Los argelinos eligen nuevo presidente entre cinco candidatos del antiguo r¨¦gimen
El pa¨ªs magreb¨ª celebra este jueves sus primeras elecciones presidenciales desde la ca¨ªda de Buteflika
La v¨ªspera de la apertura de los colegios, en las calles de Argel nada indicaba que hoy se celebrasen las primeras presidenciales tras la dimisi¨®n en abril de Abdelaziz Buteflika. No se ve¨ªan carteles y tampoco ha habido grandes m¨ªtines. Y es que buena parte de la sociedad, la que apoya al movimiento de protestas conocido como Hirak, rechaza los comicios porque los considera una imposici¨®n del general Gaid Salah, jefe del Estado Mayor y hombre fuerte del pa¨ªs. Adem¨¢s, los cinco candidatos son pol¨ªticos del antiguo r¨¦gimen.
Desde hace casi diez meses, el Hirak y el r¨¦gimen libran un pulso en las calles no exento de tensiones, pero lejos de la violencia extrema experimentada en algunos de los pa¨ªses protagonistas de las llamadas primaveras ¨¢rabes en 2011. Este mi¨¦rcoles, la polic¨ªa ha dispersado una manifestaci¨®n en el centro de la capital ¡ªvarios miles de personas pidieron que se cancelasen los comicios¡ª y ha practicado varias detenciones. Seg¨²n las organizaciones de derechos humanos, durante las ¨²ltimas semanas se ha intensificado el acoso al movimiento opositor, y m¨¢s de 700 personas han sido arrestadas, aunque la mayor¨ªa han sido puestas en libertad.
Las pr¨®ximas horas se presentan marcadas por la incertidumbre. Para empezar, no se vislumbra un claro favorito, algo que representa todo un cambio respecto de los cuatro comicios anteriores, en los que Buteflika arras¨® como preve¨ªan todos los pron¨®sticos. No obstante, para los manifestantes del Hirak, poco importa qui¨¦n sea el nuevo presidente, ya que los cinco candidatos poseen un perfil parecido: todos ellos ocuparon cargos pol¨ªticos en el antiguo r¨¦gimen. Los activistas dudan tambi¨¦n de cu¨¢l ser¨¢ su poder real en un pa¨ªs tutelado por el Ej¨¦rcito desde su independencia de Francia, en 1962.
Entre los candidatos hay dos ex primeros ministros: Abdelmadjid Tebboune, quien ha pasado por casi todos los escalafones de la Administraci¨®n, y Ali Benflis, mano derecha de Buteflika hasta su divorcio en el a?o 2000. Estas ser¨¢n sus terceras presidenciales y est¨¢ considerado el candidato m¨¢s cercano a la oposici¨®n. Otros dos aspirantes han sido ministros: el poeta e intelectual org¨¢nico Ezzedin Mihoubi y Abdelkader Bengrina, islamista moderado. El quinto, Abdelaziz Belaid, es un antiguo cuadro del partido ¨²nico, el Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN), que fund¨® su propia formaci¨®n en 2011.
El ¨²nico sondeo hecho p¨²blico solo mencionaba la actuaci¨®n de los candidatos en el debate televisado del viernes ¡ªel primero en el pa¨ªs¡ª y otorgaba una clara victoria a Benflis. Pero sus opciones se pueden ver comprometidas por una oscura acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa contra un miembro de su campa?a, como presunto agente ¡°de una potencia extranjera¡±.
¡°Creo que Mihoubi ser¨¢ el pr¨®ximo presidente, ya que parece tener el apoyo del FLN y probablemente tambi¨¦n de los l¨ªderes del Ej¨¦rcito entre bambalinas¡±, augura Dalia Ghanem, investigadora del centro Carnegie. En caso de que ning¨²n candidato supere el 50%, habr¨¢ segunda vuelta.
Asimismo, existen dudas respecto a la independencia real de la comisi¨®n electoral (ANIE, en sus siglas francesas), creada en septiembre. Hasta ahora, era el Ministerio del Interior quien se encargaba del recuento. ¡°Los miembros de la ANIE pertenecen a la sociedad civil cooptada por el sistema, por lo que no est¨¢ claro que las elecciones sean limpias y transparentes¡±, se?ala una observadora que prefiere guardar el anonimato. En esta ocasi¨®n, no se ha desplazado a Argelia ninguna misi¨®n de observaci¨®n internacional, incluida la UE, que parece dar por bueno el proceso electoral de antemano.
La votaci¨®n constituir¨¢ una prueba de fuego tanto para el Hirak como para el Gobierno, que ya se vio obligado a cancelar las presidenciales en julio ante el boicot de decenas de alcald¨ªas. Tanto analistas como autoridades coinciden en se?alar que los comicios representar¨¢n un punto de inflexi¨®n en la crisis del pa¨ªs magreb¨ª. Sin embargo, no est¨¢ nada claro en qu¨¦ sentido. El Gobierno presenta las elecciones como el inicio de un proceso de transici¨®n que incluir¨¢ una reforma de la Constituci¨®n y permitir¨¢ al pa¨ªs recuperar la estabilidad. Sin embargo, algunos observadores temen, al contrario, un agravamiento de la crisis pol¨ªtica. ¡°Si el pr¨®ximo presidente no negocia y ofrece importantes concesiones a la calle, como la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos, podr¨ªa producirse una escalada¡±, advierte Ghanem.
La participaci¨®n se convierte en un factor clave
Adem¨¢s de la identidad del vencedor, el dato clave ser¨¢ el de la participaci¨®n. La asistencia permitir¨¢ medir la popularidad del Hirak, que ha sido capaz de sostener una prolongada movilizaci¨®n en las calles, pero ha fracasado en su llamamiento a la huelga de esta semana. Tan solo en la Cabilia, la regi¨®n amazig de tradici¨®n rebelde, el seguimiento fue masivo y algunos colegios fueron tapiados por los activistas. En Argel, los comercios del centro solamente bajaron sus persianas en los instantes de mayor tensi¨®n entre polic¨ªas y manifestantes. La campa?a electoral, agitada y muy complicada por el clima de creciente represi¨®n, termin¨® el domingo a medianoche.
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