Adi¨®s a la Ciudad Gagarin, el ¡°escaparate¡± del ideario comunista franc¨¦s
El bloque de viviendas inaugurado por el cosmonauta Yuri Gagarin en las afueras de Par¨ªs va a ser demolido y sustituido por un ¡°barrio ecol¨®gico¡±
Las m¨²ltiples calles y avenidas Stalingrado, Lenin o Stalin que se encuentran en casi todas las banlieues o ciudades perif¨¦ricas de Paris son testigo, hasta hoy, de lo que durante d¨¦cadas fue conocido como el ¡°cintur¨®n rojo¡± de la capital francesa, f¨¦rreamente en manos del Partido Comunista de Francia (PCF). No pocas han cambiado de signo pol¨ªtico en los ¨²ltimos a?os. Pero hay una banlieue que resiste. Ivry-sur-Seine, en el sureste de Par¨ªs, tiene hasta hoy un alcalde comunista. Como lo tenido, ininterrumpidamente, desde la d¨¦cada de 1920. Sin embargo, algo est¨¢ cambiando incluso aqu¨ª. A unos centenares de metros de la alcald¨ªa que desde 2015 ocupa el ¡ªc¨®mo no¡ª comunista Philippe Bouyssou, el ruido de maquinaria pesada es una constante desde el 31 de agosto. Ese d¨ªa, los habitantes de esta banlieue de casi 60.000 habitantes dijeron adi¨®s, con una gran fiesta tras la que comenz¨® su demolici¨®n, a la Ciudad Gagarin, un masivo bloque de viviendas sociales que quiso ser un espejo de la pol¨ªtica social comunista y que acab¨® reflejando el declive de una sociedad marcada por la desindustrializaci¨®n y las tensiones sociales que acompa?aron el empobrecimiento de la poblaci¨®n.
No cabe duda de cu¨¢l fue el momento c¨²spide de la cit¨¦. Fue ese d¨ªa de junio de 1963 en el que el ruso Yuri Gagarin, el primer hombre que lleg¨® al espacio, acudi¨® a inaugurar el complejo de viviendas construido el mismo a?o de su gesta, 1961, y que llevaba su nombre. En primera fila, para saludarlo entre las miles de personas que lo recibieron cual h¨¦roe, estaban el m¨ªtico alcalde de Ivry, Georges Marrane, el comunista que dirigi¨® la ciudad durante casi 40 a?os, y Maurice Thorez, diputado por Ivry y secretario general del PCF desde 1934 hasta su muerte, solo un a?o despu¨¦s de la aclamada visita del cosmonauta sovi¨¦tico.
Ivry se convierte pronto en ¡°un laboratorio del comunismo municipal¡± y la Ciudad Gagarin, con unas viviendas sociales ¡°dignas¡± destinadas a la clase obrera, en ¡°el emblema de la ciudad obrera comunista, en el escaparate¡± de lo que un gobierno comunista podr¨ªa hacer en Francia, explica Emmanuel Bellanger, investigador del Centro Nacional de la Investigaci¨®n Cient¨ªfica (CNRS) y especialista en la historia de las banlieues.
Declive progresivo
Esos d¨ªas de gloria y orgullo obrero quedan lejos. Said, que vivi¨® en la Ciudad Gagarin desde los a?os noventa hasta que lo reubicaron en 2018 en un bloque cercano, siente poca nostalgia. ¡°Al principio no estaba mal. Pero se degrad¨® mucho los ¨²ltimos a?os. No echo de menos encontrarme a gente en las escaleras, merodeando todo el rato¡±.
Mehdy Belabbas tambi¨¦n sufri¨® el deterioro de la Ciudad Gagarin. El hoy teniente de alcalde de Ivry, del partido ecologista EELV, lleg¨® a la cit¨¦ en 1983, a los cinco a?os, y sigui¨® residiendo en una de sus 376 viviendas sociales hasta los 27.
¡°Gagarin era como un gran pueblo, todo el mundo se conoc¨ªa, los ni?os iban todos al mismo colegio y luego al mismo instituto¡±, relata desde el despacho donde ha coordinado parte del cierre de la cit¨¦. Pero ¡°era tambi¨¦n un barrio duro, que poco a poco se fue degradando. Fui adquiriendo conciencia de ello al crecer¡±.
Ciudad Gagarin, v¨ªctima de la desindustrializaci¨®n
El deterioro de la Ciudad Gagarin fue parejo con la desindustrializaci¨®n de la?banlieue parisina, un proceso que provoc¨® la ¡°desintegraci¨®n de la clase obrera¡± y que seg¨²n Bellanger se profundiz¨® en los a?os setenta y ochenta. En solo una generaci¨®n, 20 a?os, se perdieron 10.000 empleos industriales. ¡°Una cifra colosal para una ciudad peque?a¡±. Con la p¨¦rdida de empleos se produce tambi¨¦n un cambio demogr¨¢fico en estas banlieues, adonde empieza a llegar lo que el autor de Ivry, Banlieue roja. Capital del comunismo franc¨¦s llama la ¡°inmigraci¨®n poscolonial¡±, proveniente en gran parte del Magreb y del ?frica subsahariana. Unos grupos que van reemplazando a los habitantes hist¨®ricos, mucho m¨¢s politizados que los nuevos vecinos, y que llegan a unas ciudades m¨¢s duras a¨²n, m¨¢s empobrecidas, en las que el paro y la violencia social y urbana marcan el d¨ªa a d¨ªa.
As¨ª, la otrora orgullosa Cit¨¦ Gagarin ¡°se convierte no ya en el s¨ªmbolo de la banlieue rouge, sino en el s¨ªmbolo de la crisis de las banlieues en Francia¡±, resume el historiador.
Tras el ideal comunista, el ecologista
Durante a?os se intent¨® frenar el declive de la Ciudad Gagarin. En 1995 se rehabilit¨® el edificio. No funcion¨®. En 2005, se empezaron a buscar alternativas y, diez a?os m¨¢s tarde, lleg¨® la decisi¨®n: Gagarin deb¨ªa ser demolida. En su lugar, se construir¨¢ un ¡°barrio ecol¨®gico¡±, con edificios m¨¢s peque?os y eficientes. ¡°Es el fin de la era de oro de la banlieue rouge y tambi¨¦n de la era de oro de la ciudad industrial y obrera (¡) el final, en cierto modo, de una utop¨ªa pol¨ªtica¡±, considera Bellanger.
A Belabbas no le gusta hablar de utop¨ªas moribundas. ¡°M¨¢s que pasar p¨¢gina, escribimos una nueva¡±, puntualiza. ¡°La ambici¨®n que contribuy¨® a construir Gagarin sigue intacta¡±, afirma. ¡°Las viviendas ser¨¢n para las mismas personas ¡ªde los 1.000 nuevos pisos que se construir¨¢n en la pr¨®xima d¨¦cada, 430 ser¨¢n sociales y los antiguos residentes tendr¨¢n prioridad¡ª para que los m¨¢s modestos tengan acceso a viviendas mejores, bien aisladas, con un consumo de energ¨ªa bajo. Se trata de lograr que la ecolog¨ªa tambi¨¦n beneficie a las clases populares¡±. Tras el ideal comunista, el ecologista. Algo no cambiar¨¢, promete: se mantendr¨¢ el nombre de Gagarin.
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