El programa esp¨ªa Pegasus se vuelve contra Israel
El fiscal general y el Parlamento abren investigaciones sobre las denuncias de intervenci¨®n policial de tel¨¦fonos sin orden judicial
El consejero delegado de la empresa tecnol¨®gica israel¨ª NSO, Shalev Hulio, siempre hab¨ªa asegurado que su programa esp¨ªa Pegasus, utilizado por servicios de inteligencia de numerosos pa¨ªses, estaba dise?ado para no poder operar en los tel¨¦fonos de Israel. Medio centenar de gobiernos, varios de ellos autocr¨¢ticos, lo han usado para controlar a disidentes y periodistas, seg¨²n una investigaci¨®n internacional difundida en 2021. Tras esta denuncia, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluy¨® el a?o pasado a NSO en la lista negra de empresas vetadas en contratos p¨²blicos.
En contra de las promesas de Hulio, los ciudadanos israel¨ªes se han indignado en los ¨²ltimos d¨ªas tras la publicaci¨®n de revelaciones period¨ªsticas sobre la intervenci¨®n policial en territorio nacional de tel¨¦fonos de cargos p¨²blicos, asesores gubernamentales y activistas sociales con el software Pegasus sin autorizaci¨®n judicial. La Fiscal¨ªa General del Estado y la Kneset (Parlamento) han anunciado la inminente apertura de investigaciones.
Las acusaciones, desveladas esta semana por el diario econ¨®mico Calcalist, se concentran en la unidad policial de seguridad Sigint. Por primera vez, una informaci¨®n period¨ªstica s¨®lida apunta a que el programa esp¨ªa Pegasus se ha vuelto contra Israel.
Esta era la forma de operar de los agentes. Primero se interven¨ªan los tel¨¦fonos de los supuestos sospechosos con el software, que captura datos del m¨®vil. Si se lograba alguna prueba de cargo, solicitaban autorizaci¨®n judicial para ¡°blanquear¡± el caso y regularizar la investigaci¨®n de manera retroactiva. En resumen, los polic¨ªas de unidad Sigint tend¨ªan a acumular informaci¨®n sin acusaci¨®n alguna, con la pretensi¨®n de poder inculpar a los ciudadanos cuando se considerase oportuno.
El comisario jefe de la polic¨ªa israel¨ª, Kobi Shabtai, asegur¨® el jueves que hab¨ªa abierto una investigaci¨®n interna para aclarar las denuncias publicadas por la prensa. ¡°Todo ha sido legal. No hay ninguna prueba de que se haya utilizado un programa de espionaje de tel¨¦fonos¡±, se apresur¨® a anunciar el viernes el jefe policial en un comunicado oficial.
A pesar de no haber observado indicios de un ¡°uso sistem¨¢tico de medios ilegales de investigaci¨®n¡±, el fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, orden¨® el jueves la constituci¨®n de un equipo de expertos para recabar pruebas en casos espec¨ªficos. La diputada centrista Meirav Ben Ari, presidenta de la Comisi¨®n de Seguridad P¨²blica de la Kneset, ha convocado la semana que viene una sesi¨®n especial para examinar las informaciones sobre el ciberespionaje policial a ciudadanos.
La investigaci¨®n de Calcalist se?ala que entre los espiados con el sistema Pegasus se encuentran dos alcaldes, el exconsejero de un ministro y l¨ªderes de la ola de protestas ciudadanas de 2020 contra el entonces primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu. El mismo diario econ¨®mico informa de que en ninguno de los casos se solicit¨® autorizaci¨®n judicial previa para intervenir los tel¨¦fonos.
El programa Pegasus comenz¨® a ser usado por las fuerzas policiales israel¨ªes en 2013, tras la llegada al cuerpo de mandos procedentes del Shin Bet (servicio de contraespionaje y seguridad interior) y de unidades de inteligencia militares. ¡°Las revelaciones actuales son buena muestra de un proceso natural de erosi¨®n de la democracia en Israel, crecientemente controlada por un aparato militar y de seguridad¡±, concluye Yossi Mellman, analista experto en los servicios de espionaje de su pa¨ªs, en las p¨¢ginas de Haaretz.
Fundada en 2010 por los ingenieros Niv Carmi, Omri Lavie y Shalev Hulio (cuyas iniciales de nombre de pila sirvieron de denominaci¨®n a la empresa), NSO suele responder a las acusaciones del exterior con el mantra de que no opera directamente el programa esp¨ªa Pegasus y se limita a ¡°suministrar tecnolog¨ªa a agencias de inteligencia estatales para salvar vidas¡± en la lucha contra el terrorismo o el crimen organizado, contando siempre con autorizaci¨®n del Gobierno de Israel.
