Irak busca aplacar la crisis con un nuevo primer ministro
En las primeras reacciones, los manifestantes rechazan a Mohamed Allawi por considerarle parte de la ¨¦lite pol¨ªtica que combaten
El presidente iraqu¨ª, Barham Salih, ha nombrado primer ministro a Mohamed Tawfiq Allawi este s¨¢bado, al cumplirse el plazo que dio al Parlamento sin que los grupos pol¨ªticos hayan consensuado un candidato. Irak se encontraba con un Gobierno en funciones desde que el pasado 1 de diciembre el anterior primer ministro, Adel Abdelmahdi, dimitiera ante la presi¨®n de las protestas populares. Las primeras reacciones de los manifestantes han sido de rechazo.
Allawi, de 65 a?os, ha anunciado su aceptaci¨®n en un v¨ªdeo colgado en su cuenta de Twitter. Ante una bandera iraqu¨ª, y vestido con camisa y jersey, ha empezado pidiendo el apoyo de los manifestantes. ¡°Os pido que sig¨¢is las protestas, porque si no est¨¢is conmigo, estar¨¦ solo y no podr¨¦ hacer nada¡±, les ha interpelado en ¨¢rabe dialectal iraqu¨ª. Incluso ha ido m¨¢s lejos y se ha comprometido a rechazar el cargo si los bloques pol¨ªticos intentan imponerle sus candidatos para formar Gobierno.
El primer ministro designado tiene ante s¨ª una tarea herc¨²lea: gestionar un pa¨ªs paralizado por la crisis pol¨ªtica e institucional hasta la convocatoria de unas elecciones anticipadas. Dispone de un mes para montar su Gabinete, una tarea en la que previsiblemente van a querer inmiscuirse los principales grupos parlamentarios en busca de ministerios y palancas de poder, justo uno de los motivos que ha sacado a decenas de miles de iraqu¨ªes a la calle desde el pasado octubre. Al menos medio millar de ellos han muerto en la represi¨®n de las protestas.
Allawi, un islamista moderado y arquitecto de formaci¨®n, fue ministro de Telecomunicaciones en dos ocasiones durante el mandato de Nuri al Maliki (2006-2014) y dimiti¨® en ambas ocasiones, en protesta por la agenda sectaria y las interferencias pol¨ªticas. Durante su ejercicio trat¨® de poner coto a la corrupci¨®n implantando medidas contra los sobornos. En su discurso de este s¨¢bado tambi¨¦n ha prometido luchar contra ese problema, perseguir a los responsables de matar a los manifestantes y reconstruir la econom¨ªa.
No est¨¢ claro que sus palabras hayan resultado convincentes para todos. Nada m¨¢s difundirse su mensaje, las redes sociales han empezado a llenarse de v¨ªdeos de Bagdad y diferentes ciudades del sur de Irak rechazando su nombramiento. ¡°Rechazamos a Allawi, rechazamos a Allawi¡±, coreaba un grupo concentrado en la plaza de Tahrir, en la capital iraqu¨ª. Para la mayor¨ªa de quienes protestan contra la ¨¦lite gobernante, Allawi es parte de ella.
Sin embargo, el maquiav¨¦lico Muqtada al Sadr, que tras su ¨²ltima demostraci¨®n de fuerza el pasado lunes pidi¨® a sus seguidores que abandonaran las manifestaciones, ha anunciado que ¡°la gente ha elegido a Allawi como designado para el puesto de primer ministro¡±. Su comunicado, que ha coincidido con el regreso de sus partidarios a las plazas, tambi¨¦n ped¨ªa que sigan las protestas ¡°para que se forme un Gobierno que pertenezca a la gente y trabaje por la gente¡±.
En el otro extremo, el ex primer ministro Ayad Allawi, a quien Al Maliki arrebat¨® el triunfo electoral de 2010 y primo carnal del primer ministro designado, se ha apresurado a rechazar su nombramiento. ¡°Estamos con quienes protestan y rechazan a cualquier candidato que sea nombrado fuera de Irak¡±, ha tuiteado apuntando a la mano de Teher¨¢n. A la rivalidad familiar, Mohamed Allawi tiene que sumar la necesidad de renunciar a la nacionalidad brit¨¢nica, adquirida durante su exilio por la persecuci¨®n de Sadam Husein, y que es incompatible con el cargo de primer ministro.
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