Israel digitaliza la ocupaci¨®n palestina
La proliferaci¨®n de c¨¢maras de vigilancia, la implantaci¨®n de sistemas de reconocimiento facial y las denuncias de intervenci¨®n de tel¨¦fonos de activistas apuntan a un nuevo modelo de control de la poblaci¨®n
¡°Hace un par de meses los soldados detuvieron a una chica en un puesto de control de Hebr¨®n a causa de un error de identificaci¨®n con un m¨®vil. Sospech¨¦ y me puse en contacto con Breaking the Silence (Rompiendo el Silencio, ONG de exmilitares israel¨ªes) para verificarlo. Descubr¨ª que Israel estaba utilizado una nueva tecnolog¨ªa de reconocimiento facial¡±, recuerda el activista palestino Issa Amro ante el puesto de control de Gilbert, en el barrio de colonos jud¨ªos de Tel Rumeida, uno de los principales puntos de fricci¨®n entre israel¨ªes y palestinos en la dividida ciudad de Hebr¨®n (Cisjordania). ¡°Varios soldados confirmaron que estaban cargando im¨¢genes para el sistema Blue Wolf (Lobo Azul)¡±, detalla, en referencia a una aplicaci¨®n que identifica y autoriza el paso de la poblaci¨®n civil como si se tratara de un sem¨¢foro.
El paso de Gilbert se encuentra en una de las rutas que conducen hacia la mezquita de Ibrahim ¨Cpara los musulmanes¨C o Cueva de los Patriarcas ¨Cpara los jud¨ªos¨C, el sepulcro donde reposan los restos del profeta Abraham y sus descendientes, seg¨²n la tradici¨®n de ambas religiones. Las c¨¢maras asoman por las azoteas, sobrevuelan postes con cables y farolas, en el mismo punto donde un militar israel¨ª remat¨® de un tiro en la cabeza hace cinco a?os a un asaltante palestino que yac¨ªa malherido en el suelo.
La proliferaci¨®n de c¨¢maras de vigilancia en territorio ocupado palestino, la progresiva implantaci¨®n de sistemas de reconocimiento facial de civiles en barreras y puestos de control, y las recientes denuncias sobre la intervenci¨®n, con programas esp¨ªa de fabricaci¨®n israel¨ª, de tel¨¦fonos de activistas y altos cargos palestinos apuntan a que Israel avanza hacia un nuevo modelo de control tecnol¨®gico 54 a?os despu¨¦s de la conquista militar.
¡°Nos dieron un tel¨¦fono con c¨¢mara que ten¨ªa solo una aplicaci¨®n: (...) la Blue Wolf, con tres opciones que aparecen en una ventana emergente para dejar pasar (verde), investigar (amarillo) o detener (rojo) a las personas identificadas por imagen¡±, declar¨® un soldado a los responsables de Breaking the Silence, organizaci¨®n de veteranos del Ej¨¦rcito opuestos a la ocupaci¨®n, en un documento examinado por EL PA?S. Otro militar confirma tambi¨¦n la forma de utilizaci¨®n de la aplicaci¨®n Blue Wolf: ¡°Primero se escanea la tarjeta de identidad y luego se hace una fotograf¨ªa (...) Ah¨ª esta toda la informaci¨®n b¨¢sica sobre cada persona¡±.
¡°Se trata de m¨¦todos de vigilancia altamente invasivos mediante tecnolog¨ªa de reconocimiento facial¡±, ha sostenido la ONG israel¨ª tras una reciente investigaci¨®n, de la que primero inform¨® The Washington Post, basada en los testimonios de soldados recogidos en los dos ¨²ltimos a?os. La informaci¨®n recopilada sobre la poblaci¨®n civil se incorpora despu¨¦s a una base de datos central, denominada ¡°Hebr¨®n, Ciudad Inteligente¡±. ¡°Adem¨¢s de pagar el precio de la ocupaci¨®n desde 1967, los palestinos no tienen la posibilidad de denunciar la intrusi¨®n del sistema Blue Wolf, que produce una digitalizaci¨®n de la ocupaci¨®n de tintes orwellianos¡±, concluye el informe de Breaking the Silence.
