La disensiones en Israel y la presi¨®n internacional aplazan la anexi¨®n de Cisjordania
Netanyahu afronta los l¨ªmites de la extensi¨®n de soberan¨ªa a los asentamientos y el valle del Jord¨¢n
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La agenda de Benjam¨ªn Netanyahu para pasar a la posteridad en Israel ha sufrido un rev¨¦s. Anunciada a partir del primer d¨ªa de este mes de julio, la declaraci¨®n de anexi¨®n parcial de Cisjordania se ha visto aplazada por las disensiones en el seno de la coalici¨®n gubernamental y por el rechazo de los colonos a aceptar el plan de la Casa Blanca. La presi¨®n internacional ¡ªadvertencia de sanciones desde Europa y enfriamiento de relaciones con los pa¨ªses ¨¢rabes¡ª tambi¨¦n han pesado sobre el primer ministro para congelar la extensi¨®n de la soberan¨ªa.
El sue?o de dejar como legado de sus m¨¢s de 14 a?os de mandatos la incorporaci¨®n territorial de un 30% de Cisjordania al territorio israel¨ª tendr¨¢ que esperar. Varios ministros confirmaron el mi¨¦rcoles que Netanyahu no va a dar a¨²n el paso de declarar la anexi¨®n, una propuesta tan celebrada por el nacionalismo conservador en Israel como condenada en el resto del mundo por violar el derecho internacional. El veterano mandatario, siempre proclive a los golpes de efecto, se limit¨® a decir que seguir¨¢ trabajando con Estados Unidos para lanzar el proceso de anexi¨®n ¡°en los pr¨®ximos d¨ªas¡±.
El plan Visi¨®n para la paz presentado en enero por el presidente Donald Trump habilita al Gobierno israel¨ª a anexionarse dos centenares de asentamientos, tanto estables como provisionales, y el estrat¨¦gico Valle del Jord¨¢n a cambio de reconocer una entidad estatal palestina en el 70% restante de Cisjordania y en la Franja de Gaza, adem¨¢s de compensar la absorci¨®n territorial con algunas poblaciones ¨¢rabes-israel¨ªes colindantes en la L¨ªnea Verde, que hasta la guerra de 1967 sirvi¨® como frontera, o con cantones des¨¦rticos en el sur del pa¨ªs.
Establecida como s¨ªmbolo del Gran Israel en el pacto de coalici¨®n que puso fin a m¨¢s de un a?o de bloqueo pol¨ªtico, la jornada de ayer transcurri¨® sin que el l¨ªder conservador cumpliese su vieja promesa electoral de impulsar la anexi¨®n. ¡°No es una fecha sagrada¡±, sentenci¨® Benny Gantz, su rival en los tres comicios legislativos celebrados en el Estado jud¨ªo desde abril de 2019 hasta marzo de este a?o. Ahora le ha frenado como socio de Gobierno al precisar que la lucha contra la ola de rebrotes de coronavirus y la recesi¨®n derivada de la pandemia deben ser las ¨²nicas prioridades del Ejecutivo.
Otro exgeneral reconvertido en pol¨ªtico, el ministro de Exteriores Gabi Ashkenazi, le ha recordado tambi¨¦n al primer ministro que sus aliados centristas contemplan el plan de Trump en su conjunto ¡ªcontando con el acuerdo de dirigentes palestinos y ¨¢rabes¡ª y no solo volcado en la vertiente de la anexi¨®n.
Netanyahu se ha topado adem¨¢s con una corriente de oposici¨®n interna radical entre los cerca de 450.000 colonos israel¨ªes de Cisjordania, que integran en gran parte su base electoral. Los l¨ªderes de los asentamientos temen que la consideraci¨®n como enclaves en un futuro Estado palestino de dos decenas de colonias jud¨ªas aisladas acabe forzando la expulsi¨®n de sus 20.000 habitantes.
El mandatario israel¨ª tampoco se ha decidido a anunciar una versi¨®n minimalista de la anexi¨®n, como hab¨ªan anticipado analistas de los medios israel¨ªes, limitada a grandes bloques de asentamientos situados en torno a Jerusal¨¦n.
Las disensiones internas en el Gabinete israel¨ª han llevado hasta Jerusal¨¦n al enviado de la Casa Blanca para Oriente Pr¨®ximo, Avi Berkowitz, para pedir a Netanyahu que levante el pie del acelerador del proceso de anexi¨®n. Sobre las cautelas de la Administraci¨®n republicana sobrevuela la preocupaci¨®n por la expansi¨®n de soberan¨ªa a costa de los palestinos expresada por sus otros aliados regionales: los pa¨ªses ¨¢rabes sun¨ªes que mantienen relaciones con Israel, como Egipto y Jordania, y los que han buscado un acercamiento frente a Ir¨¢n, enemigo com¨²n, en el caso de las monarqu¨ªas del Golfo.
La comunidad internacional ha encendido el disco rojo a Israel desde la ONU para que abandone sus planes anexionistas. Algunas de las voces m¨¢s cr¨ªticas han surgido en la Uni¨®n Europea, donde su alto representante, Josep Borrell, lleva meses advirtiendo a Netanyahu de que la apropiaci¨®n territorial ¡°no pasar¨¢ sin tener consecuencias¡±. Francia es uno de los pa¨ªses que con mayor nitidez ha esgrimido la imposici¨®n de sanciones culturales y econ¨®micas si se consuma la anexi¨®n.
Incluso un l¨ªder europeo cercano a Israel como Boris Johnson reclam¨® en una tribuna publicada por el diario Yedioth Ahronoth que no se expanda la soberan¨ªa israel¨ª. ¡°Soy un apasionado defensor de Israel, pero espero profundamente que la anexi¨®n no siga adelante¡±, precis¨® el primer ministro brit¨¢nico, quien adelant¨® que Londres que no reconocer¨¢ ning¨²n cambio sobre la L¨ªnea Verde de 1967 que no haya sido negociado entre las partes.
Una ocasi¨®n con plazo de caducidad
Los responsables palestinos rechazan frontalmente el plan de paz de Estados Unidos m¨¢s escorado a favor de Israel tras medio siglo de ocupaci¨®n. Consideran que hace inviable un futuro Estado. Ante todo por impedir su contig¨¹idad territorial en un mapa agujereado por los asentamientos como un ¡°queso suizo¡±. Y tambi¨¦n por la privaci¨®n de sus recursos agr¨ªcolas e h¨ªdricos, as¨ª como de una salida al exterior en el Valle del Jord¨¢n.
La ¡°oportunidad hist¨®rica¡± para Netanyahu de seguir los pasos dados en las anexiones de Jerusal¨¦n Este y los Altos del Gol¨¢n hace cuatro d¨¦cadas tiene, sin embargo, un plazo de caducidad que expira en apenas cinco meses tras las elecciones a la Casa Blanca.
Ante el silencio reinante en Israel, la ¡°jornada de la ira¡± palestina convocada desemboc¨® en multitudinarias marchas de protesta contra la anexi¨®n en Cisjordania y en Gaza. Miles de manifestantes desfilaron en el enclave costero, esta vez alejados de las fuerzas de seguridad israel¨ªes desplegadas en la valla divisoria.
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