El jefe del Estado Mayor argelino pide inhabilitar a Buteflika
Gaid Salah retira el apoyo al presidente y reclama la aplicaci¨®n del art¨ªculo 102 de la Constituci¨®n por incapacidad para ejercer sus funciones
El jefe del Estado Mayor en Argelia y viceministro de Defensa, el general Ahmed Gaid Salah, ha pedido este martes mediante un discurso televisado la inhabilitaci¨®n de su inmediato superior, el ministro de Defensa y presidente, Abdelaziz Buteflika, enfermo desde 2013. Un mes de movilizaciones tan gigantescas como pac¨ªficas han bastado para lograr algo impensable el 10 de marzo, cuando Buteflika, de 82 a?os, anunci¨® que se postular¨ªa para un quinto mandato en las presidenciales del 18 de abril. En un pa¨ªs donde el Ej¨¦rcito ejerce como verdadero poder en la sombra, el jefe del Estado Mayor ha emitido un mensaje inequ¨ªvoco: ¡°Se ha convertido en necesario, incluso imperativo, adoptar una soluci¨®n para salir de esta crisis, que responde a reivindicaciones leg¨ªtimas del pueblo argelino¡±.
Esa ¡°soluci¨®n¡± que ofrece el general es el art¨ªculo 102 de la Constituci¨®n, que establece la posibilidad del relevo cuando el presidente de la Rep¨²blica, ¡°a causa de una enfermedad grave y duradera se encuentra totalmente imposibilitado para ejercer sus funciones¡±. La Constituci¨®n contempla que el Consejo Constitucional verifique la incapacidad del presidente para ejercer sus funciones. Despu¨¦s, debe proponer al Parlamento su inhabilitaci¨®n, quien ha de aprobarla por mayor¨ªa de dos tercios. A partir de ah¨ª, el presidente del Senado, Abdelk¨¢der Bensal¨¢, asumir¨ªa la presidencia interina del pa¨ªs y ser¨ªa el encargado de organizar las elecciones presidenciales durante un periodo m¨¢ximo de 135 d¨ªas.
Buteflika pronunci¨® su ¨²ltimo discurso p¨²blico en mayo de 2012. En abril de 2013 sufri¨® un infarto cerebral y desde entonces solo se desplaza en silla de ruedas y solo sale de su residencia para someterse a revisiones m¨¦dicas en Francia y en Suiza. A pesar de esas limitaciones, la Armada apoy¨® su candidatura en las elecciones de 2014, que Buteflika gan¨® sin asistir a un solo mitin y respald¨® su candidatura para los comicios presidenciales que iban a celebrarse en abril.
Gaid Salah, de 79 a?os, nunca apel¨® al art¨ªculo 102 de la Constituci¨®n, tras el infarto cerebral de Buteflika, en 2013. Incluso se mostr¨® en contra de las protestas. Tras las manifestaciones masivas del 22 de febrero, las que rompieron el muro del miedo, pronunci¨® en dos ocasiones sendos discursos de un tinte amenazador donde alertaba contra quienes pretenden llevar al pa¨ªs hacia ¡°los a?os del dolor¡±, en referencia a la llamada d¨¦cada negra (1992-2002), la guerra civil entre islamistas y el Ej¨¦rcito que caus¨® m¨¢s de 150.000 muertos.
Sin embargo, esas amenazas no surtieron efecto. Millones de argelinos siguieron manifest¨¢ndose cada viernes durante un mes. El r¨¦gimen parec¨ªa no darse por aludido. Buteflika expres¨® a trav¨¦s de cartas que alguien le¨ªa en su nombre, su intenci¨®n de no concurrir para un quinto mandato. Ofrec¨ªa dirigir un proceso de transici¨®n y entregar el poder a su sucesor, sin anunciar una fecha exacta de partida. A ra¨ªz de ese anuncio, las manifestaciones se volvieron a¨²n m¨¢s masivas.
