El inquietante avance de la ¡®revoluci¨®n azafr¨¢n¡¯ en la India

A Mohammad Alauf, de 21 a?os, sus padres le sacaron de su aldea, en el Estado de Bihar ¡ªparte del cintur¨®n hind¨² de la India¡ª, para evitar que, como les sucediera a dos parientes lejanos, una turba de radicales vestidos con t¨²nicas de color azafr¨¢n le linchase por sospechar que ten¨ªa vacas, un animal sagrado para los hind¨²es. Sus familiares pudieron contarlo, pero no las 44 v¨ªctimas mortales ¡ª36 de ellas, musulmanes¡ª contabilizadas por la ONG Human Rights Watch entre 2015 y 2018, durante el Gobierno de Narendra Modi, primer ministro en funciones.

Alauf, estudiante de ?rabe en la Universidad de Delhi, cree que la violencia de grupos de la mayor¨ªa hind¨² (80% de los 1.300 millones de indios) contra la minor¨ªa musulmana (14%) es ¡°impredecible, algo que puede explotar en cualquier momento¡±. ¡°Los hind¨²es no son peligrosos en general, pero los pocos que s¨ª son una amenaza est¨¢n en el poder¡±, explica el joven en el patio de una atiborrada mezquita del Viejo Delhi.

En una India cada vez m¨¢s fracturada ¡ªel sur, resistente ante Modi, frente al devoto norte hind¨², y viceversa, m¨¢s las tradicionales divisiones regionales, de clase y de casta¡ª, s¨®lo hac¨ªa falta tiempo para que los cantos de sirena populistas que explotan la identidad como un arma arrojadiza acabaran cobr¨¢ndose un peaje. Esa amenaza se llama hindutva, trasunto hind¨² del islamismo pol¨ªtico que puede consagrarse definitivamente si el BJP de Modi, un partido de base hinduista adem¨¢s de conservador y nacionalista, revalida su poder. Los denominados ¡°grupos de vigilantes de las vacas¡± son su vanguardia.

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Los cient¨ªficos sociales indios incluso han puesto nombre al fen¨®meno, saffronisation (de saffron, azafr¨¢n en ingl¨¦s), porque este tsunami naranja, sostienen sus detractores, amenaza no solo a minor¨ªas como la musulmana, sino los cimientos mismos de un Estado que naci¨® inclusivo, laico y plural, y ¨¢mbitos como la educaci¨®n y la cultura, por no hablar del relato, o los relatos, de la historia.

¡°La hindutva amenaza a la naci¨®n entera. El esp¨ªritu de la Constituci¨®n se vulnera deliberadamente cuando se enfatizan las diferencias entre comunidades, como hace el Gobierno. Se hace un mal uso de las instituciones para servir a los intereses del BJP. Las minor¨ªas son solo una parte del problema; la autonom¨ªa de las instituciones y, sobre todo, el pluralismo como pilar de la democracia est¨¢n seriamente amenazados¡±, sostiene Zoya Hasan, catedr¨¢tica em¨¦rita de la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU, en sus siglas inglesas) y exmiembro de la Comisi¨®n Nacional de Minor¨ªas.

En su alma mater, independiente y cr¨ªtica ¡ª¡°espero que resista las presiones y siga plantando cara¡±, dice Hasan¡ª, el campus de la facultad de Ciencias Sociales es un enorme pasqu¨ªn en el que destaca una pintada: ¡°Resiste al fascismo en cualquiera de sus formas¡±. El grafiti refleja la figura de una vaca, y dentro, sobreimpresos, el bigotillo de Hitler y la barba blanca de Modi. Ello demuestra que los concernidos son muchos m¨¢s que los miembros de una simple minor¨ªa, por cuantiosa que esta sea (150 millones de personas).

Pero el campus de la JNU puede estar tan alejado de la India cotidiana como los dem¨®cratas de Nueva York o Washington respecto del cintur¨®n de ¨®xido de EEUU que dio la presidencia a Trump en 2016. La aplastante realidad es la m¨¢s que probable victoria del BJP, y con ella la del supremacismo hind¨², y en paralelo la creciente segregaci¨®n de las comunidades minoritarias, como se comprueba al cruzar el l¨ªmite entre Nueva Delhi y el Viejo Delhi, principal enclave ¡ªy gueto potencial¡ª de la minor¨ªa musulmana de la ciudad: dos mundos que se dan la espalda.

