Bruselas esquivar¨¢ los vetos nacionales con una pol¨ªtica exterior a varias velocidades
La nueva Comisi¨®n sostiene que la agenda internacional se mueve a un ritmo incompatible con los lentos procesos internos de la Uni¨®n
Acabar con la par¨¢lisis de la unanimidad por la v¨ªa de los hechos. La Comisi¨®n Europea, seg¨²n fuentes comunitarias, apostar¨¢ en esta legislatura por una pol¨ªtica exterior a varias velocidades en la que se dejar¨¢ aparte a los pa¨ªses que, como Hungr¨ªa o Polonia, suelen resistirse a una posici¨®n com¨²n. Bruselas quiere pronunciamientos m¨¢s r¨¢pidos, claros y contundentes sobre una agenda internacional que se mueve a una velocidad incompatible con los lentos procesos internos de la Uni¨®n.
"Tendremos que acostumbrarnos a posiciones mayoritarias y a coaliciones de los pa¨ªses partidarios de actuar", se?ala una alta fuente comunitaria. Y apunta a la reciente declaraci¨®n de rechazo al plan de paz de Donald Trump para Oriente Pr¨®ximo, apoyada por 25 de los 27 socios europeos, o a la operaci¨®n naval encabezada por Francia en el Estrecho de Ormuz, a la que se han sumado siete pa¨ªses, como el modelo a seguir en una pol¨ªtica exterior que dejar¨¢ de moverse al ritmo del m¨¢s lento o el m¨¢s reacio.
Algunos l¨ªderes europeos, como el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, incluso quieren extender esa Europa de varias velocidades a muchas otras ¨¢reas de la pol¨ªtica comunitaria, desde la fiscal a la social. Y convertirla en el patr¨®n de actuaci¨®n en un club que alberga enormes diferencias econ¨®micas, sociales e hist¨®ricas y donde la fragmentaci¨®n pol¨ªtica ha ido en aumento y el apego a la integraci¨®n europea flaquea en varias capitales.
De momento, el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior (SEAE), encabezado desde el pasado 1 de diciembre por el vicepresidente de la Comisi¨®n Josep Borrell, no parece dispuesto a pasar d¨ªas o semanas intentando consensuar una postura un¨¢nime que, para cuando llega, suele ser tarde y llena de salvedades hasta el punto de hacerla irrelevante.
La primera gran andanada de Borrell como Alto Representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE ha llegado en respuesta a la iniciativa de Trump para intentar poner fin al conflicto entre Israel y Palestina. Tras una primera reacci¨®n (el 28 de enero) concediendo el beneficio de la duda al plan de Washington, Borrell lo rechaz¨® de plano el 4 de febrero y advirti¨® a Israel que la UE impugnaci¨®n cualquier ocupaci¨®n de territorio palestino derivada del presunto plan de paz estadounidense.
La declaraci¨®n del Alto Representante sali¨® a la luz a pesar de que no logr¨® la unanimidad de los 27 Gobiernos. La anterior jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tambi¨¦n sol¨ªa recurrir a esa f¨®rmula. Pero la italiana fue criticada por sacrificar la ambici¨®n en aras del consenso. En el caso de Borrell, en cambio, ha sorprendido su contundencia y que el rechazo al plan europeo fuese presentado como una posici¨®n mayoritaria de la UE con vocaci¨®n de eclipsar las objeciones.
El impacto de la declaraci¨®n fue inmediato en Israel, que protest¨® virulentamente. Y Hungr¨ªa, el pa¨ªs que con m¨¢s ah¨ªnco vetaba la posici¨®n com¨²n europea, se apresur¨® a desmarcarse p¨²blicamente de la declaraci¨®n del Alto Representante y a indicarle a los gobiernos de Israel y de EE UU que Budapest no la secundaba. Demasiado tarde porque, de facto, el rechazo mayoritario al plan de paz ya se hab¨ªa convertido en la posici¨®n europea ante la escena internacional.
"Hay que entender que en los grandes temas no vamos a tener unanimidad", se?alan fuentes de la Comisi¨®n. Esas mismas fuentes reconocen que "costar¨¢ mucho tiempo tener una cultura estrat¨¦gica com¨²n, porque cada socio tiene su propia tradici¨®n y su propia historia en ese terreno".
Pero tanto la nueva Comisi¨®n, presidida por la alemana Ursula von der Leyen, como la presidencia del Consejo Europeo, ocupada desde hace dos meses por el belga Charles Michel, han dado ya se?ales de que la UE no puede permitirse despu¨¦s del Brexit quedarse estancada por los vetos nacionales.
Algunos pa¨ªses secundan la idea de Macron de crear c¨ªrculos conc¨¦ntricos. "Tiene raz¨®n Francia, hay que multiplicar la f¨®rmula del espacio Schengen", apunta una diplom¨¢tica en alusi¨®n a la zona libre de fronteras pactada en 1985 por solo cinco pa¨ªses y de la que ahora forman parte 26, 22 de ellos de la UE.
Otros pa¨ªses sugieren que se utilice la llamada "pasarela" prevista en el Tratado de la UE para que los asuntos que se aprueban por unanimidad puedan aprobarse por mayor¨ªa cualificada. En el terreno de la pol¨ªtica exterior, por ejemplo, Holanda propone que se aprueben por mayor¨ªa cualificada, sin posibilidad de veto, las sanciones como las que se aplican ahora a Rusia o Venezuela.
Soluciones pragm¨¢ticas
Borrell, como ya indic¨® en su audiencia ante el Parlamento Europeo previa a la toma de posesi¨®n del cargo, es esc¨¦ptico sobre la posibilidad de suprimir el veto. Entre otras cosas, porque esa supresi¨®n ya requiere de antemano la unanimidad, por lo que es muy probable que alg¨²n pa¨ªs lo frustrase.
La nueva c¨²pula comunitaria prefiere superar el veto con soluciones pragm¨¢ticas y ad hoc, aunque suponga buscar f¨®rmulas extracomunitarias o de dif¨ªcil encaje en el entramado de la UE. Michel ya logr¨® en diciembre esquivar el veto de Polonia al objetivo de emisiones cero de CO2 en 2050. La cumbre europea pact¨® esa meta y la objeci¨®n polaca qued¨® simplemente recogida en el texto sin impedir que la Comisi¨®n siga adelante con los proyectos legislativos necesarios para hacer realidad el llamado Pacto Verde.
El pragmatismo, seg¨²n fuentes comunitarias, tambi¨¦n se impondr¨¢ en pol¨ªtica exterior y de defensa, terreno abonado para permitir la participaci¨®n selectiva de los Estados miembros que lo deseen. Esas fuentes se?alan el ejemplo de la reciente misi¨®n puesta en marcha por Francia para garantizar la seguridad del transporte mar¨ªtimo de mercanc¨ªas en el Estrecho de Ormuz, amenazado por la creciente tensi¨®n en la zona. Por ahora solo se han sumado siete pa¨ªses (Espa?a no est¨¢ entre ellos). Pero eso no ha impedido que la operaci¨®n se ponga en marcha desde la base naval francesa en Abu Dhabi.
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