Un grupo de hombres armados secuestra a unos 140 estudiantes en el noroeste de Nigeria
La ola de violencia y raptos que sufren los Estados de Kaduna, Katsina y Zamfara provoca que unas 100.000 personas huyan de sus hogares
Un grupo de hombres armados secuestr¨® a unos 140 alumnos de un instituto privado del noroeste de Nigeria este domingo por la noche, seg¨²n indicaron profesores y padres de alumnos a la agencia Reuters. Mohamed Jalige, portavoz de la polic¨ªa del Estado de Kaduna, donde se produjo el secuestro, confirm¨® el rapto de los j¨®venes a distintos medios locales, pero no dio cifras concretas. Un millar de estudiantes han sido secuestrados en el centro y norte de Nigeria desde diciembre pasado por grupos de delincuentes que est¨¢n sembrando el terror entre la poblaci¨®n. La mayor¨ªa de ellos fueron posteriormente liberados tras el pago de un rescate, pero m¨¢s de 150 siguen desaparecidos.
¡°Equipos t¨¢cticos de la polic¨ªa han ido tras los secuestradores, todav¨ªa prosigue la misi¨®n de rescate¡±, asegur¨® Jalige a France Presse. Los asaltantes escalaron la verja del internado del instituto baptista Bethel de la localidad de Chikun en el Estado de Kaduna, en el que dorm¨ªan unos 170 alumnos, y tras realizar algunos disparos de intimidaci¨®n lograron llevarse consigo a unos 140 j¨®venes. El ataque, que empez¨® sobre las once de la noche del domingo, dur¨® unas cuatro horas.
El mismo domingo al mediod¨ªa otro grupo armado penetr¨® en un hospital especializado en el tratamiento de lepra y tuberculosis en la localidad de Saye, tambi¨¦n en el Estado de Kaduna, y secuestr¨® a al menos ocho empleados del hospital y familiares, entre ellos una enfermera y su beb¨¦. En esta ocasi¨®n s¨ª se produjo un intenso intercambio de disparos entre los asaltantes y las fuerzas de seguridad, seg¨²n inform¨® Jalige.
La actividad de grupos de delincuentes armados que se dedican al robo de ganado y bienes, secuestro de personas y asesinatos, a quienes en Nigeria se les denomina de manera gen¨¦rica como ¡°bandidos¡±, se ha incrementado de manera exponencial en los ¨²ltimos meses y est¨¢ provocando una grave crisis humanitaria por el desplazamiento forzoso de la poblaci¨®n y el abandono de tierras de cultivo en el norte y centro del pa¨ªs. Estos grupos armados operan con especial intensidad en los Estados de Kaduna, Katsina y Zamfara y tienen su base en el bosque de Rugu, pero tambi¨¦n est¨¢n presentes en Kano o Kebbi.
La reciente ola de secuestros masivos de escolares comenz¨® el pasado diciembre cuando hombres armados raptaron a 300 estudiantes de la escuela secundaria de ciencias de Kankara, en el Estado de Katsina. El grupo yihadista Boko Haram, que opera en otra regi¨®n del pa¨ªs situada a cientos de kil¨®metros, se atribuy¨® la autor¨ªa del secuestro. Los j¨®venes fueron liberados d¨ªas m¨¢s tarde tras un opaco proceso de negociaci¨®n. A finales de mayo, unos 200 alumnos de una escuela isl¨¢mica del Estado de N¨ªger fueron retenidos a la fuerza durante d¨ªas y solo recobraron su libertad tras el pago de varios rescates.
Los an¨¢lisis de las fuerzas de seguridad muestran el temor a que estos grupos puedan caer bajo la ¨®rbita de alguna de las ramas del Estado Isl¨¢mico que operan en el Sahel y se acabe creando un corredor yihadista desde el lago Chad hasta Mal¨ª. El presidente de N¨ªger, Mohamed Bazoum, descart¨® esta posibilidad en una reciente entrevista con EL PA?S. ¡°Los terroristas necesitan ¨¢rboles, bosques, santuarios y existe una gran zona sin vegetaci¨®n entre Katsina y el lago Chad¡±, afirm¨®.
Pese a ello, la violencia es de tal intensidad que m¨¢s de 100.000 personas han huido de sus hogares y al menos la mitad han cruzado la frontera hacia la vecina N¨ªger en busca de protecci¨®n. Unos 50.000 nigerianos se encuentran acogidos en este momento en la regi¨®n nigerina de Marad¨ª, donde se enfrentan a una situaci¨®n muy complicada, seg¨²n ha alertado M¨¦dicos sin Fronteras. La llegada de la estaci¨®n de lluvias y la interrupci¨®n de la actividad econ¨®mica por la covid-19 ha provocado una subida de los precios de los cereales, a lo que se suma el pico estacional de malaria y un aumento de la malnutrici¨®n infantil que est¨¢ afectando, sobre todo, a los refugiados.
El pasado 12 de junio cientos de personas se manifestaron en las ciudades nigerianas de Abuya y Lagos para protestar por la inseguridad y fueron dispersadas con gases lacrim¨®genos. El presidente del pa¨ªs, Muhammadu Buhari, ha prometido una actuaci¨®n m¨¢s contundente por parte de las fuerzas de seguridad frente al desaf¨ªo de ¡°los bandidos¡±, pero hasta ahora se ha mostrado incapaz de atajar esta violencia.
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