El propio Ej¨¦rcito vino a reconocer la existencia del sistema Blue Wolf en su p¨¢gina web, seg¨²n inform¨® el diario estadounidense. Un portavoz de las Fuerzas Armadas calific¨® el uso de las im¨¢genes de poblaci¨®n civil como ¡°una operaci¨®n rutinaria de seguridad que forma parte de la lucha contra el terrorismo¡±.
¡°Las familias palestinas de la zona pronto se pusieron en estado de alerta¡±, describe el ingeniero electr¨®nico Issa Amro, de 41 a?os, c¨®mo ha cambiado la vida de miles de palestinos que se ven obligados a atravesar las barreras en su ciudad. Hay dos decenas de puestos de control, algunos con la apariencia de una frontera internacional en toda regla, entre las llamadas zonas H1 (palestina), con m¨¢s de 250.000 habitantes, y H2 (israel¨ª), donde viven unos 700 colonos, protegidos por m¨¢s de 2.000 soldados, junto a otros 30.000 palestinos.
¡°Las c¨¢maras y los sistemas de reconocimiento facial no se usan solo por razones de seguridad o de control¡±, argumenta Amro, un defensor de la resistencia no violenta que ha sido perseguido tanto por los servicios de seguridad israel¨ªes como por los de la Autoridad Palestina. ¡°Est¨¢n influyendo en el comportamiento social de los palestinos, una sociedad conservadora muy celosa de su privacidad¡±, interpreta. Algunos vecinos me preguntan: ¡®?Pueden vernos a trav¨¦s de las paredes?¡±.
Izzar (prefiere no desvelar su apellido), de 37 a?os, obrero de la construcci¨®n, viene subiendo la cuesta desde el cercano mercado palestino con sus tres hijos antes de que comience la oraci¨®n del mediod¨ªa del viernes. Antes ha tenido que atravesar un puesto militar. ¡°No te sientes libre si no puedes tener vida privada¡±, se indigna. ¡°Ya debemos pasar los controles de seguridad; mis hijos, hasta seis veces al d¨ªa para ir colegio¡±, menea la cabeza en medio del silencio de los peque?os.
¡°Estamos bajo ocupaci¨®n¡±, resume Amro la vida en la zona de Hebr¨®n bajo dominio israel¨ª, donde se concentra gran parte del casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2017. ¡°No tenemos la posibilidad de protestar ni de dar nuestro consentimiento ante la instalaci¨®n de las c¨¢maras. Gilbert no es un puesto de control entre las zonas H1 y H2, donde s¨ª resulta preciso identificarse; es una zona de paso¡±, cuestiona el despliegue israel¨ª de c¨¢maras y sistemas electr¨®nicos de control en los ¨²ltimos meses. ¡°Es una imposici¨®n sobre nuestro derecho a la privacidad¡±.
Yasir Maryani, de 49 a?os, funcionario municipal, describe c¨®mo funciona el sistema Blue Wolf. ¡°Te hacen una foto y te clasifican con colores: verde, puedes pasar; amarillo, verifican tu identidad con sus superiores; rojo, los soldados te paran y te detienen¡±, explica. ¡°Y con el zoom de las c¨¢maras se meten tambi¨¦n en nuestras vidas¡±.
¡°Estado de vigilancia permanente¡±
En Jerusal¨¦n, la directora de investigaci¨®n del Instituto Palestino de Diplomacia P¨²blica, In¨¨s Abdel Razek, recuerda que las c¨¢maras est¨¢n por todas partes en la Ciudad Vieja, como ha destacado un informe de la organizaci¨®n israel¨ª Amleh elaborado tras la ola de protestas de la pasada primavera. ¡°Los palestinos siempre tienen la sensaci¨®n de estar controlados. Con las nuevas tecnolog¨ªas, se ha instaurado un estado de vigilancia permanente¡±, advierte.
Abdel Razek tambi¨¦n opina que Israel est¨¢ probando sus sistemas m¨¢s avanzados con la poblaci¨®n palestina antes de exportarlos. ¡°Habr¨ªa que preguntarse si este es un valor a?adido que vende a sus aliados, europeos por ejemplo, en la cooperaci¨®n de seguridad¡±, plantea esta polit¨®loga formada en Francia y que trabaj¨® en la sede de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo en Barcelona. ¡°Parece como si quisiera saberlo todo sobre los palestinos, desde los datos biom¨¦tricos al reconocimiento facial, para silenciar las protestas¡±, se?ala.
