Qatar anuncia las primeras elecciones a su Consejo Consultivo para 2021
Los comicios, prometidos hace una d¨¦cada, buscan mejorar la imagen del pa¨ªs
El emir de Qatar, el jeque Tamim Bin Hamad al Thani, ha anunciado esta semana elecciones a la Shura, o Consejo Consultivo, para octubre del pr¨®ximo a?o. Los comicios, que su padre prometi¨® en 2011, se fueron retrasando desde la fecha inicialmente prevista de 2013. M¨¢s que a una demanda de participaci¨®n de su escasa poblaci¨®n aut¨®ctona, la decisi¨®n se enmarca en el esfuerzo del peque?o pero rico pa¨ªs por mejorar su imagen internacional ante la celebraci¨®n del pr¨®ximo Mundial de F¨²tbol.
¡°Los preparativos para las elecciones al Consejo Consultivo est¨¢n a punto de culminar y se celebrar¨¢n en octubre del a?o que viene¡±, declar¨® el jeque Tamim durante la inauguraci¨®n de la 49? sesi¨®n de esa C¨¢mara el pasado martes. ¡°Estamos dando un paso importante para reforzar las tradiciones consultivas de Qatar y desarrollar el proceso legislativo a trav¨¦s de una participaci¨®n m¨¢s amplia de los ciudadanos¡±, a?adi¨®.
Qatar cuenta con una Shura desde 1972, pocos meses despu¨¦s de su independencia. Se trata de un protoparlamento de car¨¢cter asesor, sin verdaderos poderes legislativos y cuyos miembros son designados por el emir. La Constituci¨®n otorgada que los catar¨ªes respaldaron en un refer¨¦ndum en 2003 estableci¨® que dos tercios de sus 45 miembros sean elegidos por sufragio universal y el resto designados por el emir. Pero no fue hasta 2011, en medio de la agitaci¨®n de la primavera ¨¢rabe, cuando el jeque Hamad, padre del actual mandatario, anunci¨® las primeras elecciones para dos a?os m¨¢s tarde.
Qatar, uno de los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros del mundo gracias a sus reservas de gas y con escasa poblaci¨®n nacional, no hab¨ªa sufrido protesta alguna ni presi¨®n para el cambio. Sin embargo, el emirato no escondi¨® sus simpat¨ªas hacia las revueltas y sus vecinos le acusan de respaldar a los movimientos islamistas en la regi¨®n y de ofrecerles un altavoz a trav¨¦s de la cadena de televisi¨®n Al Jazeera. Sea como fuere, llegado 2013 en vez de elecciones, lo que el pa¨ªs vivi¨® fue una inusual transferencia de poder cuando Hamad abdic¨® en su primog¨¦nito. La convocatoria a las urnas se qued¨® en el aire.
Como sucediera con el anuncio de su padre, el jeque Tamim no ha dado detalles ni sobre el proceso electoral (qui¨¦n puede ser candidato o cu¨¢les son los requisitos para votar) o sobre los poderes del futuro Consejo. De acuerdo con el texto constitucional, la Shura puede debatir y aprobar leyes, incluido el presupuesto, pero el emir tiene la ¨²ltima palabra.
Los catar¨ªes, que apenas suponen un 15% de los 2,9 millones de habitantes del emirato, no han mostrado un especial inter¨¦s en avanzar esa promesa de participaci¨®n, al menos de forma p¨²blica. De hecho, la concurrencia a los comicios municipales del a?o pasado fue significativamente menor que en las de 2015. De ah¨ª que la mayor¨ªa de los observadores interpreten el repentino anuncio de elecciones a la Shura en clave de imagen exterior.
Fruto de sus ambiciones pol¨ªticas y deportivas, Qatar ha atra¨ªdo una inusual atenci¨®n internacional desde principios de siglo. Desde su designaci¨®n como sede del Mundial de 2022, ha sido acusado de pagar sobornos para conseguirlo; tambi¨¦n ha recibido crecientes cr¨ªticas por su trato a los trabajadores extranjeros que construyen las instalaciones e infraestructuras que requiere el evento. Desde 2017, es adem¨¢s objeto de un embargo comercial y diplom¨¢tico por sus vecinos como resultas de sus simpat¨ªas islamistas.
Ese golpe, que ha tenido un gran coste no s¨®lo econ¨®mico sino emocional, ha hecho que los catar¨ªes pasen a la ofensiva, en un intento de mejorar c¨®mo son percibidos. En los ¨²ltimos meses, el pa¨ªs ha anunciado cambios importantes a las normas de contrataci¨®n de trabajadores extranjeros. Un gesto democratizador, en un entorno de monarqu¨ªas absolutas, sin duda resulta positivo. Incluso cuando el propio emir ha reconocido sus l¨ªmites. ¡°No es un sistema multipartidista, sino m¨¢s bien un sistema principesco basado en tradiciones bien fundadas de gobernanza justa y racional que conecta con la gente a trav¨¦s del compromiso de fidelidad, relaciones leales, confianza mutua y comunicaci¨®n directa entre el sistema y la comunidad¡±, explic¨® en su discurso ante la Shura.
Aun as¨ª, se trata de un inusual paso entre las monarqu¨ªas de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, donde s¨®lo Kuwait dispone de un Parlamento que con regularidad desaf¨ªa al Gobierno y bloquea algunas de sus leyes. Tras las protestas de 2011, Om¨¢n y Bahr¨¦in ampliaron las competencias de sus respectivos ¨®rganos consultivos sin llegar a darles verdadero poder. En Emiratos ?rabes Unidos, la mitad de los 40 miembros el Consejo Nacional Federal son elegidos por un grupo creciente de ciudadanos a quienes los gobernantes de los siete principados que integran la federaci¨®n habilitan para votar y ser candidatos. En Arabia Saud¨ª, el peso pesado regional, el rey designa a los 150 integrantes de su Shura.
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