Los que rompen el silencio en Israel tambi¨¦n dan la cara
Soldados veteranos de Breaking the Silence, ONG que cuestiona el papel del Ej¨¦rcito en la ocupaci¨®n, ?descubren su rostro en una exposici¨®n fotogr¨¢fica en Tel Aviv
¡°Antes de servir en el Ej¨¦rcito cre¨ªa en la necesidad de defender a mi familia y a mi pa¨ªs con toda mi alma¡±, confiesa Ori Givati, exsargento de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, en sus siglas inglesas), hoy investigador en la ONG pacifista Breaking the Silence (BTS, Rompiendo el Silencio). El suyo es uno de los 52 retratos que se exhiben desde este jueves en Tel Aviv en la muestra Exposed (Destapado), un relato en im¨¢genes del fot¨®grafo uruguayo Quique Kierszenbaum. Participa en una narraci¨®n visual de aquellos soldados que, tras cumplir la tarea militar encomendada, volvieron para reivindicar su derecho a ser mirados a los ojos como conciencia cr¨ªtica de una naci¨®n. De reafirmar su obligaci¨®n moral de contar al mundo el precio que les toc¨® pagar por cumplir su misi¨®n con las armas.
Givati, en cuyos ojos brilla el honor del arrepentido, incide en la idea de que las rutinas militares de la ocupaci¨®n se basan en el control de la poblaci¨®n palestina, que debe vivir con el sentimiento de ¡°agachar la cabeza¡± ante Israel. Para este antiguo suboficial, la ruptura colectiva del anonimato en la muestra persigue una idea: compartir la responsabilidad sobre una ocupaci¨®n militar de la que toda la sociedad israel¨ª forma parte. ¡°Yo soy como t¨²¡±, es el mensaje que lanza su fotograf¨ªa muda.
Ubicada en la galer¨ªa Orly Dvir de la metr¨®poli costera israel¨ª, la exposici¨®n agrupa por primera vez en un solo espacio a un elevado colectivo de exmilitares frente a la c¨¢mara. Todos aportan su rostro al relato de las situaciones que vivieron como combatientes en el conflicto palestino-israel¨ª.
¡°El n¨²mero de retratos se eligi¨® en raz¨®n de los 52 a?os de ocupaci¨®n desde 1967¡±, explica Nir Cohen, portavoz de BTS. Deja claro que no tiene miedo, ni est¨¢ dispuesto a aceptar la narrativa dominante del conflicto. ¡°Lo nuestro no es nada comparado con lo que padecen los palestinos¡±, a?ade, en alusi¨®n a la situaci¨®n bajo ocupaci¨®n al otro lado de la L¨ªnea Verde establecida en el armisticio ¨¢rabe-israel¨ª de 1949. La muestra se presenta tambi¨¦n en ¨¢rabe.
¡°Aunque me ve¨ªa a m¨ª mismo como una buena persona, yo era su miedo¡±, apunta Avner Gvaryahu, director ejecutivo de BTS. Rememora la mirada ¡°real, sincera y aterrorizada¡± de la familia palestina cuya casa utiliz¨® una noche como lugar de observaci¨®n en una de las incursiones de su unidad de francotiradores en los territorios ocupados.
En los ¨²ltimos 15 a?os, Breaking the Silence ha servido como altavoz confidencial de la experiencia de 1.200 soldados, entre veteranos, reservistas y en activo. ¡°No somos v¨ªctimas, sino verdugos¡±, aclara Gvaryahu. El compromiso con el proyecto que ahora se inaugura corre en paralelo a la exposici¨®n que organizaron en 2004, con fotograf¨ªas de Palestina tomadas por soldados de servicio, que dio la vuelta a Israel y lleg¨® hasta la Kneset (Parlamento).
"Me interesa reflejar la idea de aquel que limpia los escombros, de quien est¨¢ procesando c¨®mo salir adelante", detalla Kierszenbaum de su trabajo, que ha desarrollado a lo largo de una d¨¦cada.
En una ¨¦poca en la que se critica desde el poder cualquier manifestaci¨®n art¨ªstica que cuestione la ocupaci¨®n, tanto fot¨®grafo como fotografiados se empe?an en no claudicar y presentan al mundo una visi¨®n alternativa del conflicto. ¡°Cada vez hay m¨¢s voces pol¨ªticas que llaman en Israel a la anexi¨®n [de Cisjordania] y para ello deslegitiman a los medios y a las organizaciones de la sociedad civil¡±, denuncia Gvaryahu.
El fotoperiodista Kierszenbaum, que lleva 22 a?os documentando la cotidianidad de la ocupaci¨®n en Israel y Palestina, aspira a crear en Exposed una atm¨®sfera subterr¨¢nea, a transmitir qui¨¦nes son en realidad los retratados. Pretende llegar m¨¢s all¨¢ de la etiqueta de ¡°traidores¡± que les coloca una gran parte de la sociedad israel¨ª. Quiere trascender la noci¨®n gen¨¦rica de la figura del soldado en el Estado jud¨ªo, marcado por el largo servicio militar obligatorio para hombres y mujeres, y por los viejos conflictos sin resolver con sus vecinos ¨¢rabes.
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