El ca¨®tico escrutinio de las primarias dem¨®cratas de Nueva York deja en un limbo el resultado

Ocho d¨ªas despu¨¦s de la votaci¨®n, el 22 de junio, la inc¨®gnita sigue planeando sobre el resultado de las primarias dem¨®cratas a la alcald¨ªa de Nueva York. Este martes, adem¨¢s, se ha sumado un nuevo elemento: la confusi¨®n. La publicaci¨®n y posterior retirada, en cuesti¨®n de horas, de un recuento parcial por parte de la junta electoral ha causado asombro e indignaci¨®n en la ciudad. La junta ha asumido el error, que atribuy¨® a ¡°discrepancias¡± en el conteo. La realidad es m¨¢s sencilla: se escrutaron por error 134.000 votos de prueba del nuevo sistema de multielecci¨®n o multipreferencia -el votante pod¨ªa elegir hasta a cinco candidatos-, estrenado en esta convocatoria electoral. Todos, empezando por los principales candidatos, aventuraron en su d¨ªa que el escrutinio ser¨ªa complejo y largo, debido a esta nueva modalidad de voto, pero nadie pod¨ªa imaginar cu¨¢nto.

La noche electoral del 22 de junio, el candidato favorito, Eric Adams, expolic¨ªa y actual presidente del distrito de Brooklyn, sacaba seg¨²n el primer recuento provisional una holgada ventaja a sus rivales, Maya Wiley y Kathryn Garcia. La diferencia parec¨ªa insalvable: Adams ten¨ªa el 31,7% de los apoyos, por delante de Wiley, la candidata m¨¢s progresista, con el 22,3%, y la moderada Garcia, con el 19,5%. El recuento parcial err¨®neo publicado este martes reduc¨ªa la competici¨®n a un mano a mano entre Adams y Garcia, con una diferencia m¨ªnima: la tercera en liza la noche del 22 de junio ara?aba el 48,9% de los votos, frente al 51,1% de Adams. La diferencia entre ambos era de solo 15.908 votos.

En la noche de este martes, nada parec¨ªa pues ganado ni perdido para los dos contendientes de los que supuestamente saldr¨¢ el candidato dem¨®crata a la alcald¨ªa -y m¨¢s que previsible alcalde- en las elecciones de noviembre. Wiley, la gran apuesta de la facci¨®n m¨¢s progresista del Partido Dem¨®crata -con apoyos famosos como los de Alexandria Ocasio-Cortez y Elizabeth Warren- parec¨ªa ser la perdedora m¨¢s destacada de la contienda, adem¨¢s del heterodoxo Andrew Yang, cuarto en el recuento del d¨ªa 22 y que esa misma noche anunci¨® su retirada de la carrera. Con el fracaso de Wiley, pinchaba tambi¨¦n la propia vanguardia dem¨®crata en Nueva York.

O no. Porque ahora no s¨®lo hay que aguardar al escrutinio de los 130.000 votos por correo, que se har¨¢ el 6 de julio. Tambi¨¦n al recuento del recuento err¨®neo por parte de un organismo, la junta electoral, que viene siendo blanco de las cr¨ªticas por su disfuncionalidad y nepotismo, seg¨²n el diario The New York Times. Tras asumir el error, la junta dijo este mi¨¦rcoles que ha eliminado los votos ¡°de prueba¡± (de verificaci¨®n inform¨¢tica del nuevo sistema de votaci¨®n) y, tras una ¡°revisi¨®n cruzada¡± mediante un programa de software, volver¨¢ a ¡°generar¡± los votos emitidos y a proceder a la eliminaci¨®n de candidatos. Seg¨²n los datos actualizados, divulgados esta tarde, se confirma la estrecha diferencia de Adams sobre Garcia, con iguales porcentajes y una diferencia de 14.755 votos. Por su parte, Garcia se impuso a Wiley por s¨®lo 347 votos, lo que deja abierta la contienda -y las posibilidades de Wiley- al escrutinio de los votos por correo.

En el recuento anterior, la tabulaci¨®n fue eliminando a los aspirantes menos votados como primera opci¨®n. Es decir, descartando los nombres marcados menos veces en la primera casilla de las papeletas, y repartiendo entre los candidatos restantes los otros votos. Pero la contaminaci¨®n de los votos reales con los de prueba lo ech¨® todo a perder. Adams calific¨® este mi¨¦rcoles de desafortunado el error, pero a la vez agradeci¨® la transparencia del organismo. Mucho m¨¢s dura fue Garcia, al subrayar que el episodio resulta ¡°profundamente perturbador y requiere una explicaci¨®n mucho m¨¢s transparente y completa¡±. Bill de Blasio, el actual alcalde, inst¨® a someter al organismo electoral a una ¡°profunda reforma estructural¡±.

Kathryn Garcia, cuya candidatura despeg¨® como la espuma tras lograr el apoyo del comit¨¦ editorial del diario The New York Times, apel¨® el martes a la prudencia tras conocer los buenos datos para su candidatura, en un llamamiento que adquiri¨® car¨¢cter prof¨¦tico. ¡°Si bien seguimos confiando en alcanzar la victoria, no damos nada por sentado y alentamos a todos a esperar pacientemente a que se cuenten e incluyan los m¨¢s de 124.000 votos por correo. Cada voto es importante y merece ser contado¡±, ha dicho este mi¨¦rcoles tras la correcci¨®n de los datos. Garcia ha hecho bandera de la recuperaci¨®n econ¨®mica de la ciudad y del combate a la violencia armada, un fen¨®meno que acab¨® monopolizando la campa?a electoral. Durante la pandemia se encarg¨® de coordinar la distribuci¨®n urgente de alimentos, y recuerda cada vez que tiene ocasi¨®n que en Nueva York hay dos millones de personas en situaci¨®n de inseguridad alimentaria.

Los primeros resultados parciales, la noche del 22, mostraron que Garcia hab¨ªa arrasado en Manhattan -pese a ser nativa y vecina de Brooklyn-, y que tambi¨¦n Wiley se hab¨ªa desempe?ado bien en la Gran Manzana, por lo que resultaba determinante para convertirse en ganador -o ganadora- ara?ar tambi¨¦n un buen pu?ado de votos en los otros cuatro distritos de la ciudad, como, al parecer, ha hecho Adams. El perfil de gestora experimentada y centrada de Garcia -ha pasado por varios departamentos del consistorio, como Saneamiento- parece haber convencido al distrito financiero por excelencia, mientras que Adams ha explotado su faceta de expolic¨ªa conocedor del funcionamiento del enorme departamento de seguridad de la ciudad.

El ganador de las primarias dem¨®cratas -sea el que fuere, si el escrutinio llega a buen puerto- se enfrentar¨¢ en noviembre al republicano Curtis Sliwa, uno de los dos contendientes que se presentaron a las primarias de su partido. Fundador de las pol¨¦micas patrullas de vigilancia urbana ?ngeles Guardianes, tiene pocas probabilidades de salir elegido en una ciudad dem¨®crata hasta la m¨¦dula como Nueva York. Por el contrario, las primarias dem¨®cratas, que congregaron al principio a una veintena larga de aspirantes, prometen un desenlace re?id¨ªsimo hasta el final, por culpa de un sistema que ha demostrado ser cuando menos disfuncional.

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