Una confusa campa?a lleva a Costa Rica a elecciones cruciales para su modelo de bienestar
Con una explosi¨®n de candidaturas, cifras r¨¦cord de contagios de covid-19 y un Gobierno agotado, los comicios del 6 de febrero plantean una duda existencial: ?puede la aplaudida democracia centroamericana revertir el deterioro evidenciado por la pandemia?
Con la cifra r¨¦cord de 25 candidaturas presidenciales y casi la mitad del electorado a¨²n indeciso, Costa Rica pone a prueba su s¨®lida democracia en los comicios del 6 de febrero para designar al Gobierno y a los diputados que enfrentar¨¢n tareas cruciales en la recuperaci¨®n de la ¡°pura vida¡±, el lema que se refleja en el modelo de bienestar y en las postales tur¨ªsticas.
Escasas banderas en los barrios y abundantes vallas sobre las carreteras con candidatos maquillados que se ofrecen como la soluci¨®n del desempleo, la corrupci¨®n o la ineficiencia del Estado, son el escenario de una campa?a electoral que Costa Rica vive con agobio, muy lejos de las llamadas ¡°fiestas electorales¡± del siglo XX, cuando el pa¨ªs bipartidista se preciaba de la baja desigualdad social, de su seguridad y de sistemas de salud y educaci¨®n dignos del primer mundo.
Sin que todo se haya perdido en la ¨²nica naci¨®n centroamericana que al celebrar sus 200 a?os de Independencia entr¨® a la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), sobresale una de las pocas coincidencias en la difusa discusi¨®n electoral: la acumulaci¨®n de quehaceres no atendidos en a?os recientes y los efectos de la pandemia provocan un deterioro de hondas repercusiones que han provocado que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n viva peor que antes, aunque no todos.
El pa¨ªs, que a¨²n aparece en los escalafones de ¡°naciones m¨¢s felices del mundo¡±, presenta la pobreza en 26% y un ritmo de recuperaci¨®n econ¨®mica que ensancha las desigualdades entre sectores, sin que mucho pueda hacer el Gobierno saliente de Carlos Alvarado, pol¨ªticamente liquidado. La crisis fiscal y la tendencia de aumento de informalidad de los empleos (44%) amenaza tambi¨¦n la sostenibilidad del sistema sanitario universal, mientras el pa¨ªs enfrenta tambi¨¦n un ¡°apag¨®n educativo¡±. As¨ª le llaman especialistas a los graves efectos mezclados de la pandemia y del desgaste de escuelas y colegios p¨²blicos donde hasta hace pocas d¨¦cadas los pobres hallaban una firme escalera social y los ricos un sentido de comunidad.
¡°El pa¨ªs est¨¢ embarcado en un acelerado proceso de construcci¨®n de un riesgo de proporciones hist¨®ricas: que durante estos a?os se produzca regresiones, m¨¢s o menos permanentes, en los logros de Costa Rica en desarrollo humano, debido a la falta de respuestas frente a la ampliaci¨®n de las profundas desigualdades econ¨®micas y sociales prepand¨¦micas, el debilitamiento de su Estado de bienestar y de las pol¨ªticas de sostenibilidad ambiental¡±, resumi¨® en noviembre el informe anual de Estado de la Naci¨®n, un centro de pensamiento formado por universidades estatales.
Para noviembre apenas empezaba la campa?a electoral, pero ya se evidenciaban en las encuestas los sentimientos de agobio de la poblaci¨®n ante una oferta electoral amplia como nunca antes, pero igualmente insatisfactoria y troceada, propensa a llevar el pulso hasta una segunda ronda en abril, advierten los estudios de opini¨®n. Pese a la la reconfiguraci¨®n pol¨ªtica de Costa Rica y al fin del bipartidismo del siglo XX, son los partidos hist¨®ricos los que encabezan las encuestas, junto al partido nuevo que form¨® el predicador evang¨¦lico Fabricio Alvarado despu¨¦s sacudir las elecciones de 2018 al ganar la primera vuelta como abanderado del discurso m¨¢s conservador.
El Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN, nacido hace 70 a?os en las aguas de la socialdemocracia) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, centroderecha) se ofrecen como opciones para volver a la Costa Rica anterior al Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC, centroizquierda), la agrupaci¨®n que naci¨® a inicios del siglo XXI y quebr¨® el bipartidismo al recoger la demanda popular por valores que hoy se le cobran, como ¨¦tica, eficiencia y capacidad de gesti¨®n pol¨ªtica.
