Tensi¨®n entre los liberales holandeses por los socios de la coalici¨®n de Gobierno
El primer ministro en funciones y ganador de las elecciones, Mark Rutte, sugiere la posibilidad de incluir a un partido escindido de una formaci¨®n de ultraderecha
La fase de tanteo de la pr¨®xima coalici¨®n de Gobierno de Pa¨ªses Bajos ha provocado este lunes las primeras tensiones entre Mark Rutte, el primer ministro liberal de derecha en funciones y ganador de las elecciones (con el partido VVD) del pasado mi¨¦rcoles, y Sigrid Kaag, l¨ªder de los liberales de izquierda (D66) y segunda clasificada. Partidario de repetir en su cuarto mandato con una coalici¨®n de centroderecha, Rutte desliz¨® la posibilidad de incluir a JA21, un partido escindido de una formaci¨®n de ultraderecha. Kaag replic¨® que le resultaba ¡°dif¨ªcil de imaginar¡± esa combinaci¨®n.
JA21 es un partido escindido de la ultraderecha de Thierry Baudet y su Foro para la Democracia que se estrena en el Parlamento con tres diputados. Tras esa sugerencia de dialogar con ellos, dicha al vuelo, el propio primer ministro, partidario de conformar una coalici¨®n que incluya a la democracia cristiana, a?adi¨®: ¡°No sabemos todav¨ªa qui¨¦n es JA21, en realidad¡±. Sin embargo, sus palabras demuestran que prefiere un pacto escorado a la derecha que el modelo progresista patrocinado por Kaag. Ella respondi¨® que le parece ¡°dif¨ªcil de imaginar¡± un acuerdo con un grupo cuyo ideario se opone al suyo, y todav¨ªa es pronto para saber qui¨¦n ceder¨¢ m¨¢s.
Este primer roce da la medida de las m¨²ltiples combinaciones que pueden explorarse antes de que se haga la tradicional foto de familia del nuevo Ejecutivo con el rey Guillermo.
Si bien los tres diputados de JA21 se presentan como derecha, hasta noviembre de 2020 formaban parte del partido de Thierry Baudet. Lo abandonaron porque el pol¨ªtico, la otra cara visible de la ultraderecha holandesa junto a Geert Wilders, no puso freno a la deriva antisemita y hom¨®foba de su organizaci¨®n juvenil.
Al formar un grupo minoritario propio, JA21 prefiere evitar las estridencias de ambos l¨ªderes, pero su programa recoge, entre otras medidas, el cierre de fronteras para restringir la inmigraci¨®n, la repatriaci¨®n de los inmigrantes que no se integren en el pa¨ªs, el rechazo a las ¡°cuotas identitarias y diversidad impuesta¡± para proteger la identidad nacional, prohibir la financiaci¨®n extranjera de mezquitas y escuelas musulmanas, y la expulsi¨®n de grandes delincuentes con doble nacionalidad, que perder¨ªan la holandesa. Tambi¨¦n quiere reducir el poder de la UE para que los Pa¨ªses Bajos no se conviertan ¡°en el cajero autom¨¢tico¡± de los socios del sur, y someter el euro a un refer¨¦ndum.
Aunque no ha llegado el momento de sentarse a negociar con nombres y apellidos, el cuarto Gobierno de Rutte llegar¨¢ cuando el mandatario holand¨¦s est¨¢ a punto de ascender al segundo puesto de los que m¨¢s han resistido en el cargo en la UE. La primera plaza la ocupa la canciller alemana, Angela Merkel, que se retira despu¨¦s de 16 a?os en el poder; el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n gana a Rutte por cinco meses.
El holand¨¦s (34 esca?os), que es liberal de derecha, puede batir adem¨¢s otro r¨¦cord a domicilio: si supera la mitad de la nueva legislatura (de cuatro a?os), ser¨¢ tambi¨¦n el que m¨¢s ha resistido en su pa¨ªs. Son hitos que adornan cualquier biograf¨ªa, pero, esta vez, Rutte, avezado negociador, afronta un reto adicional. Es la fuerza con que Sigrid Kaag, liberal de izquierda y segunda clasificada en los comicios (24 esca?os), quiere que su voz sea o¨ªda. En un pa¨ªs abocado a las coaliciones debido a la fragmentaci¨®n pol¨ªtica, que ha llevado al Parlamento a 17 partidos, dicho ¨ªmpetu es poco frecuente. Sobre todo cuando apenas ha empezado la exploraci¨®n para ver qu¨¦ partidos est¨¢n dispuestos a gobernar.
El esc¨¢ndalo que pas¨® casi desapercibido
En otras circunstancias, el esc¨¢ndalo que estall¨® a principios de a?o sobre las ayudas a cerca de 30.000 familias acusadas injustamente de fraude por la recepci¨®n de subsidios habr¨ªa podido hundir la carrera pol¨ªtica de Rutte. Con la urgencia de la covid-19, bast¨® con su dimisi¨®n, y la de su Gabinete, presentadas en enero pasado. El asunto pas¨® casi desapercibido durante la campa?a electoral, pese a que se trataba del calvario por el que pasaron unos padres perseguidos por un delito que no hab¨ªan cometido. Y que, adem¨¢s, eran vigilados en su mayor¨ªa con el sesgo discriminatorio de su origen inmigrante.
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