Espa?a y Alemania asumen cesiones clave para fraguar el esquema europeo
Ambos pa¨ªses aceptan no tener representantes nacionales en la c¨²pula a cambio de mejoras para el bloque
Alemania y Espa?a han resultado claves en el esquema de mando de la UE que ultimaban este domingo los l¨ªderes europeos. En ambos casos, sus dirigentes han dejado en un segundo plano una ganancia inmediata ¡ªtener a un representante de sus pa¨ªses en los cinco grandes puestos comunitarios¡ª a cambio de lograr un encaje beneficioso para todo el bloque. En el caso de Espa?a, el eventual cambio de aires en la c¨²pula de la Comisi¨®n Europea favorecer¨ªa sus intereses, al promover un alejamiento de las pol¨ªticas de austeridad hegem¨®nicas en los ¨²ltimos a?os.
Tanto Pedro S¨¢nchez como Angela Merkel han invertido grandes esfuerzos en facilitar el acuerdo sobre la renovaci¨®n de la c¨²pula comunitaria y salvar, de paso, el llamado proceso de los llamados spitzenkandidaten, que otorga a los partidos pol¨ªticos la potestad de designar a los aspirantes a presidir la Comisi¨®n Europea. La canciller alemana, pese a todo, evit¨® dar por hecho que la opci¨®n del socialdem¨®crata holand¨¦s Frans Timmermans como cabeza de la Comisi¨®n estaba cerrada. Consciente de la rebeli¨®n en sus propias filas, las de los populares europeos, quiso trasladar la idea de que una marcha atr¨¢s no ser¨¢ pac¨ªfica. ¡°Las conversaciones no ser¨¢n nada f¨¢ciles¡±, vaticin¨® Merkel a su llegada a la cumbre. S¨¢nchez prefiri¨® guardar silencio y reservar las valoraciones para cuando hubiera algo acordado o, al menos, m¨¢s pr¨®ximo al consenso.
La aceptaci¨®n ¡ªcon matices¡ª de ese sistema de candidatos principales ha supuesto tambi¨¦n un paso atr¨¢s del otro gran art¨ªfice de este acuerdo: Emmanuel Macron. El presidente franc¨¦s recelaba de un marco que resta capacidad de iniciativa a los l¨ªderes europeos. Si el pacto se consuma, significar¨¢ que ha aceptado que uno de los candidatos presentados como una especie de cabeza de cartel europeo acabe dirigiendo la Comisi¨®n, el ¨®rgano m¨¢s visible del poder comunitario. Macron tambi¨¦n renunciaba, en principio, a que haya un franc¨¦s en alguno de los cinco cargos principales.
Como negociador de la familia socialdem¨®crata, S¨¢nchez ha antepuesto el apoyo a Timmermans a las posibilidades reales que ten¨ªa Espa?a de llevarse uno de esos cinco grandes cargos en juego (presidencias de la Comisi¨®n, el Consejo y el Parlamento, alto representante y presidencia del Banco Central Europeo, aunque este cargo se decide con otros criterios y se anunciar¨¢ m¨¢s adelante). El m¨¢s factible era el de Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior. Ese cargo, en la pr¨¢ctica una jefatura de la diplomacia europea, estuvo al alcance de Espa?a en la cumbre del pasado 20 de junio, cuando el Partido Popular Europeo parec¨ªa a punto de hacerse de nuevo con la presidencia de la Comisi¨®n, aun a costa de arrumbar a los spitzenkandidaten.
Pero el giro de Berl¨ªn, que dejaba caer al candidato alem¨¢n, Manfred Weber, devolvi¨® las opciones a los socialistas. Y S¨¢nchez no ha dudado en sacrificar las aspiraciones espa?olas ¡ªcon un presidente socialdem¨®crata resulta imposible otorgar otro cargo de peso a la misma familia¡ª para facilitar el objetivo primordial. Se trataba de lograr, m¨¢s all¨¢ de la bandera del pa¨ªs, un giro al frente del Ejecutivo comunitario tras 15 a?os de presidentes conservadores.
Un alto cargo para Borrell
Agotada la v¨ªa del alto representante ¡ªsi este esquema fructifica¡ª, Espa?a aspira ahora a lograr un puesto de alto nivel en el seno de la Comisi¨®n, apuntan fuentes gubernamentales. En ese encaje, el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, ser¨ªa el mejor situado, con opci¨®n de acceder a una vicepresidencia. En todo caso, el organigrama del Ejecutivo comunitario solo se concretar¨¢ cuando el nuevo presidente tome posesi¨®n, en principio, el 1 de noviembre.
La Moncloa insisti¨® desde el principio en que la prioridad para Espa?a era contar con dirigentes ¡ªcon preferencias en la Comisi¨®n¡ª que aplicaran pol¨ªticas beneficiosas para el pa¨ªs. La bandera que exhibieran los responsables de estos puestos era secundaria, argumentaban en el entorno de Pedro S¨¢nchez. La soluci¨®n que se hilvanaba este domingo en Bruselas parece confirmar esas pretensiones. Restarle importancia a la nacionalidad permite, adem¨¢s, amortiguar cualquier sentimiento de frustraci¨®n por no haber situado a un espa?ol en esa n¨®mina.
Berl¨ªn tambi¨¦n ha accedido, seg¨²n esta f¨®rmula que se perge?aba anoche, a sacrificar al candidato alem¨¢n a la presidencia de la Comisi¨®n, Manfred Weber. En este caso, la renuncia parece mayor porque el puesto clave de Bruselas deja de estar en manos del partido de Merkel (aunque s¨ª pertenece a la familia de su socio de Gobierno, el partido socialdem¨®crata alem¨¢n). Con esta salida, la l¨ªder alemana garantiza que, al menos, el otro spitzen, el socialista Frans Timmermans, resulte elegido.
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