El viraje de Macron llega hasta la prensa
El cambio de actitud del presidente franc¨¦s hacia los medios busca consolidar el 'Acto 2' del quinquenio
Podr¨ªa escribirse la historia de la presidencia de Emmanuel Macron a trav¨¦s de sus relaciones con los medios de comunicaci¨®n. En poco m¨¢s de dos a?os, ha pasado de la fascinaci¨®n a la desconfianza y, desde este mi¨¦rcoles, a un amago de reconciliaci¨®n, o como m¨ªnimo un intento de seducci¨®n por parte del presidente de la Rep¨²blica.
¡°Parece que no es usted gaullista. ?C¨®mo se las arreglar¨¢ para ser objetivo?¡±, le dijo una vez, en plena hegemon¨ªa del general De Gaulle, un director de la radiotelevisi¨®n p¨²blica a un periodista a quien iba a contratar. El presidente cit¨® esta an¨¦cdota para se?alar que ¨¦l no es as¨ª, ni quiere serlo.
Las palabras de Macron llegaron a la mitad del solemne discurso de A?o Nuevo a la prensa, una pr¨¢ctica que hab¨ªa ca¨ªdo en desuso y que el presidente recuper¨® en 2018 para volver a suspenderla en 2019. El que celebr¨® este mi¨¦rcoles fue el discurso de un lector de prensa y de un creyente en la libertad de expresi¨®n, el del pol¨ªtico que conf¨ªa en el papel de los periodistas para controlar el poder y el que les pide vigilancia ante el todo vale y la confusi¨®n de las redes sociales, el que defiende el ¡°Yo soy Charlie¡± cinco a?os despu¨¦s del atentado contra la revista sat¨ªrica Charlie Hebdo, y el que promete proteger a los medios de comunicaci¨®n ante las amenazas de las grandes plataformas de Silicon Valley o ante los ataques a su independencia econ¨®mica. Despu¨¦s de hablar m¨¢s de 40 minutos, baj¨® del estrado y departi¨® en un corro sobre cualquier tema que se le plantease, sin m¨¢s l¨ªmite que de hacerse un hueco en la m¨ºl¨¦e y llamar su atenci¨®n: Oriente Pr¨®ximo, Carlos Ghosn, la reforma de las pensiones, la violencia policial¡
Su actuaci¨®n en el d¨ªa a d¨ªa es motivo de discusi¨®n y cr¨ªticas en Francia, pero sobre el papel muchas de las ideas que expres¨® en el palacio del El¨ªseo podr¨ªan haberlas suscrito buena parte de los miembros del gremio acreditados en Par¨ªs que le escucharon. Otra cosa es c¨®mo las ponga en pr¨¢ctica, pero el contraste con el discurso a la prensa de hace dos a?os es significativo. Y dice bastante sobre los cambios que ha experimentado el presidente en este periodo. Macron quiere convencer a Francia de que ha cambiado y los periodistas quiz¨¢ sean un primer paso.
La campa?a que le llev¨® al palacio del El¨ªseo, en 2017, y el personaje que Macron encarnaba entonces ¡ªel joven que romp¨ªa con los viejos esquemas de la pol¨ªtica, el banquero-fil¨®sofo, el europe¨ªsta que derrotaba a la extrema derecha unos meses despu¨¦s de las victorias de Donald Trump y del Brexit¡ª fascin¨® a muchos observadores. Incluidos a los periodistas. Despu¨¦s lleg¨® el distanciamiento. El presidente franc¨¦s quiso gobernar al estilo mon¨¢rquico ¡ª¡°jupiterino¡±, dec¨ªa, por el dios romano J¨²piter¡ª, elevado por encima del com¨²n de los mortales, impaciente con algunos contrapoderes, lastrado por una imagen de elitismo y una arrogancia que acab¨® pagando cara. En la primera ceremonia con la prensa en enero de 2018, cuando llevaba menos de un a?o en el palacio del El¨ªseo, Macron ley¨® la cartilla a los invitados. Les rega?¨® por la mala costumbre, que ¨¦l hab¨ªa observado con su antecesor, el socialista Fran?ois Hollande, de una excesiva connivencia con el poder. Demasiadas confidencias, demasiado compadreo¡ En aquella ocasi¨®n, tambi¨¦n anunci¨® una ley contra las noticias falsas o fake news que las asociaciones de periodistas ve¨ªan con desconfianza.
Era el Acto 1, que desemboc¨® en una explosi¨®n de tensiones latentes en Francia y en la revuelta de los chalecos amarillos. Macron record¨® este mi¨¦rcoles ante los periodistas uno de los momentos desafortunados de ese periodo, cuando le dijo a un desempleado que ¨¦l, el presidente, pod¨ªa cruzar la calle y encontrarle en un momento varios empleos. Que era cuesti¨®n de sacarse la pereza de encima y ponerse a buscar: as¨ª se percibi¨®. ¡°Fue una expresi¨®n taaan Acto 1¡±, brome¨®. ¡°No me dio suerte¡±.
Ahora acaba de empezar el Acto 2, y los problemas para Macron no han terminado. La huelga indefinida en los transportes y las manifestaciones contra la reforma de las pensiones son la prueba. Pero ¨¦l intenta mostrarse bajo otros h¨¢bitos. M¨¢s humilde, m¨¢s a la escucha, unos cent¨ªmetros, o m¨¢s, bajo el pedestal.
¡°Esto no es un gran debate¡±, avis¨®, para se?alar que no repetir¨ªa aquellas discusiones de siete u ocho horas que a principios del a?o pasado organiz¨® para salir de la crisis de los chalecos amarillos. Y al final, cit¨® un texto de Albert Camus sobre la libertad de la prensa. ¡°Formar estos corazones y estos esp¨ªritus¡±, dijo, ¡°m¨¢s bien despertarlos, es la tarea a la vez modesta y ambiciosa que corresponde al periodista independiente¡±. En realidad, Camus dijo ¡°hombre independiente¡±, no ¡°periodista¡±. Pero no importa: los cl¨¢sicos nunca fallan.
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