La CDU encara en plena pandemia la recta final de la sucesi¨®n de Merkel

Tres hombres y un destino. Qui¨¦n suceder¨¢ a la canciller, Angela Merkel, al frente del partido y tal vez tambi¨¦n de Alemania tras 15 a?os en el poder es el descomunal elefante en la habitaci¨®n de la pol¨ªtica alemana, semiparalizada por la irrupci¨®n de la pandemia. El virus ha pulverizado la hoja de ruta de un proceso postergado hasta ahora, repleto de interrogantes, pero con una fecha fija en el horizonte: el 4 de diciembre. Ese d¨ªa, evoluci¨®n de la pandemia mediante, la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) elegir¨¢ en Stuttgart a su nuevo l¨ªder y posible candidato conservador a canciller. Algunas de las inc¨®gnitas de la contienda han empezado a despejarse esta semana. Los eventos virtuales reemplazar¨¢n a los presenciales, en una campa?a que se prev¨¦ con un tono temperado, en sinton¨ªa con el estado de ¨¢nimo que imprime la cat¨¢strofe epidemiol¨®gica.

El candidato que resulte vencedor en diciembre ser¨ªa el candidato natural a canciller en las elecciones del oto?o de 2021, cuando Merkel se retire. Tendr¨ªa adem¨¢s muchas papeletas para gobernar Alemania, a juzgar por las encuestas que apuntan a una clara superioridad de los conservadores, reforzados por la gesti¨®n de la pandemia. Pero depender¨¢ tambi¨¦n de los resultados, que podr¨ªan formar una mayor¨ªa que alumbrase a un canciller alternativo, y adem¨¢s de la CSU, el partido b¨¢varo hermano de la CDU que tiene tambi¨¦n algo que decir en la candidatura a canciller. Y aqu¨ª es donde entra Markus S?der, jefe de Gobierno de Baviera y considerado el gran tapado de la carrera sucesoria, que cobra mucha fuerza en las encuestas como aspirante a canciller.

De momento, los tres candidatos oficiales a liderar la CDU Armin Laschet, Friedrich Merz y Norbert R?ttgen se reunieron el lunes con la actual jefa del partido en funciones, la ministra de Defensa, Annegret Kramp Karrenbauer, llamada inicialmente a suceder a Merkel, pero que dimiti¨® el a?o pasado derrotada en un pulso por el poder. Acordaron una hoja de ruta seg¨²n la cual, cuatro semanas antes de la elecci¨®n, los candidatos dar¨¢n a conocer su programa al p¨²blico general. Habr¨¢ dos debates de 90 minutos, que se celebrar¨¢n la primera y la ¨²ltima semana de noviembre y que tendr¨¢n lugar en el cuartel general de la CDU en Berl¨ªn. Debido a la pandemia, los debates ser¨¢n retransmitidos pero no habr¨¢ presencia de p¨²blico. Habr¨¢ adem¨¢s una serie de charlas virtuales a mediados de noviembre con cada uno de los candidatos en las que los militantes podr¨¢n participar enviando preguntas. Con el contacto con las bases reducido a su m¨ªnima expresi¨®n, los candidatos van pr¨¢cticamente a ciegas.

Este proceso se parece bien poco a la ¨²ltima contienda, la de 2018, cuando los candidatos recorrieron el pa¨ªs en un mano a mano con militantes y delegados. Pero es distinto sobre todo porque el tono es irremediablemente otro. La pandemia ha dado pie en Alemania hasta ahora a una suerte de tregua pol¨ªtica, por la que se ha priorizado la unidad frente a los debates agrios y el trilerismo pol¨ªtico. ¡°Queremos unidad, especialmente en tiempos de crisis. Se trata de Alemania, no de partidos ni de egos¡±, dijo este lunes Ralph Brinkhaus, el jefe del grupo parlamentario conservador, consciente de que lo que espera ahora el votante medio es unidad.

¡°Esta crisis ha trastocado las encuestas, que dicen que los ciudadanos valoran m¨¢s a las instituciones y a los pol¨ªticos porque ahora s¨ª consideran que se ocupan de sus problemas de verdad y no el politiqueo. Hay un cierto consenso, salvo en AfD [la ultraderecha de Alternativo por Alemania], de que este problema hay que solucionarlo todos juntos¡±, explica Peter Matuschek, investigador de la casa de sondeos Forsa.

