La incertidumbre que agobia a miles de salvadore?os ante las pol¨ªticas migratorias de Trump
La ampliaci¨®n de la protecci¨®n a los casi 200.000 migrantes del pa¨ªs centroamericano en EE UU es un alivio para quienes podr¨ªan enfrentarse a la pesadilla de regresar a El Salvador
Desde que el lunes el presidente salvadore?o,?Nayib Bukele, anunci¨® por sorpresa que Estados Unidos conced¨ªa una pr¨®rroga al programa de Estatus de Protecci¨®n Temporal (TPS) que beneficia a casi 200.000 salvadore?os que viven y trabajan en aquel pa¨ªs, el tel¨¦fono de Janet Moreno, abogada de inmigraci¨®n, no ha dejado de sonar. Decenas de personas la llaman desesperadas preguntando qu¨¦ deben hacer para beneficiarse de esta nueva extensi¨®n, una concesi¨®n de Washington tras el apoyo de Bukele a las pol¨ªticas antimigrantes de Donald Trump. ¡°A pesar de que es una extensi¨®n de solo un a?o, s¨ª les cambia el panorama actual, porque estaban prepar¨¢ndose para posiblemente regresar a su pa¨ªs¡±, explica Moreno. ¡°Para nuestros clientes ha sido una buena noticia¡±.
Moreno es titular del despacho Moreno Law en Boston, que da apoyo legal a decenas de miles de centroamericanos que llegaron a Estados Unidos hace m¨¢s de 20 a?os, huyendo de la pesadilla desatada por desastres naturales como el azote del hurac¨¢n Mitch, que en octubre de 1998 dej¨® una estela de destrucci¨®n y muerte en El Salvador, Honduras y Nicaragua. En 2001, el Gobierno estadounidense emiti¨® una condici¨®n especial migratoria para estas personas, que les permite tener permisos de trabajo, licencias de conducir y hasta hacerse con hipotecas. El 80% de los clientes de Moreno son originarios de Centroam¨¦rica y responden a un mismo perfil, como ella lo explica: ¡°La gran mayor¨ªa son personas que tienen hijos ciudadanos [estadounidenses], incluso hasta nietos, que est¨¢n casados con ciudadanos o con residentes permanentes, que son due?os de negocios, de restaurantes, de peque?as empresas de construcci¨®n, propietarios de viviendas. Es una comunidad que tiene bastante solidez en Estados Unidos¡±.
En resumen, es gente que ha hecho su vida en Estados Unidos y para quienes El Salvador ya es un pa¨ªs lejano, al que no desean regresar. Solo imaginar el retorno de estas decenas de miles de personas genera agobio: tener que dejar sus casas, familias, trabajos, ahorros para sumirse en la incertidumbre que es la ¨²nica garant¨ªa que les ofrece un pa¨ªs sumido en la violencia, con regiones secuestradas por las maras (violentas pandillas juveniles), con altos ¨ªndices de pobreza y con una tasa de desempleo que afecta al 12% de la poblaci¨®n entre 15 y 29 a?os. ¡°El impacto de acabarse este programa [TPS] es devastador para ellos¡±, afirma Moreno.
Estas personas tienen sus esperanzas puestas en cuatro litigios abiertos en cortes federales de Estados Unidos, con jueces ejerciendo de contrapeso frente a las pol¨ªticas migratorias de Trump. ¡°Se demanda que el Gobierno de forma arbitraria y caprichosa cometi¨® la ilegalidad de terminar estos programas. Cada uno tiene argumentos diferentes, pero se basan en lo mismo: el impacto que ha sufrido esa comunidad al poner fin al TPS. Lo que se est¨¢ procurando es que se bloqueen esas decisiones del Gobierno y el beneficio contin¨²e¡±, dice Moreno.
Los fallos podr¨ªan emitirse a mediados del pr¨®ximo a?o, con un Estados Unidos sumido en una feroz campa?a electoral, con Trump aspirando a repetir mandato y con seguridad dispuesto a arremeter contra los inmigrantes para mantener a su favor el voto blanco conservador. La pr¨®rroga anunciada el lunes ampl¨ªa hasta 2021 los permisos de trabajo para los salvadore?os y da un ¡°periodo de gracia¡± de 365 d¨ªas una vez que se conozcan los fallos de los jueces. Para Moreno se trata de un ¡°remedio muy temporal, no es algo permanente, porque un a?o se pasa volando y al final de cuentas vuelven a estar en la misma posici¨®n de incertidumbre, caen en la cuerda floja de iniciar procesos para removerlos del pa¨ªs¡±.
Por el momento, el Gobierno de Bukele y sus compatriotas en el exterior respiran tranquilos mientras desarrollan una estrategia para evitar el desastre. Un triunfo diplom¨¢tico para el joven presidente, que ha tenido que morder la manzana envenenada de las pol¨ªticas de Trump para impedir que m¨¢s migrantes centroamericanos aterricen en su pa¨ªs. Bukele, al ser cuestionado por un periodista del diario digital El Faro ¡ªel m¨¢s prestigioso de El Salvador¡ª admiti¨® que al acuerdo ¡°se le puede llamar un quid pro quo¡±, un trueque a cambio de que su peque?o pa¨ªs de 6,4 millones de habitantes forme parte del muro antimigrantes. El mandatario salvadore?o, informa El Faro, ha firmado acuerdos que permiten a funcionarios del sistema de migraci¨®n y control de aduanas de Estados Unidos que capaciten a la Polic¨ªa en labores antinmigraci¨®n.
Para Alma Eunice Rend¨®n, exsecretaria ejecutiva adjunta del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica de M¨¦xico (SESNSP) y experta en temas migratorios, la ampliaci¨®n del TPS es un ¡°¨¦xito parcial¡± que sin embargo no da mayores garant¨ªas a los salvadore?os que viven en Estados Unidos. ¡°Posiblemente en un a?o los deporten, porque no hay una garant¨ªa real. Y ese es el peligro con todos los estatus migratorios especiales, que no tienen un andamiaje institucional fuerte¡±. La experta recomienda a los Gobiernos centroamericanos ¡°dar seguimiento a los litigios para que uno de esos jueces federales [de EE UU] s¨ª haga una medida de mayor permanencia, adem¨¢s de seguir viendo c¨®mo reabren las negociaciones para lograr estatus de forma m¨¢s permanente¡± para los migrantes. ¡°Centroam¨¦rica tiene que reflexionar de manera conjunta sobre c¨®mo dar la batalla en bloque, porque las pol¨ªticas de Trump s¨ª impactan en nuestros pa¨ªses¡±.
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