Alemania aprueba una pol¨¦mica ley para agilizar el proceso de deportaci¨®n de inmigrantes

Acelerar y hacer efectivas las deportaciones de inmigrantes con orden de expulsi¨®n y facilitar la incorporaci¨®n de trabajadores cualificados al mercado laboral. Esos son los principales objetivos del paquete legislativo aprobado este viernes en el Parlamento alem¨¢n y con el que el Gobierno quiere ¡°ordenar, controlar y limitar la inmigraci¨®n¡±. Conservadores y socialdem¨®cratas, socios en el Ejecutivo de gran coalici¨®n, presentaron como un logro las siete leyes migratorias, que han recibido duras cr¨ªticas de la oposici¨®n, acad¨¦micos y varias organizaciones.

La ley supone un compromiso entre los partidos de la gran coalici¨®n, en la que el bloque conservador (CDU / CSU) ha puesto el ¨¦nfasis en la expulsi¨®n y los socialdem¨®cratas en el acceso de inmigrantes y demandantes de asilo al mercado de trabajo. Despu¨¦s de semanas de agitaci¨®n pol¨ªtica antes y despu¨¦s de las elecciones europeas y de encuestas demoledoras para los partidos en el Gobierno, este paquete le permite al debilitado Ejecutivo alem¨¢n ofrecer un resultado tangible de su gesti¨®n.

Un total de 372 parlamentarios votaron a favor de la ley de deportaci¨®n, mientras que 159 la rechazaron y 111 se abstuvieron. ¡°Quien no tenga derecho a quedarse debe abandonar el pa¨ªs¡±, dijo Horst Seehofer, el ministro del Interior, de la conservadora Uni¨®n Social Cristiana b¨¢vara (CSU), al frente de la iniciativa. Los Verdes y el partido de La Izquierda consideraron la norma un retroceso para los derechos fundamentales de los inmigrantes. ¡°Un d¨ªa negro para la democracia¡±, lo llam¨® la parlamentaria Filiz Polat, del partido ecologista. El secretario general del SPD, Lars Klingel, defendi¨® el paquete y asegur¨®: ¡°Detenciones masivas y otros tratos inhumanos no aparecen en la ley porque nosotros lo hemos evitado¡±.

La llamada ley del retorno ordenado forma parte del paquete migratorio y es la que mayor pol¨¦mica ha suscitado. La idea es lograr que las expulsiones se materialicen, ya que cerca de la mitad no se consuman. Unas 31.000 expulsiones programadas en 2018 no se efectuaron, frente a las 25.000 que se ejecutaron. Ahora, la ley ¡°elimina numerosos obst¨¢culos pr¨¢cticos a la deportaci¨®n e incrementa las posibilidades de que las personas obligadas a dejar el pa¨ªs lo abandonen¡±, seg¨²n el Ministerio del Interior.

Las condiciones para la privaci¨®n de libertad con vistas a la deportaci¨®n se ampl¨ªan para incluir, por ejemplo, a personas consideradas peligrosas o que no cooperen en su identificaci¨®n. La fecha de la deportaci¨®n ser¨¢ secreta y se castigar¨¢ a quien la desvele. La idea es que las personas que deben ser deportadas no desaparezcan el d¨ªa antes de subir al avi¨®n. Adem¨¢s, el texto contempla el recorte de beneficios sociales para aquellos a los que se les haya dado asilo en otro pa¨ªs de la UE, as¨ª como la opci¨®n de que de manera transitoria se encierre a futuros deportados en prisiones, separados de presos comunes, hasta que se ampl¨ªen las plazas en centros especializados.

Gracias a las nuevas normas, los demandantes de asilo llamados ¡°tolerados¡±, es decir, que a pesar de no haberse reconocido su solicitud est¨¦n integrados y tengan un trabajo estable, conozcan el idioma y no hayan tenido problemas con la justicia, recibir¨¢n un estatuto legal para proporcionarles seguridad a ellos y sus empleadores. La parlamentaria del SPD Eva H?gl explic¨® que de las 240.000 personas obligadas a dejar el pa¨ªs, 180.000 son ¡°toleradas¡±; su marcha est¨¢ suspendida ante la imposibilidad de enviarlos a pa¨ªses como Afganist¨¢n.

El paquete legislativo incluye la ley de trabajadores cualificados, que permite la entrada de licenciados universitarios y aprendices de formaci¨®n profesional que vengan a trabajar o buscar empleo. El pre¨¢mbulo explica que el desempleo nunca hab¨ªa sido tan bajo desde la reunificaci¨®n y que hay cerca de 1,2 millones de puestos vacantes. Se elimina la lista de profesiones m¨¢s necesitadas y se ampl¨ªa a cualquier empleo. Los beneficiarios podr¨¢n buscar trabajo en Alemania y quedarse hasta seis meses siempre que tengan la formaci¨®n necesaria, conozcan el idioma y tengan medios para subsistir. La idea es coordinarse mejor con las agencias de empleo de los pa¨ªses de origen.

Mercado laboral

Seehofer consider¨® que con esta iniciativa, Alemania ¡°refuerza su econom¨ªa, que necesita trabajadores cualificados¡± y cumple con su ¡°responsabilidad humanitaria¡±. Pero fueron sus palabras fuera de guion las que horas antes desataron una tormenta, al asegurar que ¡°hay que hacer leyes complicadas para que la gente no caiga en la cuenta¡±. Seehofer dijo despu¨¦s que lo suyo fue una ligera iron¨ªa. ¡°?Seehofer hace las leyes complicadas para ocult¨¢rselas a los ciudadanos? Semejante consideraci¨®n de la democracia por parte del ministro de Interior me deja perpleja¡±, tuite¨® Annlena Baerbock, col¨ªder de Los Verdes.

Thomas Liebig, experto en migraciones de la OCDE, explica que hasta ahora Alemania ha dependido en gran parte de trabajadores comunitarios, pero que el envejecimiento de la poblaci¨®n en la UE y la mejora econ¨®mica en el Este ha reducido los flujos. ¡°Por eso y por su propia demograf¨ªa, Alemania est¨¢ obligada a buscar trabajadores fuera¡±, asegura. Liebig, como otros expertos, duda de la efectividad del paquete legal, pero cree que es importante porque ¡°Alemania establece formalmente que es un pa¨ªs de inmigraci¨®n¡±.

Entre las medidas aprobadas figura tambi¨¦n la extensi¨®n de la regulaci¨®n que obliga a los refugiados a vivir en un lugar para obtener beneficios, con la idea de ¡°proporcionar a los ayuntamientos la capacidad de planificar la integraci¨®n a largo plazo¡±.

En un comunicado, el Consejo para la Migraci¨®n, del que forman parte 150 acad¨¦micos, critic¨® el paquete legislativo por considerar que supone ¡°un deterioro para las personas que buscan protecci¨®n¡±. ¡°B¨¢sicamente impone sanciones y recorta beneficios. Esto no favorece el reclutamiento de trabajadores cualificados ni refuerza la obligaci¨®n de abandonar Alemania y, desde luego, tampoco la integraci¨®n de personas que se quedan a largo plazo¡±, sostiene Constantin Hruschka, abogado del Instituto Max Planck.