?msterdam inaugura un monumento a las v¨ªctimas jud¨ªas y roman¨ªes del Holocausto
Sus ladrillos llevan los nombres de estos 102.220 holandeses que perecieron en los campos de concentraci¨®n, entre ellos, Ana Frank, su madre y su hermana
Pa¨ªses Bajos cuenta desde este domingo en ?msterdam con un monumento en recuerdo de las v¨ªctimas holandesas del Holocausto. Dise?ado en forma de laberinto, tiene 102.220 ladrillos con los nombres y fecha de nacimiento de igual n¨²mero de jud¨ªos y miembros de la comunidad roman¨ª. No tienen tumba porque sus cuerpos fueron arrojados a fosas comunes, o bien quemados, en los campos de concentraci¨®n durante la Segunda Guerra Mundial. El monumento ha tardado 15 a?os en ser construido por diferencias sobre el emplazamiento en la capital y un mejor aprovechamiento del presupuesto para otros fines. Los retrasos han inflado el coste, que ha pasado de 7 a 14,6 millones de euros, y el rey Guillermo lo ha inaugurado en una emotiva ceremonia que ha contado con la presencia de varios supervivientes. Otras ciudades europeas, como Par¨ªs, Berl¨ªn o Viena cuentan con construcciones similares.
El actor holand¨¦s, Jeroen Krabb¨¦, famoso, entre otros, por filmes como El Fugitivo (1993), ha sido el maestro de ceremonias. De familia jud¨ªa por l¨ªnea materna, de esos parientes solo sobrevivi¨® su madre, y ha subrayado que esta es una forma de recordar a miles de personas cuya memoria de otro modo desaparecer¨ªa por falta de alguien que los recuerde. Y es que entre los ladrillos aparecen nombres fijados en la memoria colectiva, como el de Annelies Marie (Ana) Frank, la autora del famoso diario, muerta en Bergen-Belsen junto con su hermana, Margot. El de Etty Hillesum, autora de otro diario, in¨¦dito hasta 1981, y que pereci¨® en Auschwitz. O bien George Maduro, estudiante de Derecho de origen jud¨ªo sefard¨ª que particip¨® en la resistencia y muri¨® en Dachau a los 28 a?os. Despu¨¦s de la contienda, sus padres donaron el capital necesario para construir Madurodam, una versi¨®n en miniatura de Pa¨ªses Bajos que es uno de los museos m¨¢s visitados. Hay, sin embargo, muchas v¨ªctimas an¨®nimas ¡°sin familiares tras la contienda y que ahora tienen sitio aqu¨ª¡±, ha dicho el holand¨¦s Jacques Grishaver, presidente del Comit¨¦ Auschwitz. El autor del dise?o es el arquitecto Daniel Libeskind, estadounidense de origen polaco, y los ladrillos se pueden apadrinar por 50 euros. De momento, se han adoptado cerca de 80.000. Hay tambi¨¦n un muro donde se a?adir¨¢n los nombres de otras v¨ªctimas que puedan aparecer. Tiene ya veinte.
Hasta 1961, no se nombraba en Pa¨ªses Bajos a los jud¨ªos y roman¨ªes aniquilados por los nazis para no distinguir entre grupos de poblaci¨®n. Se hablaba de las v¨ªctimas de la guerra en t¨¦rminos generales. En la ceremonia que los recuerda cada 4 de mayo, s¨ª se menciona desde hace tiempo a los dos grupos, junto con los miembros de la resistencia y los militares holandeses ca¨ªdos en la Segunda Guerra Mundial y en otros conflictos armados. Mark Rutte, primer ministro holand¨¦s en funciones, ha se?alado en su discurso que el fr¨ªo trato dispensado a los supervivientes a su regreso a Pa¨ªses Bajos ¡°es una de las p¨¢ginas negras de nuestra historia¡±. No se tuvo en cuenta su sufrimiento, ¡°y todav¨ªa hoy acecha el antisemitismo: este monumento nos dice que debemos estar vigilantes¡±, ha a?adido. Femke Halsema, alcaldesa de ?msterdam ha reconocido a su vez que el Consistorio ¡°le fall¨® a los residentes jud¨ªos durante la ocupaci¨®n¡±, en su alocuci¨®n.
La ceremonia se ha desarrollado sin contratiempos, y tanto el rey como una representaci¨®n de los asistentes han depositado una piedra ante el muro principal del monumento. Seg¨²n la costumbre jud¨ªa, es una forma de demostrar que se ha estado junto a la tumba de un ser querido. El lugar est¨¢ situado en un antiguo barrio jud¨ªo de la capital holandesa, y para evitar posibles incidentes, Halsema hab¨ªa pedido a los vecinos ¡°que no se asomaran a las ventanas ni tampoco siguieran el acto desde la calle¡±.
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