Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner marca los l¨ªmites de la negociaci¨®n de Argentina con el FMI
La vicepresidenta pide que se suspenda el pago de las deudas con el organismo
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, sigue acorralando al presidente Alberto Fern¨¢ndez. Ahora presiona para que se suspenda el pago de las deudas al Fondo Monetario Internacional y al Club de Par¨ªs, por lo menos hasta que acabe la pandemia. El poder de la expresidenta y actual vicepresidenta parece crecer d¨ªa a d¨ªa, mientras la popularidad del presidente se encuentra en su punto m¨¢s bajo: seg¨²n diversos sondeos, casi el 70% de los ciudadanos rechaza su gesti¨®n.
La economista y diputada Fernanda Vallejos, muy pr¨®xima a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, fue la impulsora de la llamada Proclama del 25 de Mayo (D¨ªa de la Patria en Argentina), firmada por m¨¢s de 2.000 pol¨ªticos, jueces, sindicalistas, artistas, periodistas e incluso alg¨²n empresario. Bajo el t¨ªtulo Primero la salud y la vida, despu¨¦s la deuda, la proclama afirma que Argentina se encuentra en un ¡°estado de necesidad que le impide afrontar los compromisos de deuda contra¨ªdos, especialmente con el FMI y otros organismos, bajo el riesgo de afectar intereses superiores que el Estado debe proteger en un contexto de pandemia: la vulnerabilidad social, la salud, el trabajo, la educaci¨®n y la vivienda¡±.
¡°Se trata de una deuda insostenible¡±, afirma la diputada Vallejos, para quien la suspensi¨®n de los pagos no deber¨ªa suponer necesariamente un default si se pactara previamente con el FMI. Ese pacto, sin embargo, aparece muy improbable, porque el kirchnerismo desea evitar compromisos (y posibles sacrificios presupuestarios) antes de las elecciones parlamentarias de noviembre.
Las dificultades que subraya la proclama son ciertas: el 42% de la poblaci¨®n urbana vive en situaci¨®n de pobreza y se est¨¢ alcanzando el peor momento de la pandemia, con el sistema hospitalario casi saturado. Pero Alberto Fern¨¢ndez y su ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, se comprometieron a seguir pagando las cuotas de la deuda hasta pactar una reestructuraci¨®n. Justo el d¨ªa despu¨¦s de publicarse la proclama, el presidente mantuvo una reuni¨®n por videoconferencia con la canciller alemana, Angela Merkel, en la que pidi¨® ayuda en las negociaciones con el FMI.
Un momento cr¨ªtico llega este lunes, fin de mayo: vence una deuda de 2.400 millones de d¨®lares con el Club de Par¨ªs. Despu¨¦s del vencimiento se abre un periodo de 60 d¨ªas, tras el que, si Argentina no paga, queda en default. El ministro Guzm¨¢n intenta conseguir un arreglo que le conceda m¨¢s tiempo (el default supondr¨ªa una recarga autom¨¢tica de intereses cercana a los 2.000 millones), pero su credibilidad se ve reducida por la presi¨®n kirchnerista. Eso es algo que niega la diputada Vallejos: ¡°Al contrario, lo que hacemos con la proclama es respaldar al Gobierno y al ministro Guzm¨¢n¡±.
En el FMI se interpretan las cosas de forma distinta. Alejandro Werner, responsable de la instituci¨®n para el hemisferio occidental, dijo semanas atr¨¢s que hab¨ªa claras divergencias en la coalici¨®n de Gobierno argentina e ¡°incertidumbre¡± sobre qui¨¦n manejaba la pol¨ªtica econ¨®mica. La debilidad de Guzm¨¢n se hizo patente en abril, cuando quiso cesar al subsecretario de Energ¨ªa, Federico Basualdo, porque se opon¨ªa al fuerte aumento de las tarifas energ¨¦ticas previsto por el ministro. El kirchnerismo desautoriz¨® a Guzm¨¢n y fren¨® el cese. Basualdo, de momento, sigue en su despacho.
Las divergencias son obvias. Mientras el kirchnerismo reclama m¨¢s gasto social y ¡°dinero en el bolsillo de los argentinos¡± de cara a la campa?a electoral, el Ministerio de Econom¨ªa lleva adelante un silencioso proceso de ajuste. En los que llevamos de a?o, el gasto social subi¨® a un ritmo anual inferior al 30%, frente a una inflaci¨®n del 46%. Los analistas consideran que a final de ejercicio el d¨¦ficit puede estar bastante por debajo del 3% previsto en el presupuesto. Sin embargo, la palabra ¡°ajuste¡± no se pronuncia jam¨¢s. Es un t¨¦rmino tab¨² para Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.
En lo que no compete al ministro Guzm¨¢n, el kirchnerismo predomina. Se suspendieron las exportaciones de carne durante un mes, en una medida antiinflacionaria que ya se ensay¨®, sin gran ¨¦xito, durante la presidencia de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Se retir¨® la demanda que el anterior presidente, Mauricio Macri, hab¨ªa presentado en La Haya por supuestas vulneraciones de derechos humanos en Venezuela. Y en la ONU se reclam¨®, junto a Venezuela, Cuba y Bolivia, que se investigara la actuaci¨®n de Israel y no solo la de Ham¨¢s.
La gran cuesti¨®n ahora es si el kirchnerismo tiene realmente la intenci¨®n de repagar la deuda de 46.000 millones de d¨®lares con el FMI o si prefiere unos a?os en default, como ocurri¨® despu¨¦s de 2001. Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ha reclamado en varias ocasiones un ¡°gestito¡± del Fondo, pero plantea exigencias casi inasumibles: rebaja de los intereses, actualmente al 3% anual, algo que en Washington descartan por el momento, y sobre todo la extensi¨®n de los plazos a 20 a?os, frente al m¨¢ximo de 10 establecido en el reglamento interno del FMI. Eso es tensar much¨ªsimo la cuerda.
Alberto Fern¨¢ndez, el moderado que permiti¨® el retorno del peronismo al poder pese al fuerte rechazo generado por su compa?era de candidatura (en realidad fue Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner quien le design¨® candidato en 2019), trata de hacer equilibrios. ¡°La verdad, no soy tan sumiso, y Cristina no pega cuatro gritos¡±, declar¨® esta semana a un programa radiof¨®nico, insistiendo en que ambos se llevan ¡°mucho mejor¡± de lo que se dice. Y repiti¨®, como en la campa?a electoral, que estaban condenados a entenderse porque la divisi¨®n supondr¨ªa la derrota frente al macrismo: ¡°Con Cristina no alcanza y sin Cristina no se puede¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.