La alerta ante el auge del antisemitismo marca la conmemoraci¨®n en Auschwitz
Medio centenar de delegaciones oficiales ha participado en el acto en el campo de exterminio
De Auschwitz, en el 75? aniversario de liberaci¨®n del campo, llega una advertencia. Las ideolog¨ªas y las mentiras que provocaron aquel horror prevalecen en nuestro tiempo y hay que detenerlas a toda costa. Lo han se?alado los supervivientes que han tomado la palabra en la emotiva ceremonia central del aniversario, que se ha desarrollado esta tarde a la entrada de Birkenau, el inmenso campo sat¨¦lite de Auschwitz. Y lo ha denunciado a continuaci¨®n, en el mismo acto, el presidente del Consejo Jud¨ªo Mundial, el empresario estadounidense Ronald Steven Lauder, en su intervenci¨®n como representante de la organizaci¨®n Pilares del Recuerdo, dedicada a recaudar fondos privados para la Fundaci¨®n Auschwitz-Birkenau. Lauder ha pedido a los representantes de los Gobiernos reunidos en la conmemoraci¨®n que pongan coto con decisi¨®n a la ola de antisemitismo actual, que es no es heredera sino la misma, ha dicho, que desat¨® el Holocausto.
Los supervivientes de aquel horror, ya ancianos, al final de sus vidas y el l¨ªmite de sus fuerzas, consideran que la sociedad entera ha de comprometerse en preservar la memoria del genocidio nazi y en asegurar que nada semejante vuelva a ocurrir.
Cuatro supervivientes, dos hombres y dos mujeres, han hablado esta tarde desde el mismo centro de la tragedia y el exterminio, rememorando sus experiencias, mientras sus compa?eros se emocionaban (algunos se tapaban el rostro con las manos y lloraban), y los representantes de medio centenar de Estados les escuchaban. ¡°?Y ahora qu¨¦?¡±, se ha preguntado Batsheva Dagan (Lodz, 1925), n¨²mero de presa 45554, la primera de los exprisioneros de Auschwitz en hablar. Dagan, que ha subido al estrado acompa?ada para apoyarse y ha saludado con un "?Sholom!", ha subrayado que ahora ellos pasan la antorcha y la sociedad toda ha de comprometerse a portarla. ¡°Espero que hagan frente a esa responsabilidad¡±, ha dicho desde el atril de oradores.
La sigui¨® Elza Beker, llevada a Auschwitz con ocho a?os porque su madre biol¨®gica era gitana quien ha mostrado, pese a su coraje, la medida de la fragilidad de los ¨²ltimos supervivientes. Tras recordar el exterminio en Auschwitz de los roman¨ªes y tratar de encontrar desesperadamente palabras, se ha quedado en blanco en su parlamento, que ha tenido que ser le¨ªdo por un miembro de la organizaci¨®n y que ha concluido con un llamamiento a la lucha incesante por la democracia y los derechos civiles.
El siguiente superviviente, Marian Turski, ha recordado su salida del campo poco antes de que lo liberaran los sovi¨¦ticos, en una de las marchas de la muerte conducidas por los SS. Se ha emocionado al considerar que ¡°en raz¨®n de las estad¨ªsticas¡± no volver¨¢ a estar en otro aniversario redondo y ha citado elocuentemente a Primo Levi: ¡°Esto sucedi¨®, lo que significa que puede volver a suceder, y hacerlo en cualquier lugar del mundo¡±. El otro deportado var¨®n que ha tomado la palabra, Stanislaw Zalewski, con gorro y pa?uelo de prisionero, ha conjurado ¡°el alma inmortal¡± de aquellos cuyas cenizas fueron esparcidas en el campo, en una intervenci¨®n en la que ha tra¨ªdo a colaci¨®n el famoso ¡°silencio de Dios¡±.
Como estaba previsto, el presidente polaco, Andrzej Duda, ha sido la ¨²nica autoridad que ha hablado. Lo ha hecho en primer lugar, dando la bienvenida a los presentes, y con un parlamento en el que ha evocado dram¨¢ticamente, con palabras del escritor polaco Tadeusz Borowski, internado en Auschwitz, el fuego y los humos del campo y ha enfatizado la ¡°monstruosidad de pesadilla¡± de lo que ocurri¨®. Tras expresar su reconocimiento a los supervivientes, se ha referido, de manera significativa en el actual marco de las tensiones con Rusia por la interpretaci¨®n hist¨®rica de la II Guerra Mundial, a la liberaci¨®n del campo por tropas del Ej¨¦rcito Rojo. Ha recordado, eso s¨ª, a la resistencia polaca, ¡°la m¨¢s numerosa de la Europa ocupada¡±, y a los soldados polacos, los ¨²nicos, ha recalcado, que combatieron a los alemanes (en diferentes ej¨¦rcitos tras la ocupaci¨®n) ¡°desde el primer d¨ªa de la guerra hasta el ¨²ltimo¡±. Ha rememorado asimismo los padecimientos del pueblo polaco y sus seis millones de muertos, cifra en la que ha incluido, tambi¨¦n elocuentemente, a los tres millones de jud¨ªos del pa¨ªs. Se ha dirigido a los dirigentes presentes y los ha conminado a comprometerse para preservar la memoria de Auschwitz y el Holocausto.