Otras compa?¨ªas de ciberseguridad, como Cellebrite y Candiru, se hallan tambi¨¦n en el punto de mira de Washington por haber facilitado a reg¨ªmenes autoritarios programas para controlar y aplastar a la disidencia.
La pujante industria del ciberespionaje israel¨ª se ha desarrollado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, sin apenas escrutinio parlamentario o judicial, hasta atraer un 40% del total mundial de las inversiones privadas internacionales en ciberseguridad. El a?o paso recibi¨® 8.800 millones de d¨®lares (7.750 millones de euros) en fondos extranjeros, seg¨²n la Direcci¨®n Nacional de Cibertecnolog¨ªas, tres veces m¨¢s que en 2020.
El vivero de la ciberinteligencia militar
El Ministerio de Defensa controla directamente las exportaciones de los programas esp¨ªa, sin informar al Parlamento sobre los pa¨ªses a los que est¨¢ prohibido vender armamento o tecnolog¨ªa de seguridad. M¨¢s de dos decenas de Gobiernos ¡ªen Estados como Bar¨¦in, Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos, Nicaragua, Honduras o Kazajist¨¢n¡ª han adquirido programas de inteligencia y espionaje al Estado jud¨ªo.
El desarrollo en los a?os ochenta y noventa del siglo pasado de centros de ciberinteligencia en el Ej¨¦rcito, como la c¨¦lebre Unidad 8200, propici¨® el nacimiento de un vivero de j¨®venes ingenieros que ha contribuido al desarrollo de empresas de tecnolog¨ªa emergente. El 80% de los fundadores de las 700 firmas de ciberseguridad israel¨ªes proceden precisamente de sus filas.
El hackeo masivo de los m¨®viles de periodistas ¡ªcomo el registrado en M¨¦xico entre 2015 y 2016¡ªsuele llevar la marca del sistema de NSO. En una teleconferencia de prensa desde Mosc¨², Edward Snowden, que desert¨® de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, asegur¨® en 2018 a un grupo de periodistas de Tel Aviv que la tecnolog¨ªa de Pegasus hab¨ªa sido utilizada para seguir el rastro del periodista disidente saud¨ª Jamal Khashoggi, dado por muerto ese mismo a?o tras acudir al consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul. En al menos 450 casos investigados por Amnist¨ªa Internacional y el Laboratorio Ciudadano de la Universidad de Toronto se ha confirmado la presencia del software esp¨ªa israel¨ª.
El ciberespionaje es una las principales industrias exportadoras de Israel, con 27 compa?¨ªas punteras especializadas en medio de un ecosistema tecnol¨®gico ¨²nico en el mundo. La suma global de las ciberexportaciones ascendi¨® a 11.000 millones de d¨®lares (9.700 millones de euros) en 2021.
La venta en el exterior de Pegasus, un troyano de uso reservado, form¨® parte tambi¨¦n de la estrategia de ciberdiplomacia emprendida por el ex primer ministro Netanyahu en sus 12 a?os de mandatos consecutivos. Iba destinada a mejorar la imagen internacional de Israel, deteriorada por el conflicto palestino, y a granjearle nuevas alianzas en foros como Naciones Unidas. Tras haber servido como herramienta para la expansi¨®n diplom¨¢tica, los programas de ciberespionaje dise?ados por empresas israel¨ªes parecen estar empezando a adue?arse ahora de parte de la seguridad interna del Estado de Israel.
¡°Sale con otros hombres pese a estar casado¡±
Dos agentes de la unidad policial de ciberseguridad Sigint intervinieron el m¨®vil de un activista social israel¨ª con la vaga acusaci¨®n de que supon¨ªa una ¡°amenaza para el orden p¨²blico¡± sin contar con una orden judicial. Tras rastrear remotamente en su tel¨¦fono inteligente la aplicaci¨®n Grindr ¡ªde citas entre homosexuales¡ª, extrajeron informaci¨®n sobre su vida privada con ¨¢nimo de presionarle. ¡°Coquetea y sale con otros hombres pese a estar casado¡±, advierten los agentes en sus anotaciones, seg¨²n la investigaci¨®n de Calcalist. ¡°Puede ser de utilidad en un interrogatorio. Confidencial¡±, agregaron.
La misma investigaci¨®n period¨ªstica apunta a que los servicios policiales suelen recurrir a piratas inform¨¢ticos civiles para espiar a ciudadanos. A menudo, los subcontratados se ocupan de misiones abiertamente ilegales, como penetrar en redes wifi, intervenir c¨¢maras de vigilancia y apoderarse de archivos privados.
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