¡°?Viva ?frica libre!¡±: un robo de arte africano orquestado por activistas
Cinco ladrones fueron interceptados mientras intentaban llevarse una imagen originaria del Congo para denunciar el saqueo colonial de la cultura africana
¡°Alto, polic¨ªa¡±, le grita un agente que sale a toda prisa del coche a un var¨®n que porta una figura en las manos. ¡°D¨¦mela¡±, ordena el uniformado, que esposa despu¨¦s al hombre en cuesti¨®n. La escena tuvo lugar el 10 de septiembre fuera del Museo de ?frica, en la localidad de Berg en Dal?(Pa¨ªses Bajos), y el detenido se llama Mwazulu Diyabanza Siwa Lemba. Congole?o de nacimiento, en su cuenta de Twitter se presenta como ¡°un sindicalista panafricano y portavoz de la organizaci¨®n Yankanku, que significa unidad, dignidad y valor¡±.
Con su gesto, filmado por cuatro acompa?antes, tambi¨¦n arrestados, pretend¨ªa denunciar el saqueo perpetrado por la colonizaci¨®n y devolver la pieza, funeraria y procedente de la actual Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, a sus verdaderos due?os. ¡°No somos delincuentes, sino que luchamos contra quienes nos robaron¡±, dice, durante la grabaci¨®n. El servicio de seguridad del museo no les interrumpi¨® para evitar un altercado y a sabiendas de que las fuerzas del orden estaban de camino. Los cinco han sido puestos en libertad, y aunque ahora abandonan el pa¨ªs, han hecho votos por regresar. En junio pasado, intentaron algo similar en el museo de Quai Branly, en Par¨ªs, que tiene una importante colecci¨®n de arte africano, y el caso est¨¢ en manos de los tribunales franceses.?
El incidente del Museo neerland¨¦s de ?frica aparece en una filmaci¨®n publicada en directo en Facebook, y luego en YouTube, por el propio grupo de provocadores frustrados. Mwazulu Diyabanza justifica el simbolismo de sus actos diciendo que ¡°hemos tenido que pagar 15 euros por estar aqu¨ª, un lugar que guarda objetos africanos arrebatados con violencia durante la colonizaci¨®n y la esclavitud; los devolveremos a su casa¡±. En un largo discurso frente al expositor del que luego retirar¨¢ la efigie, a?ade que este centro fue erigido por misioneros cat¨®licos ¡°que evangelizaron ?frica con la intenci¨®n de destruir la fe de nuestros pueblos, arrasar sus mitos y creencias; su espiritualidad y su alma¡±.
Hablando en franc¨¦s, vestido de negro, con boina oscura, y mirando a derecha e izquierda para ver si alguien les llama la atenci¨®n, Mwazulu Diyabanza?afirma: ¡°Los neerlandeses y los portugueses fueron los primeros, y facilitaron luego la llegada de franceses, belgas brit¨¢nicos o americanos. Nos impusieron su identidad, y nosotros no pedimos permiso para recuperar lo que nos pertenece¡±. Entonces toma la imagen, comprada en 1968 por los religiosos a un marchante de arte, diciendo que representa ¡°al guardi¨¢n de nuestra alma y de las sociedades africanas¡±. Una vez fuera del museo, la escapada se malogra porque la barrera que cierra el aparcamiento est¨¢ bajada y no pueden seguir en coche. Los cinco deciden marchar entonces a pie, siempre con la pieza en las manos y sin parar de filmar, y es cuando dos veh¨ªculos policiales les cierran el paso. Segundos antes, se hab¨ªan dado ¨¢nimos gritando ¡°?viva ?frica libre!¡±.?
Con la escultura ya de vuelta, la direcci¨®n de la sala ha se?alado que Mwazulu Diyabanza dice provenir de la misma cultura que la figura congole?a, y los activistas ¡°quer¨ªan hacer una declaraci¨®n de principios¡±. El Museo de ?frica forma parte del Museo Nacional de las Culturas del Mundo, una instituci¨®n que engloba a su vez al Tropenmuseum (Museo de los Tr¨®picos) de ?msterdam, y el Museo Volkenkunde (etnol¨®gico) de Leiden. El tr¨ªo est¨¢ listo para analizar el origen del arte que figura en sus fondos, porque admite que cerca de la mitad de su colecci¨®n conjunta, de unas 368.000 piezas, est¨¢ ligada al pasado colonial, y ha llegado por distintas v¨ªas. Dado que estos fondos son ahora propiedad del Estado, su posible devoluci¨®n depende del ministerio de Cultura.
Alemania restituy¨® en 2018 arte robado a los ind¨ªgenas de Alaska, y debate tambi¨¦n el futuro del arte africano expoliado exhibido en sus museos. Y en Francia, el presidente, Emmanuel Macron, defiende el retorno de los objetos africanos saqueados a sus pa¨ªses de origen.
La orden cristiana a la que se refiere Mwazulu Diyabanza en su proclama es la Congregaci¨®n del Esp¨ªritu Santo, fundada en 1703 por el abogado y luego sacerdote franc¨¦s Claudio Poullart des Places. En 1848 se fusion¨® con la Sociedad del Inmaculado Coraz¨®n de Mar¨ªa, seg¨²n explican en su p¨¢gina de web. Sus miembros son los padres espiritanos, y en los Pa¨ªses Bajos abri¨® en 1958 un museo misionero, el Museo de ?frica, con una colecci¨®n fundada en los objetos recogidos por los religiosos, que apreciaban su val¨ªa cultural y espiritual, junto a compras y donaciones. En 1987 se a?adi¨® en el exterior la reconstrucci¨®n de varias aldeas africanas.
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