Un romance entre Michelle Pfeiffer y Sean Connery explica las relaciones de Rusia con Occidente
El maestro de la novela de espionaje John le Carr¨¦ mostr¨® su pesimismo sobre el final de la Guerra Fr¨ªa en ¡®La Casa Rusia¡¯
Adem¨¢s de una de las declaraciones de amor m¨¢s certeras de la historia del cine ¡ª¡°Ahora t¨² eres mi ¨²nico pa¨ªs¡±¡ª, La Casa Rusia, tanto la novela de 1989 de John le Carr¨¦ como la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo de 1990 dirigida por Fred Schepisi y protagonizada por Michelle Pfeiffer y Sean Connery, contiene claves sobre el origen de la enorme crisis que se est¨¢ viviendo en torno a Ucrania, un pa¨ªs amenazado por una invasi¨®n rusa a gran escala y el escenario de un choque tect¨®nico entre los dos antiguos bloques de la Guerra Fr¨ªa.
La Casa Rusia fue el primer libro en el que John le Carr¨¦, el maestro de la novela de esp¨ªas, abordaba la glasnost, la apertura de la URSS capitaneada por Mija¨ªl Gorbachov. Le Carr¨¦, cocinero antes que fraile, se ve¨ªa a s¨ª mismo como un soldado de la Guerra Fr¨ªa. Hasta que el ¨¦xito de El esp¨ªa que surgi¨® del fr¨ªo le permiti¨® retirarse, fue un eficaz agente en los momentos duros del Tel¨®n de Acero. Sin embargo, en su vejez, despu¨¦s de unos a?os de esperanza propiciados por la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn, pensaba que no se aprovech¨® aquel momento, que nunca hubo una oportunidad para la paz, que no surgi¨® un mundo mejor de la victoria en aquel conflicto.
En una de sus ¨²ltimas entrevistas, el escritor, fallecido en 2020, explicaba: ¡°En el periodo que va desde el final de la Guerra Fr¨ªa hasta ahora, quer¨ªamos sentir que ten¨ªamos un objetivo moral, un gran l¨ªder y un Plan Marshall. Quer¨ªamos alguien que fuese capaz de rehacer el mundo. Era posible. Esper¨¢bamos un gran momento y un gran l¨ªder. Nadie apareci¨®¡±. La Casa Rusia ya mostraba claramente que todo se torci¨® desde el principio, que la desconfianza nunca se rompi¨®, que los dos bloques nunca buscaron la paz y que los ¡°hombres de gris¡±, como los llama Le Carr¨¦, de los dos bandos ¡ªentre ellos un oficial del KGB con experiencia en Alemania Oriental llamado Vlad¨ªmir Putin¡ª mantuvieron el enfrentamiento.
La pel¨ªcula de Schepisi, que puede verse en Filmin, fue la primera gran producci¨®n de Hollywood rodada en Mosc¨² y Leningrado (actual San Petersburgo). Con un soberbio guion del dramaturgo Tom Stoppard, relata la historia de un editor aficionado al alcohol y al jazz, con muchos negocios en la URSS, interpretado por Sean Connery, que acaba implicado en una intriga internacional y perdidamente enamorado de Katya (Michelle Pfeiffer), una mujer rusa que hace de enlace con un cient¨ªfico, apodado Dante. El objetivo de Dante es pasar a Occidente los secretos armament¨ªsticos de un pa¨ªs que se desmorona para rebajar la tensi¨®n y aprovechar la apertura para instaurar una nueva era sin la amenaza nuclear.
Los vencedores de la Guerra Fr¨ªa no tienen claro si les interesan los documentos de Dante, porque demostrar¨ªan que el equilibrio del terror es una farsa, ya que el armamento sovi¨¦tico est¨¢ tan desfasado que no representa un peligro real. Eso significar¨ªa el final de la carrera armament¨ªstica y a ¡°los hombres de gris no les interesa¡±, dice un personaje. En el otro lado, tampoco existe ninguna voluntad para rebajar la tensi¨®n. Gran parte de la argumentaci¨®n de Putin para justificar la anexi¨®n de Crimea y la amenaza sobre Ucrania se basa en que ya entonces Estados Unidos minti¨® al Kremlin cuando le garantiz¨® que no tratar¨ªa de llevar a la OTAN hasta las fronteras de Rusia. Washington niega que esa promesa se realizase. Aquellas garant¨ªas se dieron ¡ªo no¡ª el mismo a?o en que se estren¨® La Casa Rusia.
Connery interpreta a un cl¨¢sico protagonista de Le Carr¨¦: una persona corriente que al final se atreve a actuar de forma ¨¦tica en un mundo inmoral, rodeado de personas que solo quieren mantener viva la llama del enfrentamiento. Cuando su personaje se declara al de Pfeiffer, ella responde: ¡°En mi vida solo hay sitio para la verdad¡±. En aquel mundo en el que se derrumbaba la URSS mientras EE UU y sus aliados emerg¨ªan como vencedores de la Guerra Fr¨ªa nunca hubo sitio para la verdad. En el relato de Le Carr¨¦ triunfa el amor, pero la paz es derrotada. Hasta ahora.
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