El tecn¨®crata Teb¨²n, antiguo primer ministro de Buteflika, gana las cuestionadas elecciones en Argelia

En su primera rueda de prensa como presidente electo, Teb¨²n pronunci¨® un discurso conciliador con el ¡°Hirak bendito¡±. ¡°Le tiendo la mano para un di¨¢logo franco por el bien de Argelia¡±, dijo poco despu¨¦s de iniciar su discurso, en el que agradeci¨® la labor del Ej¨¦rcito y el general Gaid Salah, jefe del Estado Mayor y verdadero hombre fuerte del pa¨ªs, durante la campa?a electoral. Teb¨²n sugiri¨® la eventualidad de una r¨¢pida transici¨®n al fijar como su principal prioridad la aprobaci¨®n de una nueva Constituci¨®n a trav¨¦s de un refer¨¦ndum.

Sin embargo, el Hirak desconf¨ªa de las intenciones del nuevo presidente, y lo considera un mero t¨ªtere de los poderes f¨¢cticos que controlan el pa¨ªs desde hace d¨¦cadas. ¡°Nada va a cambiar. Teb¨²n es un hombre del r¨¦gimen, ah¨ª lo puso Buteflika. Y tarde o temprano ¨¦l tambi¨¦n caer¨¢. Vamos a continuar hasta el final¡±, proclamaba Faiza, de 31 a?os, que no quiso faltar a la manifestaci¨®n de protesta que volvi¨® a colapsar el centro de Argel. Esta vez, aunque el dispositivo policial era m¨¢s amplio que nunca, apenas hubo momentos de tensi¨®n.

Todos los candidatos perdedores reconocieron su derrota, y ninguno de ellos presentar¨¢ un recurso contra los resultados. Ali Benflis, un pol¨ªtico de 75 a?os que sufri¨® su tercera derrota en unas presidenciales, desliz¨® la posibilidad de abandonar la pol¨ªtica al dirigirse a los j¨®venes de su partido con la frase: ¡°Os cedo el relevo¡±. Con cara de circunstancias, Ezzedine Mihoubi felicit¨® al vencedor. Este aspirante, apoyado por el antiguo partido ¨²nico (Frente de Liberaci¨®n Nacional, FLN), obtuvo solamente el 6% de los votos a pesar de que d¨ªas antes de los comicios circul¨® el rumor de que ¨¦l era el candidato favorito del r¨¦gimen en detrimento de Teb¨²n, tal como se crey¨® al inicio de la campa?a.

Finalmente, la participaci¨®n oficial fue del 41,14% ¡ªun 39,8% si se promedia con el menor voto de la di¨¢spora¡ª, es decir, unos diez puntos menos que en 2014. Entonces, Buteflika arras¨® con el 80% de los votos en unas elecciones sin credibilidad alguna. La cifra oficial no es halag¨¹e?a para el Hirak, que hubiera deseado una participaci¨®n inferior al 15%. Sin embargo, la mayor¨ªa de sus activistas considera que el porcentaje est¨¢ manipulado y que la Junta Electoral (ANIE, en sus siglas francesas), creada hace apenas tres meses, no goza de verdadera independencia.

Tasa de participaci¨®n

¡°La cifra de participaci¨®n resulta dudosa, pero es posible. Hay mucha gente que vot¨® en busca de estabilidad. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que las personas dependientes del Estado fueron presionadas para votar. Por ejemplo, todos los miembros de las fuerzas de seguridad, que superan el mill¨®n, estaban obligados a hacerlo¡±, dice el periodista Al¨ª Bukhlef, del diario Libert¨¦. ¡°M¨¢s sospechosa me parece una victoria tan aplastante de Teb¨²n, un hombre sin m¨¢s carisma o apoyo popular que el resto de candidatos. ?l es solo la fachada civil que necesita el r¨¦gimen¡±, a?ade.

Tras diez meses de estancamiento econ¨®mico a causa de la inestabilidad pol¨ªtica, y en un contexto internacional de precios del petr¨®leo a la baja, los economistas alertan del riesgo de un deterioro r¨¢pido de la econom¨ªa del pa¨ªs. ¡°A Teb¨²n, con una legitimidad en entredicho para una parte de la poblaci¨®n, le espera una tarea dif¨ªcil. Los presupuestos recientemente aprobados recogen una subida de impuestos. Y en los pr¨®ximos meses, a las protestas de tipo pol¨ªtico se sumar¨¢n las de tipo social¡±, advierte Bukhlef. ¡°Mucho me temo que habr¨¢ un aumento de la represi¨®n¡±, apunta su colega Lyes Menacer, del mismo diario. Argelia se adentra en una transici¨®n hacia un destino incierto.