¡°Me preocupa que la UE pueda dejar de existir¡±

La ¨²ltima semana electoral de Margrethe Vestager (Glostrup, Dinamarca, 51 a?os) arranca en el Caf¨¦ Europa. El local, en pleno centro de Copenhague, sirve buen caf¨¦ italiano, gofres belgas, pasteler¨ªa francesa o tortilla de patatas. En ese templo del desayuno europeo, la comisaria de Competencia y una de las cabezas de cartel de la Alianza de Liberales y los Dem¨®cratas (ALDE) para las elecciones europeas charla con un nutrido grupo de ciudadanos de todas las edades.

La comisaria no es federalista, pero le inquieta que el proyecto europeo se pueda ir al traste por el auge del populismo y el nacionalismo. ¡°Muchos j¨®venes temen que la UE pueda dejar de existir en 20 a?os. Comparto plenamente la preocupaci¨®n¡±. A mediod¨ªa, cuando habla con EL PA?S en la Casa de Europa, deja claro que el miedo no la paraliza. ¡°Soy una optimista porque los pesimistas nunca hacen nada¡±.

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Pregunta. ?Afronta las elecciones como una batalla contra el populismo, el nacionalismo y la extrema derecha?

Respuesta. S¨ª. Pero tambi¨¦n como una oportunidad de dar un empuj¨®n para lo que queremos. Tras todo lo que ha pasado este continente, desde guerras civiles a terrorismo, ahora tenemos una Europa unida y m¨¢s pr¨®spera que nunca. Eso no significa que todo est¨¦ bien. Hay una larga lista de problemas que abordar: el cambio clim¨¢tico, el comercio global, la desigualdad, la gesti¨®n de la inmigraci¨®n ilegal¡­ Pero nos hemos olvidado de c¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª. Debemos tener m¨¢s confianza en nosotros si queremos desempe?ar un papel global. Y a la vez, defender el Estado de derecho, la libertad de prensa y la igualdad, tambi¨¦n de g¨¦nero, ante quienes quieren destruirlo.

La gesti¨®n de la migraci¨®n a largo plazo debe tratarse con urgencia

P. El domingo, la ultraderecha, tambi¨¦n la danesa, trat¨® de hacer una demostraci¨®n de fuerza en Mil¨¢n de cara a las elecciones. ?C¨®mo comisaria se ve m¨¢s obligada a plantarles cara?

R. Me parece una paradoja extrema verlos juntos, porque afirman que est¨¢n protegiendo el Estado naci¨®n. Pero basta ver el esc¨¢ndalo de Austria y c¨®mo est¨¢n dispuestos venderse a los rusos. Deber¨ªan explicarlo. Y deber¨ªan explicar tambi¨¦n por qu¨¦ creen que su receta funcionar¨¢. Porque problemas como el cambio clim¨¢tico son transfronterizos y hoy los datos circulan m¨¢s f¨¢cilmente que el agua contaminada.

P. El auge del populismo ya fue el eje central de los comicios de 2014. ?Qu¨¦ han hecho o dejado de hacer las instituciones para no poder frenar su avance?

R. Algunos querr¨ªan ganar poder diciendo que los otros son idiotas, que la soluci¨®n es f¨¢cil y que ellos la tienen. Lo m¨¢s preocupante es que tanta gente les vote. Pero al margen de esto, el progreso es lento. Por ejemplo, se necesita tiempo para que un mercado laboral se abra para que los j¨®venes hallen oportunidades.

P. ?La crisis migratoria de 2015 fue un punto de inflexi¨®n para Europa?

R. S¨ª, hasta cierto punto. Yo me quejaba por el embrollo de 2015 y las dificultades para encontrar una soluci¨®n conjunta. Pero un colega me record¨® el caos que se produjo cuando se desat¨® la crisis financiera. Al final los Estados miembros se dieron cuenta de que deb¨ªan actuar unidos para evitar el colapso. Aqu¨ª ocurre lo mismo. Cuando llegaron refugiados de Siria, y entre ellos tambi¨¦n inmigrantes ilegales, lo m¨¢s importante era salvar vidas. Pero tambi¨¦n deben tratarse con urgencia los efectos a largo plazo. Y a¨²n no tenemos un sistema de asilo com¨²n.

