Un esc¨¢ndalo financiero acorrala a Scholz a escasos d¨ªas de las elecciones alemanas

Las encuestas siguen pronosticando que Olaf Scholz, el candidato socialdem¨®crata a suceder a Angela Merkel, se convertir¨¢ en el pr¨®ximo canciller. Su ventaja sobre el conservador, Armin Laschet, se ha reducido ligeramente pero sigue siendo de entre tres y cinco puntos en la media de los sondeos. Sin embargo, lo que parec¨ªa un pl¨¢cido trecho final de campa?a empieza a complic¨¢rsele al tambi¨¦n ministro de Finanzas y vicecanciller. El estallido del en¨¦simo esc¨¢ndalo financiero en Alemania se ha convertido en un nubarr¨®n que amenaza lluvia en el peor momento posible. Scholz va a tener que comparecer el pr¨®ximo lunes ante una comisi¨®n del Parlamento para dar explicaciones sobre la oficina antiblanqueo que depende de su ministerio. Por si fuera poco, la Fiscal¨ªa va a investigar a su n¨²mero dos por mostrar un documento secreto en un tuit en defensa de su jefe.

Scholz hab¨ªa conseguido avanzar en la campa?a sin que apenas se le recordaran dos grandes esc¨¢ndalos econ¨®micos ocurridos durante su mandato, Cum-Ex y Wirecard. Sus rivales ni siquiera los mencionaron en el primer debate electoral. Pero la semana pasada, a apenas 17 d¨ªas de una cita electoral decisiva para Alemania y Europa, salt¨® la noticia de que la Fiscal¨ªa de Osnabr¨¹ck, al noroeste del pa¨ªs, hab¨ªa entrado a registrar dos ministerios en Berl¨ªn, el de Scholz (Finanzas) y el de Justicia, liderado tambi¨¦n por una socialdem¨®crata. Los fiscales buscaban informaci¨®n sobre la Unidad de Inteligencia Financiera (conocida como FIU, por sus siglas en ingl¨¦s), con sede en Colonia, a la que investigan por una presunta obstrucci¨®n a la justicia al no informar a las autoridades competentes de varias sospechas de blanqueo de dinero. La FIU depende org¨¢nicamente de Finanzas, pero es independiente en su funcionamiento diario.

Algunos medios se preguntan si el momento elegido para hacer los registros es fortuito o si esconde intencionalidad pol¨ªtica. El propio Scholz lo sugiri¨® cuando asegur¨® que los fiscales, que no le investigan a ¨¦l ni ning¨²n funcionario del ministerio en Berl¨ªn, ¡°podr¨ªan haber mandado sus preguntas por escrito¡±. Esta frase le cost¨® el ataque m¨¢s feroz de Laschet durante el segundo debate electoral, el domingo pasado. Con los conservadores hundidos en las encuestas, su l¨ªder pas¨® a la ofensiva con el favorito, al que espet¨® que era una irresponsabilidad cuestionar el Estado de derecho y dar alas al populismo. En su intervenci¨®n insinu¨® que el objeto de la investigaci¨®n era el ministerio de Scholz y que este no ten¨ªa control sobre sus subordinados.

El caso se complica por momentos porque ahora la Fiscal¨ªa de Osnabr¨¹ck, dirigida por un funcionario que durante a?os se dedic¨® a la pol¨ªtica local con la CDU, ha abierto diligencias contra el secretario de Estado de Finanzas, Wolfgang Schmidt, estrecho colaborador de Scholz desde hace m¨¢s de 20 a?os. Schmidt, conocido por defender a su jefe en todas las plataformas posibles, incluidas las redes sociales, tuite¨® hace unos d¨ªas extractos de la orden de registro que autorizaba a los fiscales a entrar a los ministerios. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, ese documento no puede divulgarse p¨²blicamente. Al hacerlo p¨²blico, el n¨²mero dos de Scholz pretend¨ªa contrarrestar una ambigua nota de prensa de la Fiscal¨ªa que parec¨ªa sugerir que las investigaciones eran m¨¢s amplias. La orden de registro explicita que el objetivo era ¨²nicamente identificar a los empleados de la FIU involucrados en el caso. Es decir, que no hab¨ªa sospechas contra funcionarios del ministerio.

Hay demasiados interrogantes sobre c¨®mo se ha llevado a cabo todo el proceso. Por ejemplo, la orden de registro tiene fecha del 10 de agosto, pero los fiscales esperaron un mes para llevarlo a cabo. El experto constitucionalista Joachim Wieland, que ha manifestado sus dudas en la televisi¨®n p¨²blica, se?ala sin ir m¨¢s lejos que la nota de prensa que informaba de la actuaci¨®n no se ajusta al contenido de la orden de registro: ¡°Los comunicados de una autoridad est¨¢n obligados a informar verazmente al p¨²blico, y eso ha sido violado en este caso¡±, dice.

Los conservadores, mientras tanto, alimentan las dudas en un intento de que cale la idea de que Scholz no hace lo suficiente para evitar el lavado de dinero y de que su gesti¨®n no es adecuada. El comit¨¦ de finanzas del Bundestag tratar¨¢ la cuesti¨®n el pr¨®ximo lunes. Todav¨ªa no se sabe si Scholz acudir¨¢ presencialmente o participar¨¢ por videoconferencia. Faltar¨¢n seis d¨ªas para las elecciones.

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