Los ultraconservadores polacos enfilan la reelecci¨®n
Avalado por el crecimiento econ¨®mico y sus pol¨ªticas sociales, la deriva autoritaria del Gobierno de Ley y Justicia queda en un segundo plano
El temor a que el Gobierno del ultraconservador Ley y Justicia (PiS) gane poder en las elecciones parlamentarias del domingo y consolide la deriva autoritaria iniciada hace cuatro a?os no ha calado entre gran parte del electorado. El partido encabeza todas las encuestas de intenci¨®n de voto, con un apoyo que oscila entre el 39% y el 46%, avalado por el crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs y una popular pol¨ªtica de subsidios a las familias. Pocas son las opciones de una oposici¨®n que ha unido fuerzas en torno a dos grandes bloques, la centroderechista Coalici¨®n C¨ªvica y la izquierdista Lewica.
Tras una legislatura de enfrentamiento abierto con Bruselas por iniciativas como la reforma del Tribunal Supremo ¡ªque la UE consideraba contraria al Estado de derecho por socavar la independencia judicial y logr¨® paralizar¡ª, la inmigraci¨®n o las pol¨ªticas medioambientales, el primer ministro, Mateusz Morawiecki, encara la campa?a con un discurso centrado en la econom¨ªa dom¨¦stica y nuevas promesas de gasto p¨²blico. El Gobierno present¨® a finales de agosto el primer presupuesto equilibrado desde la ca¨ªda del comunismo hace 30 a?os y presumi¨® de haber reducido el d¨¦ficit, un logro que ha sido cuestionado desde algunas alcald¨ªas, que denuncian que este ha pasado a manos de los Ejecutivos locales. Empujado tambi¨¦n por los fondos recibidos tras su entrada en la Uni¨®n en 2004, Polonia ha crecido en los ¨²ltimos a?os por encima del 3%, es la sexta econom¨ªa de Europa y ha basado su expansi¨®n en las exportaciones, con una moneda nacional competitiva (el zloty) frente al euro.
Desde su entrada en el Gobierno con mayor¨ªa absoluta hace cuatro a?os, el PiS aument¨® el gasto social destinado a las familias, con medidas como el subsidio de 100 euros al mes por cada hijo hasta los 18 a?os. A dos meses de las elecciones, el Parlamento aprob¨® la exenci¨®n del impuesto sobre la renta a los menores de 26 a?os con ingresos por debajo de los 21.300 euros ¡ªen la pr¨¢ctica, la mayor¨ªa¡ª y en esta campa?a, el partido contin¨²a comprometiendo inversi¨®n p¨²blica con el anuncio de pagas extra a los pensionistas o un incremento del presupuesto en salud. La propuesta estrella, revelada por el l¨ªder e ide¨®logo del partido, el ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, es la subida del salario m¨ªnimo, desde los 2.250 zlotys (unos 520 euros) hasta los 4.000 (925 euros) de forma progresiva de aqu¨ª a 2023.
Con toda esta oferta sobre la mesa, ni las amenazas al Estado de derecho polaco ni los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n afectan al Gobierno. En agosto, Marek Kuchcinski, entonces presidente de la C¨¢mara de Diputados, dimiti¨® tras conocerse que hab¨ªa utilizado aviones del Ejecutivo para realizar desplazamientos privados. Unos d¨ªas despu¨¦s, el viceministro de Justicia, Lukasz Piebiak, hizo lo propio cuando sali¨® a la luz que estaba detr¨¢s de una campa?a de desprestigio contra los magistrados m¨¢s cr¨ªticos con la reforma del sistema judicial, que inclu¨ªa la publicaci¨®n de informaciones falsas en redes sociales.
¡°El ciudadano medio se ha beneficiado mucho del per¨ªodo de Ley y Justicia en el Gobierno¡±, se?ala Jacek Kucharczyk, presidente del Instituto de Asuntos P¨²blicos, un think tank de Polonia. ¡°Se puede resumir en que nunca lo tuvimos tan bien en t¨¦rminos de econom¨ªa y prosperidad, esa es la narrativa que propone el Gobierno¡±. El PiS se ha erigido tambi¨¦n como el garante de los considerados ¡°valores nacionales polacos¡±, convirtiendo en enemigos a quienes no comulgan con ellos. El ultracat¨®lico Kaczynski ¡ªcuyo partido cuenta con el total respaldo de la Iglesia cat¨®lica¡ª, sostiene que ¡°es el ¨²nico que puede defender Polonia de lo que ellos llaman las ideolog¨ªas peligrosas que emanan de occidente, como los derechos LGTB, o de la mujer¡±, se?ala Kucharczyk.
