Ir¨¢n se acerca a China para reforzarse frente a EE UU
Las sanciones con las que Washington castiga el programa nuclear iran¨ª planean sobre el reciente acuerdo estrat¨¦gico entre Teher¨¢n y Pek¨ªn
El grafiti aparecido en la ciudad iran¨ª de Kermanshah es tan claro como irreverente: con un estilo que imita a Banksy, muestra al l¨ªder supremo de Ir¨¢n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, y al presidente chino, Xi Jinping, bes¨¢ndose bajo una bandera china con forma de coraz¨®n. Refleja la cr¨ªtica de muchos iran¨ªes al reciente acuerdo econ¨®mico y estrat¨¦gico entre Teher¨¢n y Pek¨ªn, que ven como una capitulaci¨®n ante la gran potencia asi¨¢tica. Sus gobernantes, sin embargo, esperan que alivie el aislamiento internacional de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y apuntale su exigencia de que sea Estados Unidos quien d¨¦ el primer paso para reactivar el pacto nuclear. Queda saber hasta d¨®nde puede llegar aquel en ausencia de este.
Como el autor del grafiti, los detalles del acuerdo chino-iran¨ª permanecen secretos. Seg¨²n el borrador que Teher¨¢n filtr¨® el pasado verano, la Rep¨²blica Isl¨¢mica se compromete a suministrar a China hidrocarburos a un precio competitivo a cambio de que el gigante asi¨¢tico invierta hasta 400.000 millones de d¨®lares (unos 340.000 millones de euros) en las maltrechas infraestructuras iran¨ªes durante los pr¨®ximos 25 a?os. La cooperaci¨®n, con la que China incluye a Ir¨¢n en su Nueva Ruta de la Seda, se extiende a sectores tan diversos como la sanidad, los hidrocarburos, la petroqu¨ªmica, la energ¨ªa nuclear, el transporte y la seguridad.
Al margen de c¨®mo se concreten eventualmente esos planes, el proyecto tiene un gran simbolismo para Ir¨¢n m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito econ¨®mico. Hesamoddin Ashena, un destacado asesor del presidente Hasan Rohani, celebr¨® su r¨²brica como una prueba del fracaso de la pol¨ªtica de m¨¢xima presi¨®n de Estados Unidos. ¡°La estrategia iran¨ª de compromiso constructivo, perseverancia y m¨¢xima diplomacia est¨¢ ganando¡±, tuite¨® en ingl¨¦s. El portavoz del Gobierno, Ali Rabiei, fue m¨¢s lejos al declarar, durante su rueda de prensa semanal, que ese ¡°documento de cooperaci¨®n refuerza las ¨²ltimas esperanzas de reactivar el acuerdo nuclear¡±.
The message of the signing of the comprehensive document on Iran-China cooperation is:
— ???? ????? ???? Hosamoddin Ashena (@hesamodin1) March 27, 2021
Trump's strategy of maximum pressure failed, but the Iranian strategy of constructive engagement, perseverance, and maximum diplomacy is winning.
From now on, time is not in west¡¯s favor.
China, otra de las cinco potencias que firm¨® ese pacto con Ir¨¢n en 2015, respalda la negativa de Teher¨¢n a revertir sus violaciones del mismo mientras Washington no levante las sanciones unilaterales que estrangulan su econom¨ªa. Comparte el argumento iran¨ª de que fue Estados Unidos, bajo el mandato de Donald Trump, quien abandon¨® el acuerdo y debe por tanto dar el primer paso, por mucho que el nuevo presidente, Joe Biden, haya cambiado el tono.
De ah¨ª que la alianza estrat¨¦gica entre Ir¨¢n y China inquiete en la regi¨®n, a pesar de que Pek¨ªn tambi¨¦n mantiene buenas relaciones con los pa¨ªses rivales de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. En Israel, el exjefe de los servicios de inteligencia del Ej¨¦rcito Amos Yadlin se hac¨ªa eco de esa preocupaci¨®n al declarar que ¡°por un lado, China se opone a que Ir¨¢n tenga la bomba at¨®mica, pero por el otro, no ayuda a evitarlo¡±. Yadlin relaciona la mayor asertividad de Pek¨ªn con el cambio de Administraci¨®n en Washington.
En la misma l¨ªnea, el comentarista saud¨ª Mohammed al Saeed estima que el avance ¡°del drag¨®n chino¡± se apoya en dos ejes: ¡°las pol¨ªticas contradictorias de los dos grandes partidos estadounidenses (¡) y una operaci¨®n de seducci¨®n a trav¨¦s de pr¨¦stamos que terminan sumiendo en la deuda a los pa¨ªses de su ruta¡±. En su columna del diario Asharq Al Awsat, Hussein Shobokshi habla del estilo chino de ¡°colonizaci¨®n econ¨®mica¡± y menciona las consecuencias que ha tenido en pa¨ªses como Sri Lanka o Pakist¨¢n, donde la incapacidad para devolver cr¨¦ditos ha obligado a ceder a empresas chinas el control de las infraestructuras que ayudaron a construir.
Ese argumento enlaza con la pol¨¦mica que desat¨® el acuerdo con Pek¨ªn dentro de Ir¨¢n desde que se conocieron sus l¨ªneas generales el a?o pasado. Para muchos iran¨ªes el plan equivale a ¡°vender el pa¨ªs¡± y la firma en plenas vacaciones de Noruz (A?o Nuevo iran¨ª) y sin un debate parlamentario previo refuerza los recelos. Temen que China solo busque la explotaci¨®n de los recursos naturales de Ir¨¢n y nuevos mercados para sus productos baratos. Rabiei se ha hecho eco de esas cr¨ªticas y ha dado a entender que es la otra parte la que no quiere publicar el texto.
Aunque el pacto debilita los esfuerzos de Washington para mantener aislado a Teher¨¢n, algunos analistas dudan de su alcance mientras persista la disputa por el programa at¨®mico. ¡°China ha firmado el acuerdo teniendo en cuenta el cambio de rumbo de EE UU en su pol¨ªtica exterior y posiblemente con respecto a Ir¨¢n en un futuro cercano¡±, se?ala un comentarista iran¨ª que recuerda que el presidente chino lanz¨® el proyecto durante una visita a Teher¨¢n en 2016, cuando ya se hab¨ªa firmado el acuerdo nuclear y, una vez ultimado a mediados del a?o pasado, ¡°Pek¨ªn prefiri¨® esperar a ver qu¨¦ ocurrir¨ªa en las elecciones norteamericanas¡± antes de rubricarlo.
China ha visto aumentar su comercio con Ir¨¢n desde los a?os noventa del siglo pasado y en la ¨²ltima d¨¦cada se ha convertido en su principal socio comercial, en gran medida como resultado de las sanciones estadounidenses. Desde maquinaria a repuestos, pasando por ropa, juguetes o material de papeler¨ªa han sorteado las trabas financieras y abastecido los mercados iran¨ªes. Pasar de ah¨ª a proyectos de infraestructuras multimillonarios resulta m¨¢s complicado. Igual que el grafiti de Kermanshah no necesita ser un Banksy aut¨¦ntico para trasmitir el mensaje, la alianza chino-iran¨ª ha dejado claro el suyo.
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