Acoso pol¨ªtico y econ¨®mico

¡°Hasta ahora hab¨ªa normas que creaban espacios para todos; todos ¨¦ramos indios, independientemente de la fe que profesaras. Pero ahora esta es una naci¨®n con ciudadanos de segunda clase que no solo sufren acoso pol¨ªtico, sino tambi¨¦n econ¨®mico: la desmonetizaci¨®n de 2016 afect¨® especialmente a los musulmanes, sobrerrepresentados en el sector informal¡±, subraya Surinder S. Jodhka, profesor del Centro para el Estudio de los Sistemas Sociales de la JNU.

Los musulmanes ¡ªy los cristianos, blanco tambi¨¦n de la hindutva pero ¡°m¨¢s protegidos porque son una ¨¦lite econ¨®mica y educativa¡±, explica Jodhka¡ª son indios desde hace muchas generaciones. En un pa¨ªs en continua transformaci¨®n y crecimiento desde 1947, fecha de la independencia, ¡°hay mucha ansiedad, pol¨ªtica e emocional, lo que se plasma en asuntos como el repliegue identitario frente a un enemigo, en este caso los musulmanes. Como no se trata de competir por una parcela de la econom¨ªa, porque no hay competencia posible, la hindutva ha elegido como rival a la comunidad que profesa la religi¨®n del enemigo n¨²mero uno, Pakist¨¢n¡±, a?ade Jodhka.

En la agenda de la hindutva figuran tres objetivos principales: la construcci¨®n de un templo hind¨² sobre los restos de una mezquita demolida en 1992 en Ayodhya, una acci¨®n que provoc¨® revueltas con m¨¢s de 2.000 muertos en todo el pa¨ªs, y cuyo proyecto est¨¢ sub iudice; la cadena perpetua para los que maten vacas, y la derogaci¨®n del art¨ªculo 370 de la Constituci¨®n, que otorga un estatuto especial al ¨²nico Estado de mayor¨ªa musulmana del pa¨ªs, el de Jammu y Cachemira.

Para los defensores de la hindutva, estas demandas son innegociables, aunque uno de sus principales l¨ªderes, Rakesh Sinha, niegue la existencia de una agenda secreta azafr¨¢n. ¡°En un mundo tan globalizado ning¨²n programa puede mantenerse oculto. El del BJP es un programa nacional indio, toda agenda es nacional y la India es lo primero¡±. Pero este ide¨®logo del movimiento Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), matriz del BJP, intenta marcar distancia de la pol¨ªtica. ¡°Hemos revitalizado el legado cultural e hist¨®rico de este pa¨ªs, que hab¨ªa sido destrozado por los brit¨¢nicos, y ahora somos m¨¢s asertivamente indios. Solo pedimos que se aplique la ley, por ejemplo en lo relativo a las vacas: son animales sagrados y quienes los maten deben sentir todo el peso de la ley¡±.

¡°Modi ha triunfado entre los pobres gracias a sus programas nacionales para todos. Pero esos intelectuales de la universidad, tan desconectados de las masas, no lo entienden, porque no tienen ninguna relaci¨®n con el pueblo¡±, contin¨²a Sinha. ¡°As¨ª que la supuesta agenda oculta hindutva no es m¨¢s que eso, una propaganda sin sentido de la izquierda para demonizar al l¨ªder m¨¢s poderoso que ha tenido la India¡±. El mismo discurso anti¨¦lites que ha triunfado en EEUU o colonizado los movimientos nacionalpopulistas europeos: la gran revancha del pueblo frente al poder establecido. Los resultados de las elecciones, que se publicar¨¢n este jueves, se encargar¨¢n de otorgar, seg¨²n todos los indicios, definitiva carta de naturaleza a la imparable revoluci¨®n azafr¨¢n.