El Parlamento de Irak acepta la dimisi¨®n del primer ministro tras dos meses de protestas
Las provincias sun¨ªes se solidarizan con la jornada de duelo por los cuatro centenares de muertos que ha causado la represi¨®n policial
El Parlamento de Irak ha aceptado este domingo la dimisi¨®n del primer ministro Adel Abdelmahdi y su Gobierno. La inusitada renuncia de Abdelmahdi, sin precedentes en la incipiente democracia iraqu¨ª, no basta para acabar con las protestas contra la corrupci¨®n del sistema pol¨ªtico que hoy han entrado en su tercer mes. As¨ª lo han dejado claro los manifestantes, cuyo duelo por las v¨ªctimas de la represi¨®n policial ha suscitado apoyos en las provincias de mayor¨ªa sun¨ª que hasta ahora se hab¨ªan mantenido al margen de la revuelta.
¡°Despu¨¦s de Abdelmahdi, fuera el Parlamento, los partidos pol¨ªticos e Ir¨¢n¡±, siguen coreando los iraqu¨ªes que tras las ¨²ltimas muertes han transformado las protestas en procesiones funerarias en recuerdo de los ca¨ªdos, a quienes se refieren como ¡°m¨¢rtires¡±.
Abdelmahdi dimiti¨® el pasado viernes, despu¨¦s de que la m¨¢xima autoridad religiosa chi¨ª, el gran ayatol¨¢ Ali Sistani, instara a la Asamblea Nacional a reconsiderar su apoyo al Gobierno. La v¨ªspera se hab¨ªa vivido una de las jornadas m¨¢s sangrientas desde que el 1 de octubre se iniciaran las manifestaciones populares contra el r¨¦gimen de 2003, el sistema de reparto de poder confesional instaurado por Estados Unidos tras el derribo de Sadam Husein y que ahora controla Ir¨¢n. Al menos 65 personas murieron ese d¨ªa, seg¨²n los ¨²ltimos recuentos. El c¨®mputo global habla de cuatro centenares de muertos y 15.000 heridos.
La gravedad de los sucesos del jueves llev¨® a varios jefes tribales a movilizar sus fuerzas para impedir que los cuerpos de seguridad y las milicias trasladaran refuerzos a Naseriya y Nayaf, las dos ciudades donde se produjeron los incidentes m¨¢s graves. En un gesto a¨²n m¨¢s significativo, y que puede resultar clave para la evoluci¨®n de la actual crisis, empiezan a surgir muestras de apoyo a los manifestantes en las regiones de mayor¨ªa sun¨ª.
El eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil
El primer ministro Adel Abdelmahdi (Bagdad, 1942) era el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil del sistema pol¨ªtico contra el que se manifiestan decenas de miles de iraqu¨ªes. Sin un partido detr¨¢s y sin base popular, lleg¨® al poder hace 13 meses por acuerdo de las dos fuerzas m¨¢s votadas en los ¨²ltimos comicios, Sairun (movimiento sadrista) y la alianza de la Conquista (Fatah).
Tras haber estado en la oposici¨®n a Sadam y haber trabajado en varios Ejecutivos posteriores a su derribo, hab¨ªa abandonado la militancia pol¨ªtica activa y se le percib¨ªa como un hombre dialogante y capaz de tender puentes con Ir¨¢n, EE. UU. y los kurdos, aunque sus cr¨ªticos le tachaban de chaquetero en busca del poder. Este economista, doctorado en Francia y que adem¨¢s tambi¨¦n se expresa con fluidez en ingl¨¦s, deb¨ªa ocuparse de gestionar el d¨ªa a d¨ªa del Gobierno, tras la expulsi¨®n del Estado Isl¨¢mico. Hasta que surgieron las protestas.
Cientos de estudiantes vestidos de negro han desfilado este domingo en Mosul, al norte del pa¨ªs, seg¨²n informa la agencia France Presse. Se trata de una expresi¨®n de solidaridad con la jornada de duelo declarada en las ocho provincias del sur de Bagdad, habitadas mayoritariamente por chi¨ªes y que junto con la capital han concentrado las protestas. El viernes, la provincia de Saladino tambi¨¦n declar¨® tres d¨ªas de luto.
Hasta ahora las zonas de poblaci¨®n sun¨ª, y que apenas fueron liberadas del Estado Isl¨¢mico hace dos a?os, se hab¨ªan mantenido al margen de la revuelta popular. Aunque comparten los mismos problemas de los que se queja el sur, el temor a ser tachados de simpatizantes de ese grupo o de nost¨¢lgicos de Sadam les hab¨ªa aconsejado prudencia. Tambi¨¦n pesaba la violenta represi¨®n con que se toparon cuando al hilo de la primavera ¨¢rabe se manifestaron en 2013.
Otro elemento que sin duda va a reforzar la confianza de los manifestantes es la condena a muerte de un oficial de polic¨ªa por haber matado a dos manifestantes en Kut, a 175 kil¨®metros al sureste de Bagdad. Es el primer castigo que se impone despu¨¦s de que un informe oficial reconociera a mediados de octubre ¡°un uso excesivo de la fuerza¡± en algunos lugares. Ya el viernes las autoridades destituyeron al general Yamil al Shamari, enviado por Abdelmahdi a reprimir las protestas de Naseriya y cuya actuaci¨®n desat¨® la matanza que se ha convertido en punto de inflexi¨®n de la crisis.
El presidente del Parlamento, Mohamed al Halbusi, ha anunciado que va a comunicar la dimisi¨®n al presidente del pa¨ªs, Barham Salih, para que proceda a nombrar un nuevo primer ministro. De acuerdo con la Constituci¨®n, el jefe del Estado debe pedir al mayor bloque de la C¨¢mara que proponga un candidato. Mientras, el actual Gobierno se mantiene en funciones. Pero bajo la apariencia de normalidad institucional se abre un periodo de incertidumbre pol¨ªtica tanto por la novedad del proceso como, sobre todo, por la falta de credibilidad de la ¨¦lite pol¨ªtica, cuya renovaci¨®n integral reclaman los iraqu¨ªes movilizados en las principales ciudades del pa¨ªs.
¡°Estamos lejos de un arreglo pol¨ªtico y la dimisi¨®n del Gobierno podr¨ªa complicar las cosas m¨¢s que resolverlas; los manifestantes van a continuar [su movilizaci¨®n] e incluso pueden incrementar el tempo dado el ¨¦xito que creen haber logrado¡±, interpreta Farhad Alaaldin, presidente del Consejo Consultivo de Irak, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que asesora a los gobernantes iraqu¨ªes. En su opini¨®n, ¡°los partidos pol¨ªticos van a mantener una larga batalla para determinar cu¨¢l es el mayor bloque [en el Parlamento] y [tratar de] nombrar [primer ministro] a uno de los suyos¡±. Las ¨²ltimas elecciones dejaron una C¨¢mara muy fragmentada, donde son posibles distintas alianzas.
Aunque presionados por la revuelta popular, los partidos se esforzaran por acelerar el proceso y buscar soluciones r¨¢pidas, pocos creen que sea posible formar un nuevo Gobierno antes de tres meses. E incluso si de forma paralela logran aprobar una nueva ley electoral, que en teor¨ªa ya est¨¢ en proceso de debate, como muy pronto se podr¨ªan convocar unas nuevas elecciones para finales de 2020.
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