Las tecnol¨®gicas deben pagar en el pa¨ªs en el que hacen negocios

P. ?Y es posible con Gobiernos con Orb¨¢n o Salvini?

R. Lo m¨¢s llamativo es que ni sus propuestas son las mismas. Ahora no hay una crisis inmediata, pero los movimientos de personas van a continuar. Hay que buscar un mecanismo estable, porque los europeos tienen una gran solidaridad con quienes necesitan protecci¨®n, pero quieren que se haga de forma ordenada.

P. Ha plantado cara a los gigantes tecnol¨®gicos por vulnerar las normas de Competencia, pero ?apoya una tasa que grave su actividad en los pa¨ªses donde operan?

R. S¨ª. Es justo que las empresas paguen su contribuci¨®n a la sociedad en la que hacen negocios. Las compa?¨ªas digitales tienen un tipo medio del 9% en el impuesto de sociedades, mientras que las tradicionales pagan el 23%. ?C¨®mo justificamos esa diferencia? Yo no puedo y creo que debe cambiar.

P. ?Y c¨®mo explica que algunos Gobiernos, tambi¨¦n de ALDE, bloqueen esa propuesta?

R. Tendr¨¢n que ser ellos quienes lo expliquen. Claro que necesitamos un acuerdo global, pero un pacto europeo ser¨ªa clave para alcanzarlo. Y s¨ª, el Gobierno dan¨¦s, liderado por un partido liberal que est¨¢ en la misma familia que el m¨ªo, est¨¢ en desacuerdo con esa tasa. Eso ilustra c¨®mo de amplias son esas familias.

P. ?Se ve tras las elecciones como la candidata de una coalici¨®n progresista para presidir la Comisi¨®n?

Apuesto por una coalici¨®n de ALDE, socialdem¨®cratas y Los Verdes

R. No lo s¨¦. Y no importa cu¨¢nto desee que se unan los centristas, porque estamos en campa?a electoral. Nunca obtienes algo sin antes pedirlo. Ni siquiera un no. Lo peor que me puede pasar cuando digo que estoy disponible es que me den un no. Eso afectar¨¢ a mi vanidad, pero sobrevivir¨¦.

P. ?Y apuesta por ese pacto?

R. Podr¨ªamos hacer una coalici¨®n fuerte si empezamos por la renovada familia de ALDE y Renaissance, los socialdem¨®cratas y espero que Los Verdes est¨¦n interesados, porque hemos que lidiar con el cambio clim¨¢tico o la econom¨ªa sostenible. A partir de ah¨ª, debemos hallar tambi¨¦n una relaci¨®n de trabajo con el Partido Popular. Si las encuestas tienen raz¨®n, no ser¨¢ posible una mayor¨ªa solo de dos partidos. Y la necesidad es un buen incentivo.

P. Sus aspiraciones dependen tambi¨¦n del apoyo del Gobierno dan¨¦s... ?Lo tendr¨¢?

R. Y de las complicadas negociaciones que habr¨¢ entre el Consejo y el Parlamento. No lo s¨¦. Las elecciones en Dinamarca [del 5 de junio] son muy especiales, porque no se presenta una derecha, sino una derecha XXL que dice que deportar¨¢ a entre 500.000 y 700.000 personas. Y su visibilidad har¨¢ que las fuerzas de centro reconsideren sus posiciones.

P. En Espa?a, Ciudadanos gobierna en Andaluc¨ªa gracias a los votos de Vox. ?Es partidaria de pactar o aislar a la ultraderecha?

R. Es muy complejo. En Dinamarca, varios Gobiernos han trabajado con la derecha, pero en Suecia hicieron lo contrario. Y en ambos casos, la derecha subi¨®.