En 2021, deton¨® un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n por una aparente red de sobornos a funcionarios a cargo de la construcci¨®n de carreteras, lo que tiene en prisi¨®n preventiva a los dos principales empresarios del sector y fren¨® las obras que el Gobierno de Alvarado ofrec¨ªa como legado, aunque afect¨® tambi¨¦n a otros partidos. Tambi¨¦n reventaron casos judiciales relacionados con la penetraci¨®n de grupos de narcotraficantes en sectores pol¨ªticos, un tema evadido en la campa?a. Mientras, diputados de oposici¨®n que controlan el Congreso ponen cuesta arriba las medidas de ajuste fiscal que el Gobierno de Carlos Alvarado propuso en 2021 para cumplir un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentado como un salvavidas para las finanzas p¨²blicas.
Tras el triunfo de Luis Guillermo Sol¨ªs (2014-2018) y Alvarado (2018-2022), ambos con mandatos accidentados y un creciente rechazo social, el PAC pr¨¢cticamente desaparece ahora en las encuestas, mientras el PLN y PUSC recogen la a?oranza por las glorias pasadas y la esperanza de enfrentar tambi¨¦n nuevos desaf¨ªos ambientales y tecnol¨®gicos o la complejidad social. Los rostros son los del en¨¦rgico expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Figueres (1994-1998), hijo del estadista del siglo XX Jos¨¦ Figueres Ferrer, y en el PUSC el de una abogada apaciguadora llamada Lineth Sabor¨ªo, vicepresidenta en el cuatrienio 2002-2006 gobernado por Abel Pacheco.
Figueres, Sabor¨ªo y Fabricio Alvarado se disputan el liderato en las encuestas publicadas 20 d¨ªas antes de las elecciones, pero con porcentajes que no alcanzan ni siquiera la mitad del 40% m¨ªnimo para ganar en primera vuelta, por lo que especialistas advierten probable ir un balotaje el 3 de abril para designar el gobernante que tomar¨¢ funciones el 8 de mayo en el pa¨ªs de 5 millones de habitantes. Tampoco se descartan las opciones para el diputado de izquierda llamado Jos¨¦ Mar¨ªa Villalta y para el economista Rodrigo Chaves, exdirector del Banco Mundial que tuvo un fugaz paso como Ministro de Hacienda en el Gobierno actual, al que ahora critica sin reservas. Las restantes 20 candidaturas reciben menos del 3% cada una, pero complican el escenario en debates, entrevistas y propaganda. Tal vez por ello el 74% de la poblaci¨®n dice que la decisi¨®n de voto es m¨¢s dif¨ªcil que en elecciones anteriores y la mitad dice que le genera estr¨¦s, se?ala la encuesta del Centro de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica.
Todo depende, sin embargo, de c¨®mo se decante un mill¨®n de probables votantes todav¨ªa indecisos, entre quienes predominan mujeres, votantes de regiones costeras y la poblaci¨®n juvenil, que pesa 36% en el padr¨®n y es a¨²n m¨¢s ajena a las lealtades partidarias. En promedio son cuatro de cada 10 encuestados los que se?alan que ir¨¢n a votar, pero que a¨²n se debaten entre las opciones. Y si se miran las preferencias para renovar los 57 esca?os de la Asamblea Legislativa, la neblina es mayor: 60% no sabe c¨®mo votar¨¢, dice el reporte del CIEP.
¡°He cambiado de candidato como tres veces. Antes era m¨¢s f¨¢cil porque uno votaba a un partido y ya, pero ahora es dif¨ªcil. Entiendo que algunos prefieran no votar, pero as¨ª tampoco se arregla nada¡±, dijo el viernes una ama de casa, Luisa Brenes, madre de dos ni?as a quienes quiere dar el ejemplo de ejercicio c¨ªvico. Las encuestas hacen prever que votar¨¢n dos tercios del padr¨®n electoral, nada mal para el entorno de confusi¨®n y para las semanas en que los contagios de covid-19 tocaron cifras m¨¢ximas en toda la pandemia, con m¨¢s de 6.000 casos nuevos en el pa¨ªs de cinco millones de habitantes.
Es ¡°un proceso complejo¡±, advirti¨® en octubre el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado, al presentar su renuncia al cargo que ejerci¨® por 20 a?os porque una cu?ada se postul¨® para diputada y ¨¦l prefiri¨® evitar un eventual conflicto de inter¨¦s. Parec¨ªa exagerado, pero Sobrado justific¨® que lo hac¨ªa para no arriesgar la confianza sobre el ¨¢rbitro del proceso electoral en momentos fr¨¢giles.
¡°Dos a?os de pandemia han generado sufrimiento, desempleo, quiebra de emprendimientos ciudadanos y luto en muchas familias. Eso se suma a los efectos psicol¨®gicos y se crea un caldo de cultivo para la desesperanza y el enojo, sentimientos que si no se manejan de manera adecuada pueden llevar la discusi¨®n a niveles que no son los acostumbrados¡±, dijo Sobrado sobre el funcionamiento democr¨¢tico del pa¨ªs que todav¨ªa, a pesar de la pandemia, atrae a turistas y migrantes.
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