Biden le disputa a Trump el nacionalismo econ¨®mico

El debate econ¨®mico de las elecciones de noviembre en Estados Unidos ser¨¢ alrededor de una idea: la reconstrucci¨®n. Para el candidato dem¨®crata, Joe Biden, esa reconstrucci¨®n de la econom¨ªa norteamericana pasa por un masivo programa de inversi¨®n p¨²blica y un enfoque nacionalista de la producci¨®n y el consumo alrededor de la idea de comprar americano. Biden deja claro con su plan que la derrota de Donald Trump no supondr¨¢ una vuelta a la cooperaci¨®n, las fronteras abiertas o los grandes acuerdos comerciales de la era Obama. La nueva normalidad econ¨®mica es nacionalista, gane quien gane.

En n¨²meros, Biden propone por el momento una inversi¨®n de 300.000 millones de d¨®lares en investigaci¨®n y tecnolog¨ªa, como el desarrollo de la red 5G o veh¨ªculos el¨¦ctricos. Aparte, 400.000 millones m¨¢s en ayudas para comprar productos fabricados en Estados Unidos. Hasta el momento, Biden ha propuesto una reforma fiscal que aumentar¨ªa la recaudaci¨®n en casi cuatro billones de d¨®lares y pr¨¢cticamente desmonta las rebajas fiscales aprobadas por Trump y los republicanos, que beneficiaron sobre todo a grandes fortunas y empresas. El programa asegura que Biden podr¨ªa crear cinco millones de empleos en manufacturas e innovaci¨®n.

El lenguaje que emplea la campa?a dem¨®crata en su programa traslada inmediatamente esa idea patri¨®tica. Biden ¡°va a movilizar el talento, el coraje y la innovaci¨®n del pueblo americano y todo el poder del Gobierno federal para reafirmar la fuerza industrial y tecnol¨®gica de Estados Unidos y asegurarse de que el futuro es hecho en Am¨¦rica por trabajadores americanos¡±, reza el texto. ¡°Las f¨¢bricas de Estados Unidos fueron el arsenal de la democracia en la Segunda Guerra Mundial y deben ser parte del arsenal de la prosperidad de Estados Unidos hoy, y ayudar a la recuperaci¨®n econ¨®mica de las familias trabajadoras¡±.

La referencia a los a?os 40 no es solo ret¨®rica. Verdaderamente, la repentina pandemia de la covid-19 ha hecho que Estados Unidos y el mundo se enfrenten a un futuro econ¨®mico a corto plazo en el que la comparaci¨®n con la Gran Depresi¨®n se podr¨ªa llegar a quedar corta. No hay n¨²meros que sirvan de referencia en t¨¦rminos de destrucci¨®n de empleo y cese de actividad econ¨®mica. El pa¨ªs no ha vivido una situaci¨®n igual. Estas ya no son unas elecciones sobre el futuro, sino sobre enderezar el barco. El t¨ªtulo del programa de Biden es Reconstruir mejor.

Aparte de la filosof¨ªa general, hay argumentos muy inmediatos para proponer cierto nacionalismo econ¨®mico. Todos los pa¨ªses occidentales han visto como sus sistemas de salud se encontraban de un d¨ªa para otro sin equipos de protecci¨®n personal y material b¨¢sico para tratar la avalancha sanitaria de la covid-19. La dependencia de China para este tipo de productos se ha hecho evidente. La campa?a de Trump menciona expresamente que el plan est¨¢ dise?ado para reducir la dependencia de Estados Unidos del exterior en la producci¨®n de material m¨¦dico. Uno de los ¨¢ngulos de la campa?a es criticar la gesti¨®n del presidente en esta pandemia, por haber ignorado la realidad durante meses y minimizar sistem¨¢ticamente la situaci¨®n. Ya hay 130.000 muertos por la covid-19 en EE UU y el pa¨ªs est¨¢ batiendo su r¨¦cord de nuevos casos cada d¨ªa.

Biden present¨® su programa en una planta metal¨²rgica en Dunmore, Pensilvania, un gesto por s¨ª mismo significativo. El Estado del noreste fue, junto con Michigan, la gran sorpresa de 2016. Pensilvania no votaba republicano desde 1988. Trump sell¨® su victoria con una victoria por apenas unos miles de votos en estos dos Estados. La sorpresa se atribuy¨® al resentimiento de los trabajadores empobrecidos por la deslocalizaci¨®n de empresas, no suficientemente detectado por las encuestas. Trump se present¨® ante este perfil con un discurso de America First que echaba la culpa de las dificultades a China y a M¨¦xico.

