ªticas de Trump.
El grupo viaj¨® durante semanas por M¨¦xico. Una ONG de Tijuana llamada Al Otro Lado organiz¨® el viaje. Primero, consiguieron visados humanitarios de M¨¦xico. Asistidos por la abogada Erika Pinheiro, prepararon toda la documentaci¨®n en Tijuana, Baja California. Eligieron la entrada de Calexico, hacia el interior, por tener menos tr¨¢fico. Cuando llegaron a la garita, expusieron su caso para pedir asilo. En ese momento, la vida de los inmigrantes est¨¢ completamente en manos de los agentes de Aduanas. La negociaci¨®n dur¨® 10 horas. Alrededor de las cinco de la tarde, los agentes de Aduanas de Estados Unidos decidieron permitir el paso a todo el grupo para presentar sus demandas de asilo.
Se trata de un precedente ¡°extraordinario¡±, seg¨²n Sandra Cordero, directora de la ONG Families Belong Together, que estaba all¨ª con ellos. Esta organizaci¨®n surgi¨® de las movilizaciones masivas de 2018 cuando se conoci¨® la pol¨ªtica de separaci¨®n de familias en la frontera. Se recaudaron millones de d¨®lares y Families Belong Together se cre¨® como un paraguas de unas 250 ONG que se dedican a intentar ayudar a estas familias. Al Otro Lado, con sede en Tijuana, se dedic¨® a buscar los 91 casos m¨¢s dif¨ªciles. Para entonces, un a?o despu¨¦s de haber sido deportados, algunos se estaban jugando la vida intentando cruzar ilegalmente para volver con sus hijos, seg¨²n cont¨® Pinheiro a The Washington Post.
Esos casos son padres que ¡°no hablan espa?ol o tienen or¨ªgenes remotos¡±, explica Cordero. Gente deportada de vuelta a pueblos sin tel¨¦fono o de dif¨ªcil acceso, que literalmente no saben nada de lo que pas¨® con sus hijos. En muchos casos, aseguran estas organizaciones, fueron deportados sin saber lo que firmaban. El Gobierno de EE UU lo niega y asegura que a todos se les dio la oportunidad de irse con sus hijos. En algunos casos se trata de personas analfabetas o que no hablan espa?ol, por eso los trabajadores de las ONG sobre el terreno aseguran que el Gobierno miente y que es imposible que supieran lo que estaban firmando en ingl¨¦s cuando aceptaron la deportaci¨®n sin sus hijos.
¡°Fueron deportados bajo promesas falsas¡±, asegura Cordero. ¡°Les dijeron que les iban a reunificar. Todos nos contaron la misma historia, que les dijeron que se iban a reunir con sus hijos. Se encontraron deportados en dos d¨ªas. Yo conoc¨ª a un se?or que dec¨ªa que una persona, diciendo que era del consulado de Guatemala, le dijo despu¨¦s de nueve d¨ªas incomunicado y separado de su hijo que ten¨ªa tres opciones. Que ten¨ªa que esperar mes y medio detenido para reunirse con su hijo, o irse a otro centro de detenci¨®n para reunirse con ¨¦l, o irse sin su hijo. ?l dijo que quer¨ªa quedarse. Al d¨ªa siguiente lo despertaron a las cuatro de la ma?ana y lo devolvieron a Guatemala¡±.
El muy raro que se permita entrar en territorio de EE UU para pedir asilo a una persona que ha sido deportado. El hecho mismo de que estos padres pudieran hacerlo indica que hay alguna circunstancia nueva que hace su caso distinto del de hace unos meses. Aunque nadie sabe cu¨¢les son las razones finales para admitir a un demandante de asilo, lo que hace rompedor el caso es que la decisi¨®n de los agentes de Aduanas podr¨ªa estar abriendo un precedente para todos los que han sufrido la separaci¨®n de sus hijos.
¡°Que le den una segunda oportunidad a un inmigrante es incre¨ªble. Pero que lo hagan con una persona deportada es muy especial. Yo no conozco precedentes¡±, dice Federico Bustamante, activista que defiende a indocumentados en Los ?ngeles. Bustamante es uno de los trabajadores que en el ¨²ltimo a?o ha realizado viajes a Honduras en busca de esos casos dif¨ªciles de padres separados. ¡°Es muy significativo y empieza a demostrar que los procesos no se han seguido al pie de la letra. Porque el Gobierno no se saltar¨ªa la ley solo porque se han juntado 29 padres¡±, dice Bustamante.
El viernes por la tarde, Al Otro Lado inform¨® en Twitter de que uno de los padres se hab¨ªa encontrado ya con su hijo despu¨¦s de nueve meses separados. Otros 11 padres hab¨ªan sido liberados del centro de detenci¨®n y 17 permanec¨ªan detenidos.
Toda la labor de reunir a estos padres con sus hijos no se hace porque el Gobierno de Trump haya admitido ning¨²n error, sino porque lo orden¨® un juez de San Diego en junio del a?o pasado. El mismo viernes, el juez abri¨® la puerta a que sean reconocidos como posibles casos de separaci¨®n "miles" de ni?os recibidos por los servicios sociales meses antes de que se hiciera p¨²blica la pol¨ªtica de "tolerancia cero". El juez dice que "se desconoce" cu¨¢ntos padres pueden haber sufrido el mismo destino que los 471 identificados.
En sus viajes a Honduras para encontrar a estos padres separados de sus hijos, Bustamante ha visto la cara m¨¢s espantosa de la pol¨ªtica de Trump. Padres de ni?os hasta de seis a?os o con minusval¨ªas f¨ªsicas que no saben nada de ellos. Historias de c¨®mo se los arrancaron de los brazos. Historias de abusos en detenci¨®n. ¡°Es un desastre ¨¦pico y completamente prevenible¡±, dice Bustamante. ¡°Fue dise?ado para herir, para hacer da?o a Latinoam¨¦rica y a tres pa¨ªses en particular. Y lo han conseguido. Lo han conseguido por d¨¦cadas. El trauma de esos ni?os va a durar d¨¦cadas¡±. El precedente del pasado s¨¢bado puede ser el principio de un largo proceso de restituci¨®n a las v¨ªctimas colaterales de Trump.
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