Juncker asume como error no haber hecho campa?a contra las ¡°mentiras¡± del Brexit
El presidente de la Comisi¨®n reivindica su legado en v¨ªsperas de la ¨²ltima cumbre europea antes de las elecciones del 26 de mayo
Fiel a su personal estilo hasta el ¨²ltimo momento, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, ha hecho balance este martes de sus cinco a?os de mandato con una pausada reivindicaci¨®n de sus logros te?ida de iron¨ªas y gui?os para propios y extra?os. La recuperaci¨®n econ¨®mica y la supervivencia de la unidad de la zona euro son las dos grandes medallas que el veterano pol¨ªtico luxemburgu¨¦s se llevar¨¢ a su retiro. Y su gran error, "no haber intervenido durante la campa?a del refer¨¦ndum del Brexit en Reino Unido, porque la Comisi¨®n Europea pod¨ªa haber rebatido las mentiras que se propagaron". Bruselas guard¨® silencio, a petici¨®n de Londres. Y los partidarios del Brexit colocaron a la UE ante la primera escisi¨®n en sus 60 a?os de historia.
El testamento pol¨ªtico de Juncker llega, precisamente, a solo dos d¨ªas de la cumbre europea extraordinaria del 9 de mayo en Sibiu (Ruman¨ªa), una cita que ¨¦l mismo propuso con el objetivo simb¨®lico de resetear la Uni¨®n Europea tras la salida del Reino Unido del club. "El Brexit no ha tenido a¨²n lugar, pero sigue siendo m¨¢s urgente que nunca hablar de nuestro futuro y de nuestra agenda positiva", ha se?alado Juncker en una rueda de prensa previa a la cumbre.
Juncker es consciente de que Sibiu marcar¨¢ tambi¨¦n el principio del fin de su mandato. Su cargo no expira hasta el 31 de octubre. Pero las elecciones al Parlamento Europeo del 26 de mayo pondr¨¢n en marcha el proceso de relevo y durante los pr¨®ximos meses la Comisi¨®n de Juncker ser¨¢ poco m¨¢s que un pato cojo encargado de mantener la estructura al ralent¨ª hasta que llegue la nueva c¨²pula comunitaria.
Los socios europeos, sin presencia de Reino Unido, debatir¨¢n ya en Sibiu el proceso de selecci¨®n de los n¨²meros cargos pendientes de renovaci¨®n, desde la presidencia de la Comisi¨®n a la del Banco Central Europeo (Mario Draghi) o el Consejo Europeo (Donald Tusk). Los nombramientos no se esperan hasta finales de junio. Pero el regateo empieza esta semana.
Juncker pasar¨¢ el testigo convencido de que ha cumplido las promesas con las que lleg¨® a Bruselas en 2014, tras convertirse en el primer presidente de la Comisi¨®n Europea elegido tras hacer una suerte de campa?a electoral por todo el continente como candidato de su formaci¨®n (el Partido Popular Europeo).
"Mis tres prioridades fueron empleo, crecimiento e inversi¨®n, y hemos cumplido", ha subrayado el presidente de la Comisi¨®n. Y ha detallado: "Los seis a?os de crecimiento econ¨®mico ininterrumpido, 240 millones de personas trabajando, una cifra r¨¦cord, y la inversi¨®n al mismo nivel que antes de la crisis en 2007". El llamado plan Juncker de inversi¨®n, que puso en marcha nada m¨¢s llegar a Bruselas, "ha movilizado m¨¢s de 400.000 millones de euros y sin aumentar el endeudamiento", ha celebrado el presidente saliente.
Juncker ha recordado que la tremenda recesi¨®n estuvo a punto de llevarse por delante la integridad del euro. "La gente no le da importancia ahora, pero yo recuerdo perfectamente que Grecia estuvo muy cerca de salir del euro", ha se?alado el luxemburgu¨¦s. "Ha sido un logro europeo volver a resurgir despu¨¦s de la crisis econ¨®mica", ha a?adido.
En pol¨ªtica exterior se marcha con la inesperada conquista de haber logrado calmar las ansias de guerra comercial del presidente de EE UU, Donald Trump, durante una cumbre bilateral en Washington que todav¨ªa tiene admirados a los diplom¨¢ticos europeos. Juncker logr¨® neutralizar la amenaza de nuevos arancles contra productos europeos (tras los impuestos a las exportaciones de acero y aluminio) con una tregua negociadora que todav¨ªa mantienen ambas partes. El presidente de la Comisi¨®n ha se?alado que su equipo y el de Trump "se mantienen en contacto diario" y conf¨ªa en que las negociaciones contin¨²en para evitar el zarpazo arancelario que amenaza a las exportaciones europeas de autom¨®viles.
En la recta final de su mandato, Juncker ha prodigado puyazos a propios y extra?os, con un sentido del humor que puede resultar temible ahora que parece dispuesto a abandonar definitivamente la escena europea como el m¨¢s longevo de los pol¨ªticos comunitarios.
Ha lamentado intransigencia de "esos pa¨ªses donde se habla a menudo la lengua de Goethe"; ha bromeado sobre el dominio de la lengua de Shakespeare en las instituciones comunitarias ("nadie entiende a Inglaterra, pero todo el mundo aqu¨ª entiende ingl¨¦s"), y se ha desmarcado de su compa?ero de partido, el primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, al que un d¨ªa llam¨® "peque?o dictador". "Orb¨¢n ha dicho en una entrevista que tenemos una buena relaci¨®n personal. Para m¨ª eso es una noticia", ha ironizado el exprimer ministro de Luxemburgo, expresidente del Eurogrupo y, muy pronto, expresidente de la Comisi¨®n Europea.
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