El agujero presupuestario del Brexit amenaza el saldo favorable de Espa?a con la UE

El presupuesto m¨¢s ¨ªnfimo en la historia de la UE nacer¨¢ de una gran bronca entre los Gobiernos del club. Los 27 socios se re¨²nen este jueves en una cumbre extraordinaria, la primera despu¨¦s del Brexit del pasado 31 de enero, con el objetivo de pactar las cuentas del pr¨®ximo septenio (2021-2027).

La negociaci¨®n, siempre espinosa, se ve complicada por el boquete que ha dejado la salida del Reino Unido, valorado en hasta 75.000 millones de euros. La reuni¨®n se prev¨¦ tensa y de duraci¨®n impredecible porque el presidente del Consejo, Charles Michel, aspira a alcanzar un acuerdo o, al menos, a dejarlo muy encarrilado para cerrarlo en otra cumbre.

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La delegaci¨®n espa?ola, encabezada por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, llega en una posici¨®n delicada. Espa?a entra en la negociaci¨®n con varios frentes abiertos y con riesgo de afrontar al mismo tiempo una factura m¨¢s abultada y un recorte subsidios agr¨ªcolas y de fondos regionales.

A pesar de su dependencia de los fondos, Espa?a ha pasado a ser relativamente m¨¢s rica dentro del club tras la salida del Reino Unido. Y como cuarta potencia econ¨®mica de la UE (tras Alemania, Francia e Italia) corre el riesgo de convertirse en contribuyente neto (los que aportan m¨¢s de lo que reciben) por primera vez desde su ingreso en 1986.

El saldo neto ya ha sido negativo (a pagar) ocasionalmente en el marco actual (en 2017 y 2018) pero no en el c¨®mputo total del per¨ªodo. De 2014 a 2018, el saldo neto espa?ol es positivo, con una media de 2.000 millones de euros anuales, seg¨²n la Comisi¨®n Europea.

La propuesta inicial de la Comisi¨®n (de mayo de 2018) auguraba a Espa?a un saldo neto positivo tambi¨¦n durante el pr¨®ximo per¨ªodo, con unos fondos estructurales casi iguales a los del marco actual (56.000 millones de euros) y unos subsidios agr¨ªcolas ligeramente inferiores.

Pero aquella propuesta (que preve¨ªa un gasto de 1,13 billones de euros) ha sido rebajada. El proyecto presupuestario sobre la mesa, presentado por Michel, fija un gasto de 1,09 billones de euros, equivalente al 1,07% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de los 27. Esas cuentas llevar¨ªan aparejadas un recorte del 14% en los subsidios agr¨ªcolas y del 12% en los fondos estructurales en relaci¨®n con el per¨ªodo actual (2014-2020).

"Con las cuentas de Michel, no est¨¢ nada claro que Espa?a vaya a seguir con saldo positivo", apunta una fuente diplom¨¢tica. La delicada situaci¨®n se agrava porque el nuevo marco presupuestario podr¨ªa tomar como referencia los a?os recientes en que la renta nacional espa?ola ha crecido considerablemente.

Espa?a termin¨® el per¨ªodo anterior (en 2013) con una RNB de 996.000 millones. En 2018, va por 1,2 billones. Fuentes espa?olas conf¨ªan en que Bruselas tome en cuenta el batacazo econ¨®mico que sufri¨® el pa¨ªs en el per¨ªodo anterior, que no fue computado en su momento. Pero no hay garant¨ªas de que vaya a ser as¨ª. Ni de que la posible compensaci¨®n vaya a equilibrar las posibles p¨¦rdidas hasta lograr un balance positivo.?

Michel propone, adem¨¢s, la introducci¨®n de nuevas fuentes de financiaci¨®n, algunas de las cuales pueden penalizar a Espa?a. La primera de ellas ser¨ªa una contribuci¨®n basada en las toneladas de pl¨¢stico que no se reciclan en cada pa¨ªs (a raz¨®n de 0,80 euros por kilo). Espa?a saldr¨ªa relativamente bien parada con ese nuevo recurso, dado su elevado porcentaje de reciclaje. Pero otras de las propuestas, como la de la tasa a¨¦rea, podr¨ªan elevar su aportaci¨®n.

De momento, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, llega a la cumbre con un tajante rechazo a la propuesta inicial que hay sobre la mesa. La ministra espa?ola de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya, advert¨ªa el lunes que la propuesta de Michel es "por ahora, insuficiente para lograr un consenso". Y consideraba que el reparto planteado es "injusto" y, adem¨¢s, "no reconoce el papel de la agricultura como elemento de cohesi¨®n y como elemento fundamental para la transici¨®n ecol¨®gica".

?Cumbre sin final?

El acuerdo presupuestario, siempre espinoso pol¨ªticamente, se ha complicado esta vez por la salida del Reino Unido, un socio cuya contribuci¨®n neta anual rondaba los 8.000 millones de euros. Bruselas, adem¨¢s, desea potenciar nuevas pol¨ªticas como la defensa, el control de la migraci¨®n o la investigaci¨®n. "El Reino Unido nos deja un boquete de entre 60.000 millones y 75.000 millones en siete a?os", apunta una fuente comunitaria.

Los principales contribuyentes, encabezados por Alemania y Holanda, reclaman que el agujero del Brexit se cubra a base de dr¨¢sticos recortes en las dos principales partidas, la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) y los llamados fondos estructurales. El brutal ajuste ha puesto en pie de guerra a los pa¨ªses perjudicados, entre los que destaca Espa?a.

"Todos los l¨ªderes europeos llegan dispuestos a aguantar en Bruselas el tiempo que haga falta para llegar a un acuerdo", indica una fuente comunitaria. Y se subraya el hecho de que Michel ha convocado la reuni¨®n con un punto de partida (las tres de la tarde del 20 de febrero), pero sin d¨ªa ni hora previstos para su finalizaci¨®n. De manera significativa, la compa?¨ªa de transportes urbanos de Bruselas (STIB) ha avisado a los usuarios de que las perturbaciones del tr¨¢fico habituales durante la cumbre pueden prolongarse el 20, 21 y 22 de febrero. Tres d¨ªas, con dos noches de por medio, siempre tentadoras para un club que gusta de las desgarradoras negociaciones de madrugada.