Venezuela afronta el fantasma de la crisis de combustible
El r¨¦gimen necesita colocar en el mercado los 435.000 barriles de petr¨®leo que no podr¨¢ vender a EE UU
La concreci¨®n del veto estadounidense a la compra y comercializaci¨®n del crudo venezolano y el grav¨ªsimo deterioro de la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) podr¨ªan debilitar a¨²n m¨¢s al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro y sumir al pa¨ªs en una peligrosa espiral de escasez cr¨®nica de combustible y electricidad en un corto espacio de tiempo.
El plazo de 90 d¨ªas dado por la Administraci¨®n de Trump ha expirado: Venezuela ya no puede colocar en el mercado estadounidense los 435.000 barriles diarios de petr¨®leo que todav¨ªa le vend¨ªa a ese pa¨ªs, 300.000 de los cuales estaban destinados a la refiner¨ªa estadounidense Citgo, propiedad venezolana, ahora con una directiva nombrada por el presidente encargado, Juan Guaid¨®.
La Administraci¨®n de Maduro trabaja contra el reloj para intentar conseguir compradores alternativos en el mercado, pero se ha topado con enormes dificultades, todas vinculadas al veto y las sanciones impuestas por Washington en el terreno econ¨®mico.
Pocas empresas quieren negociar con el Gobierno de Maduro en estas circunstancias. La compa?¨ªa india Reliance hab¨ªa aceptado la oferta de crudo del Gobierno bolivariano, pero tuvo que declinar nuevos compromisos en virtud de las presiones de Estados Unidos, que tambi¨¦n maniobra para vetar el uso del d¨®lar en las transacciones financieras tras el anuncio de sanciones al Banco Central de Venezuela.
En este momento, las autoridades venezolanas trabajan a marchas forzadas para triangular alg¨²n acuerdo con Turqu¨ªa y Qatar, buscando en alta mar cargueros que permitan gestionar intercambios de petr¨®leo por gasolina.
Rusia y China, dos de los tradicionales aliados del chavismo, ser¨ªan, en teor¨ªa, las dos naciones que podr¨ªan suplir la demanda de Estados Unidos y devolver la tranquilidad al pa¨ªs. Rafael Quiroz, experto petrolero, autor y acad¨¦mico de la Universidad Central de Venezuela, apunta que ambos pa¨ªses est¨¢n, sobre todo, muy interesados en que Maduro vaya cancelando las enormes deudas que Venezuela tiene con ellas: China estar¨ªa dispuesta a pagar el 20% del despacho de crudo, y aceptar el 80% restante como amortizaci¨®n de las deudas venezolanas. Rusia acepta pagar el 30% del petr¨®leo ofertado. La deuda actual de PDVSA con China es de 84.000 millones de d¨®lares, un monto que duplica la totalidad de la deuda del Estado venezolano con la banca acreedora internacional en los a?os ochenta.
Las finanzas venezolanas est¨¢n en alerta roja. Y la otrora todopoderosa industria petrolera local, fuente de la tradicional abundancia del pasado, est¨¢ en las ruinas: luego de ser un productor de m¨¢s de tres millones diarios de barriles de petr¨®leo, en este momento apenas promedia los 800.000, seg¨²n datos actualizados que maneja la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Productores de Petr¨®leo (OPEP). ¡°S¨®lo el 10% de la producci¨®n petrolera actual venezolana genera utilidades¡±, asegura Quiroz.
Parte de la urgencia actual consiste en que el pa¨ªs se puede quedar sin combustible en muy poco tiempo. Los inventarios actuales de gasolina y di¨¦sel, seg¨²n documentos internos de la propia compa?¨ªa, ofrecen unos niveles de autonom¨ªa futura de 10 d¨ªas, y unos 20 d¨ªas para el combustible de aviones. Hasta poco despu¨¦s de la llegada de Hugo Ch¨¢vez al Gobierno, PDVSA surt¨ªa con hist¨®rica suficiencia todo el mercado interno de combustibles y derivados energ¨¦ticos. V¨ªctor Poleo, ingeniero y acad¨¦mico de posgrado de la Universidad Central de Venezuela y ex viceministro de Energ¨ªa, asegura que la producci¨®n local de gasolina es el 25% del mercado
¡°La situaci¨®n de PDVSA es muy grave¡±, agrega Poleo. ¡°El Estado necesita importar urgentemente componentes de gasolina, diluentes y nafta catal¨ªtica que antes fabricaba, y el di¨¦sel, con el cual se alimentan las plantas termoel¨¦ctricas¡±. El acad¨¦mico no descarta en lo absoluto un estado cr¨®nico de escasez de combustibles y luz en el pa¨ªs. El entorno de demandas legales y vetos, junto a la formalizaci¨®n de estas sanciones son para Poleo ¡°el tiro de gracia a la industria petrolera venezolana en este momento¡±.
Gesti¨®n catastr¨®fica
La evaporaci¨®n de los sueldos y el deterioro general del pa¨ªs han ocasionado una grave sangr¨ªa de cuadros gerenciales y recursos humanos en PDVSA. Los vol¨²menes de corrupci¨®n, despilfarro, donaciones internacionales incontroladas, acuerdos energ¨¦ticos forzados pol¨ªticamente y tr¨¢fico de influencias fueron desproporcionadamente altos durante las administraciones de Al¨ª Rodr¨ªguez Araque, Rafael Ram¨ªrez y Eulogio Del Pino, los gerentes petroleros de Hugo Ch¨¢vez y Nicol¨¢s Maduro.
Tras a?os de desinversi¨®n, despilfarro y accidentes industriales graves, que no fueron investigados por el anterior Legislativo chavista, las refiner¨ªas venezolanas, con una capacidad instalada de las mayores del mundo, ¡°no refinan¡±, como afirma Poleo, no producen naftas, gasolina, aceites o di¨¦sel, y trabajan, en l¨ªneas generales, al 25% de su capacidad.
El Gobierno de Maduro ha procurado suavizar su discurso y su actitud hacia las multinacionales petroleras, algunas de las cuales siguen operando en el pa¨ªs, pero no consigue entusiasmarlas para que se embarquen en operaciones que reactiven la producci¨®n. Las empresas rusas mantienen con Maduro una relaci¨®n de trabajo permanente. El Estado venezolano necesita muchos millones de d¨®lares para reactivar la industria que le daba de comer, y ahora no tiene una empresa petrolera poderosa que tenga los recursos para invertir en ello.
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