¡°Y tambi¨¦n parece que controlan los tel¨¦fonos con el pretexto de la seguridad¡±, alude la analista a la reciente ilegalizaci¨®n de seis ONG palestinas, acusadas de v¨ªnculos con el terrorismo a trav¨¦s del proscrito partido Frente Popular de Liberaci¨®n de Palestina.
A mediados de octubre, Ghassan Halaika, investigador de la ONG defensora de los derechos humanos Al Haq, descubri¨® que algunos de los contactos de su agenda telef¨®nica le estaban devolviendo llamadas que ¨¦l no hab¨ªa efectuado. ¡°Luego empezaron a llegar mensajes vac¨ªos al m¨®vil¡±, recapitula este economista palestino de 29 a?os en la sede de su organizaci¨®n en Ramala.
Al menos seis tel¨¦fonos inteligentes de activistas palestinos se han visto infiltrados por el sistema esp¨ªa de nivel militar Pegasus, fabricado por la compa?¨ªa israel¨ª NSO. Tres de los aparatos pinchados pertenec¨ªan a miembros de las ONG declaradas proscritas por Israel, seg¨²n la inspecci¨®n efectuada por la asociaci¨®n irlandesa Front Line Defenders, verificada m¨¢s tarde por investigadores del Citizen Lab de la Universidad de Toronto y Amnist¨ªa Internacional.
¡°Los israel¨ªes disponen de una tecnolog¨ªa capaz de crear una realidad artificial, de fabricar pruebas que pueden desembocar en una detenci¨®n administrativa (arresto sin cargos por tiempo indefinido)¡±, puntualiza Halaika, quien trabaja en la recopilaci¨®n de testimonios y pruebas para incriminar a Israel por cr¨ªmenes de guerra en la investigaci¨®n que ha abierto este a?o la fiscal¨ªa del Tribunal Penal Internacional. ¡°Tuve que cambiar de n¨²mero y de terminal¡±, revela, ¡°hab¨ªa prometido proteger la identidad de quienes denunciaron, por ejemplo, la demolici¨®n de sus casas¡±.
El investigador de Al Haq cree que los palestinos ya est¨¢n viviendo bajo un Gran Hermano que les controla. ¡°Somos una poblaci¨®n cautiva que no puede expresar rechazo a la p¨¦rdida de la privacidad¡±, lamenta. ¡°Esto es fascismo 3.0. En mi caso est¨¢ claro que buscaban informaci¨®n para criminalizar a las ONG que defienden los derechos humanos¡±.
Ubai Aboudi, de 37 a?os, subdirector del Centro Bisan, ONG especializada en investigaci¨®n social y desarrollo democr¨¢tico, considera que ¡°Israel est¨¢ ejecutando un proyecto de ingenier¨ªa social con la comunidad palestina¡±. Su tel¨¦fono tambi¨¦n result¨® infectado por el sistema Pegasus. ¡°Los medios de vigilancia avanzados forman ya parte del modelo de dominaci¨®n israel¨ª, que desprecia los derechos humanos en un r¨¦gimen de apartheid¡±, alega Aboudi en su despacho de Ramala.
En la misma ciudad, que es sede administrativa de las instituciones palestinas, los m¨®viles de tres altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores han sido espiados tambi¨¦n con la tecnolog¨ªa Pegasus, seg¨²n ha denunciado la Autoridad Palestina. Los tres diplom¨¢ticos trabajan precisamente en la presentaci¨®n de las acusaciones contra Israel ante el Tribunal Penal Internacional.
Omar Shakir, director para Israel y Palestina de la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW), considera que ¡°la instalaci¨®n de una base de datos masiva de poblaci¨®n palestina con reconocimiento facial en el territorio ocupado de Cisjordania (...) recuerda a la utilizada por China en (la provincia de) Xinjiang, territorio habitado por la minor¨ªa uigur¡±. En un art¨ªculo publicado en la web de HRW, Shakir, quien fue expulsado de Israel hace dos a?os a causa de su trabajo humanitario en medio de protestas internacionales, concluye que ¡°estos sistemas tecnol¨®gicos inducen a neutralizar la disidencia pac¨ªfica y a ejercer un control intensivo sobre la poblaci¨®n¡±.
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