En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, desde la ca¨ªda del comunismo en 1989, el pa¨ªs ha vivido profundas transformaciones. El proceso de modernizaci¨®n de la econom¨ªa y la democracia culminaron en 1999 con la integraci¨®n de Polonia en la OTAN y, en 2004, con la entrada en la UE. Pero los cuatro ¨²ltimos a?os han supuesto un giro que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha provocado la protesta de la UE. La consolidaci¨®n del poder del PiS en las elecciones legislativas amenaza con empeorar esta situaci¨®n, de la misma forma que el aumento de la mayor¨ªa parlamentaria en Hungr¨ªa por parte de Viktor Orb¨¢n le permiti¨® tomar medidas m¨¢s radicales en su deriva autoritaria para desarrollar, como la llama el primer ministro h¨²ngaro, una ¡°democracia iliberal¡±.
Mientras, la oposici¨®n polaca no suma los apoyos necesarios para frenar al PiS, que arrasa en las zonas rurales del pa¨ªs, seg¨²n los sondeos. Coalici¨®n C¨ªvica, liderada por Plataforma C¨ªvica (PO), y que se presenta en estos comicios junto a Los Verdes o a la liberal Nowoczesna, obtendr¨ªa entre un 23% y un 30% de los votos. La elecci¨®n de su candidata a primera ministra, Malgorzata Kidawa-Blonska, una pol¨ªtica con m¨¢s de 20 a?os en activo, supuso una sorpresa y tiene como objetivo movilizar a un electorado desencantado con el l¨ªder de PO, Grzegorz Schetyna. Su rostro con el lema ¡°El ma?ana puede ser mejor¡± empapela los autobuses de la fr¨ªa Varsovia, donde los carteles del PiS, que pierde tradicionalmente en la capital, son m¨¢s discretos y en ning¨²n caso muestran al primer ministro, que se presenta por otra circunscripci¨®n.
Los sondeos sit¨²an en tercer lugar a la izquierdista Lewica, que incluye a los excomunistas de Alianza Democr¨¢tica de Izquierda (SLD), el partido anticlerical y prohomosexuales Wiosna (Primavera) ¡ªque en las elecciones europeas se convirti¨® en tercera fuerza¡ª, y Razem (Juntos). La coalici¨®n podr¨ªa conseguir entre el 10% y el 14% de los votos. En cuarto y quinto puesto aparecen la alianza del PSL/Kukiz'15 ¡ªel partido campesino aliado con un antisistema creado por un antiguo cantante de rock¡ª y la ultraderechista Konfederacja (Confederaci¨®n), ambos con posibilidades de obtener esca?os.
La amenaza rusa sobrevuela la campa?a
La amenaza de Rusia ¡ªKaliningrado limita con la frontera nororiental de Polonia y all¨ª Mosc¨² ha desplegado misiles de corto alcance con capacidad nuclear¡ª sigue siendo uno de los principales motivos de preocupaci¨®n para los polacos y el segundo entre los votantes del PiS, a tenor de una encuesta de IPSOS publicada en septiembre. Varsovia y Washington acordaron a finales de agosto la creaci¨®n de seis bases para los soldados estadounidenses en Polonia. Desde 2016, como parte de las medidas impulsadas por la OTAN tras la anexi¨®n ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, unos 4.500 militares de EE UU est¨¢n presentes en el pa¨ªs de forma rotatoria. En junio, el presidente polaco Andrzej Duda y su hom¨®logo estadounidense, Donald Trump, acordaron el env¨ªo de 1.000 soldados m¨¢s para reforzar dichas operaciones.
"Estas nuevas tropas buscan disuadir a Rusia", opina Grzegorz Kuczynski, experto en seguridad del think tank Instituto de Varsovia, quien considera que la amenaza es real. "Como ejemplo, los pasos agresivos de Rusia en los ¨²ltimos a?os, junto con su construcci¨®n y actualizaci¨®n militar, intensos ejercicios militares que incluyen en su escenario una guerra contra la Alianza, adem¨¢s de mostrar a Polonia como un enemigo, tanto en mensajes oficiales como extraoficiales", se?ala. Las relaciones entre Varsovia y Washington atraviesan uno de sus mejores momentos gracias a la cercan¨ªa ideol¨®gica de ambos Gobiernos, con un discurso nacionalista y contrario a la inmigraci¨®n. Adem¨¢s del acuerdo para la venta de armamento a Polonia (32 cazas F-35, el modelo m¨¢s avanzado que fabrica EE UU), Trump acaba de proponer al pa¨ªs excomunista para el programa de exenci¨®n de visados, del que ya forman parte 23 pa¨ªses de la UE.
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