La pandemia ha trastocado tambi¨¦n las opciones de los candidatos. Unos se han visto aupados por su gesti¨®n de la crisis, otros castigados. De momento, no hay un claro favorito. Una reciente encuesta del diario Der Spiegel situaba claramente en cabeza a Merz (25,5%) frente a Spahn (17,7%) o a Laschet (9,7%). Pero en esa encuesta, como en las dem¨¢s, se pregunta a votantes, no a los 1.001 delegados territoriales del partido, que son los que votan en el congreso y en cuyas manos est¨¢ el futuro de la formaci¨®n. Por eso, la carrera a estas alturas es a¨²n una verdadera inc¨®gnita. Estos son sus protagonistas:

Armin Laschet representa la continuidad de Merkel desde el centro y la capacidad para tender puentes entre las diversas corrientes. Laschet es el jefe de Gobierno de Renania de Norte-Westfalia, el Land m¨¢s poblado y por lo tanto el que aporta un mayor n¨²mero de delegados al congreso. Es tambi¨¦n uno de los Estados m¨¢s afectados por la pandemia, donde han proliferado los brotes en su industria c¨¢rnica y donde Laschet ha recibido criticas por su defensa de la relajaci¨®n de las restricciones en favor de la recuperaci¨®n econ¨®mica frente a quienes llamaban a la prudencia, incluida la propia Merkel o S?der, el l¨ªder b¨¢varo. En las recientes elecciones municipales se ha visto parcialmente reforzado, pero la popularidad es su punto d¨¦bil, ya que no logra remontar en las encuestas.

Laschet cuenta, sin embargo, con un aliado de excepci¨®n. Se llama Jens Spahn, ministro de Sanidad y n¨²mero dos en la candidatura. El ministro ha destacado de forma inesperada durante una pandemia, en la que Alemania ha salido bastante mejor parada que otros pa¨ªses. Su gesti¨®n se considera eficiente, lo que supone un indudable activo para el t¨¢ndem Laschet-Spahn.

Friedrich Merz es el candidato del pasado con sed de futuro y mucho tir¨®n. Regres¨® a la pol¨ªtica hace dos a?os, despu¨¦s de tres lustros dedicado a la asesor¨ªa financiera y a enriquecerse. Eso fue despu¨¦s de que Merkel le defenestrara como l¨ªder del entonces grupo parlamentario en la oposici¨®n. Pero Merz no parece darse nunca por vencido. En 2018 ya aspir¨® a dirigir el partido y perdi¨® en el hist¨®rico congreso de Hamburgo. Por la m¨ªnima, pero perdi¨®.

Ahora est¨¢ empe?ado en que este tercer intento sea el definitivo. Para ello cuenta con el apoyo del ala m¨¢s conservadora del partido, de quienes siguen pensando que Merkel ha ¡°socialdemocratizado¡± la CDU y la ha escorado al centro hasta volverla irreconocible. Son los mismos que no han digerido la decisi¨®n de Merkel de permitir la entrada de m¨¢s de un mill¨®n de demandantes de asilo en 2015 y los que consideran que el partido debe volver a sus esencias conservadoras de siempre.

El problema es que ese siempre ya no existe y que el mundo ha cambiado mucho y muy r¨¢pido, como el propio Merz est¨¢ pudiendo comprobar a golpe de esc¨¢ndalo. Su cosmovisi¨®n vintage chirr¨ªa en el mejor de los casos y resulta ofensiva en el peor, como en las declaraciones de la semana pasada, cuando le preguntaron si para ¨¦l supondr¨ªa un problema que el pr¨®ximo canciller alem¨¢n fuera gay. Merz dijo que no, pero con un pero intolerable, con el que dejaba caer una supuesta vinculaci¨®n entre la homosexualidad y la pederastia. ¡°En relaci¨®n con la cuesti¨®n de la orientaci¨®n sexual, mientras se encuentre dentro del margen de la ley y no afecte a los menores no es una cuesti¨®n que deba ser discutida p¨²blicamente¡±. La tormenta de cr¨ªticas no se hizo esperar y, aunque Merz quiso arreglarlo luego con un tuit, el da?o ya estaba hecho. A¨²n as¨ª, Merz cuenta con un gran predicamento en el Este del pa¨ªs y entre las juventudes del partido, m¨¢s conservadoras.

Norbert R?ttgen es el candidato centrista, en principio con menos posibilidades, pero que en las ¨²ltimas semanas ha ido ganando cierto protagonismo. R?ttgen preside la Comisi¨®n de Exteriores en el Bundestag desde 2014 y juega la carta de experto en pol¨ªtica internacional en tiempos de gran volatilidad global. Defiende una pol¨ªtica de mano dura con China y con Rusia e incluso la paralizaci¨®n del gasoducto Nordstream 2, como represalia tras el envenenamiento del opositor ruso Alex¨¦i Navalni.

Conocido rostro de la pol¨ªtica alemana desde hace d¨¦cadas, R?ttgen es un ferviente europe¨ªsta, que desde el inicio de la pandemia abog¨® por un fondo europeo sin grandes contrapartidas para los pa¨ªses m¨¢s afectados. ¡°Los cr¨¦ditos solo agravar¨ªan el problema. Por esa raz¨®n, la mayor parte del dinero debe ser gastado como subsidios en lugar de cr¨¦ditos¡±, indicaba en una entrevista reciente con este diario. Ha liderado despu¨¦s del verano la corriente en su partido que defiende una mayor implicaci¨®n alemana en la acogida de refugiados bloqueados ahora en las islas griegas.