El discurso de Biden dej¨® clara una idea central: Trump ha beneficiado a la Bolsa y a las grandes empresas, mientras les fallaba a las familias y los asalariados. ¡°Es hora de dar la vuelta a las prioridades en este pa¨ªs¡±, dijo Biden. ¡°Ya toca acabar con esta era de capitalismo de accionistas. La idea de que la ¨²nica responsabilidad de una empresa es con sus accionistas es una farsa absoluta. Tienen una responsabilidad con sus trabajadores, su comunidad y su pa¨ªs¡±.

La campa?a de Biden no solo est¨¢ atacando el argumento econ¨®mico del presidente por su falta de plan a largo plazo para la situaci¨®n que ha creado la covid-19. Tambi¨¦n trata de debilitar la idea de que estos a?os hayan sido tan buenos. La rebaja de impuestos anim¨® la inversi¨®n en el exterior m¨¢s que en el pa¨ªs, afirma el programa. En 2018, contin¨²a, se batieron r¨¦cords de recompra de acciones y de baja recaudaci¨®n de empresas. En 2019, el sector manufacturero de EE UU ¡°estaba en recesi¨®n¡±, y la guerra de aranceles con China ¡°acab¨® contribuyendo al declive de las exportaciones¡±.

En la presentaci¨®n del programa econ¨®mico, la campa?a de Biden deja claro que su victoria no supondr¨¢ una vuelta a los tratados comerciales y el aperturismo. En estas elecciones, Biden cuenta a su favor con unos datos que permiten asumir una gran movilizaci¨®n entre todas las categor¨ªas de votantes. Lidera las encuestas tanto en el nivel nacional como en los estados clave. Pero ara?ar votos de Trump en ese perfil ser¨ªa un paso importante, quiz¨¢ definitivo, especialmente en tiempos econ¨®micos duros como los que se avecinan.

Tres a?os de divisi¨®n, agresi¨®n verbal, tufo a corrupci¨®n, esc¨¢ndalos (hace solo seis meses que hubo un impeachment) y agotamiento general de la poblaci¨®n hab¨ªan dejado a Trump con muy pocos argumentos para presentarse a la reelecci¨®n. Trump puede agitar a las bases m¨¢s ac¨¦rrimas con discursos sobre las armas o el aborto, pero su principal argumento para aspirar a un voto moderado era la econom¨ªa. En su mandato, EE UU ha vivido los ¨²ltimos tres a?os de la d¨¦cada de mayor expansi¨®n de su historia, con n¨²meros r¨¦cord de empleo. Su lema de campa?a es: Promesas hechas, promesas cumplidas. La pandemia ha destruido ese argumento. Nadie le puede echar la culpa de la pandemia, pero s¨ª de la respuesta. ¡°Menos de un tercio de la enorme cantidad de dinero que el Congreso y la Reserva Federal han puesto a disposici¨®n del sector privado ha ido a negocios peque?os¡±, dijo Biden este jueves. El Congreso ha aprobado ya tres billones de d¨®lares en ayudas y se est¨¢ discutiendo un nuevo paquete.

Los ¨²ltimos d¨ªas de empuje de la campa?a de Biden tambi¨¦n han dejado entrever el intento de los dem¨®cratas por presentarse unidos en torno a Biden, que ser¨¢ una especie de candidato de unidad. Despu¨¦s de unas primarias en las que llegaron a presentarse m¨¢s de una veintena de candidatos, el Partido Dem¨®crata decidi¨® agruparse en torno a la figura del exvicepresidente y frenar en seco otras opciones m¨¢s izquierdistas, como los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Biden era el m¨¢s moderado de los candidatos, y el que menos gasto p¨²blico promet¨ªa. Los dem¨®cratas se presentan en noviembre con una propuesta en principio contradictoria: el candidato m¨¢s establishment posible, con el programa m¨¢s izquierdista en tiempos recientes.

Sin embargo, la campa?a est¨¢ llena de gestos en la que los candidatos que movilizan el voto joven dejan claro que Biden es la mejor opci¨®n. El mi¨¦rcoles, la campa?a present¨® el ¡°grupo de trabajo Biden-Sanders¡±, con una serie de propuestas que recogen desde la expansi¨®n de la sanidad p¨²blica hasta la eliminaci¨®n de las prisiones privadas o revertir la pol¨ªtica de Trump en inmigraci¨®n. El programa, por el momento, no habla abiertamente de asuntos como la sanidad p¨²blica universal o el Green New Deal, al menos no con esas palabras.

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