El lunes 18 de marzo se produjo un hecho ins¨®lito. Gaid Sallah pronunci¨® un discurso en el que apelaba a la ¡°responsabilidad¡± para encontrar soluciones a la crisis. Por primera vez no menciona en su discurso a ¡°su excelencia el presidente de la Rep¨²blica, ministro de la Defensa nacional, jefe supremo de las fuerzas armadas¡±. Pero Buteflika, o sus m¨¢s allegados, no quisieron tampoco darse por enterados y siguieron adelante con un proyecto de transici¨®n que la calle volvi¨® a rechazar. Ahora, es el Consejo Constitucional, instituci¨®n controlado por el r¨¦gimen, quien tiene la opci¨®n de poner en marcha el 102.
El jurista argelio-tunecino Nessim Ben Gharbia indic¨® a este diario desde Par¨ªs: ¡°El mandato de Buteflika termina el 28 de abril. M¨¢s all¨¢ de esa fecha habr¨ªa un vac¨ªo constitucional y un caos institucional. El Ej¨¦rcito pod¨ªa haber optado entre el art¨ªculo 107 de la Constituci¨®n, que habla del Estado de excepci¨®n, y el 102. Finalmente, ha optado por la v¨ªa institucional, por una transici¨®n legal. Yo creo que el recuerdo de 1992 est¨¢ todav¨ªa en las cabezas y han querido evitar esa situaci¨®n.
¡°Ser¨ªa interesante saber¡±, a?ade Ben Gharbia, ¡°si el Consejo Constitucional ha sido informado de una manera informal antes de la declaraci¨®n del jefe del Ej¨¦rcito. O si, por el contrario, opondr¨¢ alguna resistencia. Yo dudo que vaya a oponerse, porque eso crear¨ªa una situaci¨®n de bloqueo institucional, que es lo que el r¨¦gimen intenta evitar¡±.
En realidad, la salida de Buteflika se daba ya por descontada entre los manifestantes. Pero el desaf¨ªo de la calle era mayor: el ¡°no al quinto mandato de Buteflika¡± se convirti¨® en un ¡°R¨¦gimen l¨¢rgate¡±. Y una parte indispensable de ese r¨¦gimen es el Ej¨¦rcito. Por tanto, la gran inc¨®gnita no est¨¢ ya en saber cu¨¢ndo y c¨®mo abandonar¨¢ Buteflika el poder. Lo har¨¢, en cualquier caso, de forma humillante, expulsado por su propio pueblo. La incertidumbre radica en saber qu¨¦ har¨¢ Gaid Salah, el jefe del Ej¨¦rcito m¨¢s poderoso de ?frica, despu¨¦s de Egipto.
Ahora, la sociedad civil se encuentra ante una disyuntiva: O bien acepta la senda de la Constituci¨®n que propone Gaid Salah, un camino lleno de caras demasiado conocidas, con hombres del r¨¦gimen que pilotar¨ªan la transici¨®n¡ O bien, sigue pidiendo en la calle que se vaya el r¨¦gimen. Y eso se?alar¨ªa directamente a Gaid Salah.
El abogado de derechos humanos Mustafa Buchachi, quien se ha convertido en uno de los rostros m¨¢s visibles en el movimiento de protestas, indic¨® a varios medios locales que los argelinos no aceptar¨¢n el art¨ªculo 102. [Aceptarlo] ¡°significar¨ªa que uno de los s¨ªmbolos del poder que ha dirigido este pa¨ªs durante los ¨²ltimos 20 a?os, el presidente del Senado, Abdelk¨¢der Bensal¨¢, dirigir¨¢ el periodo de transici¨®n. ¡°Si hubiesen sido serios habr¨ªan aplicado el 102 hace varios a?os¡±. Buchachi se?al¨® al sitio Huffpostmaghreb: ¡°Nosotros deseamos una transici¨®n dirigido por hombres y mujeres que no hayan participado en la gesti¨®n del pa¨ªs en los ¨²ltimos 20 a?os¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.