La ceremonia ha arrancado, mientras ca¨ªa el d¨ªa y el campo se llenaba de tristes tonalidades brumosas con una melanc¨®lica melod¨ªa de viol¨ªn a cargo de un cuarteto de cuerda, que ha intervenido en diversos momentos.
Entre los asistentes, el rey Felipe VI y la reina Letizia -de riguroso negro-, en su primera visita oficial a Auschwitz, acompa?ados por la ministra de Exteriores Arancha Gonz¨¢lez Laya, los reyes de B¨¦lgica y de Holanda los presidentes de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, Austria, Alexander van der Bellen, Israel, Reuven Rivlin, y Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski; y los primeros ministros de Hungr¨ªa, Viktor Orb¨¢n y Francia, ?douard Philippe. En representaci¨®n de EE UU ha acudido el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, y del Reino Unido, la duquesa de Cornualles,
Los participantes en la ceremonia se han acomodado en una tarima bajo la gran tienda blanca con los dos centenares de supervivientes, un n¨²mero considerable de ellos en silla de ruedas, abrigados con anoraks y tapados con mantas, agrupados en una zona y las delegaciones de los pa¨ªses en otra. Muchos antiguos deportados llevaban pa?uelos de rayas al cuello y alguno una bandera israel¨ª. Entre la gente se pod¨ªan ver mezclados solideos eclesi¨¢sticos (el Vaticano ha estado representado por el cardenal Zenon Grocholewski), kip¨¢s y sombreros jud¨ªos, gorros ortodoxos, y hasta un gorro de prisionero. La audiencia estaba separada por los ra¨ªles del tren que otrora llevaba su triste carga humana a Birkenau para ser enviada a la muerte directa o a la precaria vida de trabajos forzados, malnutrici¨®n y castigos. Frente a los asistentes se alzaba, iluminada como un decorado, la famosa e ic¨®nica estructura de entrada al campo de Birkenau, con la torre central y sus dos alas de muro.
En la ceremonia ha hablado tambi¨¦n el director del Memorial y Museo de Auschwitz-Birkenau, Piotr Cywinski, y luego se ha celebrado un acto religioso con plegarias ecum¨¦nicas. A continuaci¨®n, ya de noche, una delegaci¨®n de supervivientes y jefes de Estado, entre ellos los Reyes de Espa?a, han avanzado en marcha solemne juntos a trav¨¦s de la Puerta de la Muerte, siguiendo la v¨ªa del tren y pasando por la rampa de selecci¨®n donde los alemanes decid¨ªan qui¨¦n iba a vivir (al menos un tiempo m¨¢s) como trabajador del campo y qui¨¦n era enviado inmediatamente al exterminio.Han llegado hasta al monumento principal de Birkenau, en el extremo del campo, con placas en los diferentes idiomas de los deportados, incluida una en sefard¨ª. All¨ª, flanqueados por las ruinas de las c¨¢maras de gas y los crematorios, han encendido y depositado velas los antiguos deportados y las autoridades, con lo que se ha clausurado la ceremonia de aniversario. Con motivo de la celebraci¨®n, flameaban en los 31 m¨¢stiles del monumento principal del campo banderas que no correspond¨ªan a ning¨²n pa¨ªs sino que reproduc¨ªan los uniformes listados de los prisioneros.
Las ceremonias de conmemoraci¨®n del 75? aniversario de la liberaci¨®n del campo de concentraci¨®n y exterminio de Auschwitz-Birkenau hab¨ªan comenzado muy temprano. A las 8.30 horas, mientras la niebla se disolv¨ªa lentamente como si alguien alzara la punta de un sudario y el sol pugnaba por aparecer, un grupo de supervivientes ha depositado coronas de flores y peque?as candelas ante el Muro de la Muerte, uno de los hitos ic¨®nicos de Auschwitz I, el campo madre original.
En el fr¨ªo de la ma?ana (dos grados bajo cero), los exprisioneros, uno de los cuales portaba una bandera israel¨ª a manera de capa, clavaban los ojos en la pared de piedra entre los bloques 10 y 11 que sirvi¨® de pared¨®n y era imposible ponerse en su lugar e imaginar qu¨¦ terribles escenas estar¨ªan rememorando en su regreso al campo. En el muro, donde se ejecutaba a granel, de un tiro en la cabeza mientras un kapo, un preso colaborador, aguantaba del brazo a las v¨ªctimas, se produjeron escenas tan terribles como la narrada por un deportado en la que un oficial de las SS ejecut¨® a una mujer y a su hija peque?a inmediatamente despu¨¦s, cuando la ni?a se hab¨ªa arrojado llorando sobre el cuerpo de su madre.
Posteriormente, a las 11 horas, ha tenido lugar otra ceremonia, con presencia del alcalde de Londres, Sadiq Khan, en la que se ha desvelado una placa informando del apoyo financiero de la ciudad de Londres a la Fundaci¨®n Auschwitz-Birkenau.
El campo de Birkenau ofrec¨ªa una imagen muy distinta a la habitual, no solo por la incongruente presencia de la gran tienda blanca engullendo la estructura de entrada, sino porque se hab¨ªan instalado altos postes modernos de iluminaci¨®n, con su cableado por todo el suelo, que contrastaban con las viejas torres de vigilancia alterando el skyline del lugar.
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