El deshielo entre Washington y Caracas empa?a la foto de Duque con Biden

Iv¨¢n Duque se ha empe?ado en limar asperezas con la Casa Blanca. El presidente de Colombia, a cinco meses de entregar el poder, por fin sostuvo este jueves una encuentro oficial con Joe Biden en Estados Unidos, un gesto que deber¨ªa terminar de cerrar de una vez por todas las heridas entre dos estrechos aliados en el ocaso de su administraci¨®n. A pesar de que Biden le transmiti¨® a Duque su intenci¨®n de convertir a Colombia en aliado estrat¨¦gico por fuera de la OTAN, un estatus especial que conlleva privilegios econ¨®micos y militares, la esperada foto entre los dos mandatarios ha perdido lustre, pues se produce justamente cuando Washington acaba de iniciar un inesperado acercamiento con el Gobierno chavista de Venezuela que deja a contrapi¨¦ a Bogot¨¢.

El incipiente deshielo entre Washington y Caracas se produce en medio del fragor de la invasi¨®n de Rusia a Ucrania, con el veto estadounidense a la producci¨®n petrolera rusa como tel¨®n de fondo, y tambi¨¦n ha descolocado a la propia oposici¨®n venezolana. La reuni¨®n largamente esperada entre Biden y Duque ¡ªun entusiasta defensor de la alianza atl¨¢ntica¡ª, se da ¡°en un momento desafiante para la humanidad¡±, seg¨²n la Casa de Nari?o. ¡°En la Oficina Oval de la Casa Blanca sostuvimos una conversaci¨®n amplia y productiva en la que hablamos sobre temas de seguridad global y regional, migraci¨®n, lucha contra la crisis clim¨¢tica y atenci¨®n del covid-19¡å, escribi¨® Duque en sus redes sociales tan pronto termin¨® el encuentro, sin llegar a mencionar a Venezuela, en un mensaje acompa?ado con dos fotos de ambos mandatarios. ¡°Para nosotros Nicol¨¢s Maduro es un dictador¡±, reafirm¨® el presidente colombiano a la salida de la reuni¨®n, ¡°nuestra postura no cambia en absoluto¡±. Bogot¨¢ no reconoce al Gobierno chavista y lo acusa de dar cobijo en su territorio a la guerrilla del ELN y las disidencias de las FARC que se apartaron del proceso de paz.

Pese a que la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha insistido este jueves en que EE UU no reconoce a Maduro como presidente, varios funcionarios colombianos han ventilado sus reparos al sorpresivo acercamiento de Washington y Caracas. ¡°Si acabas de prohibir el petr¨®leo del que llaman dictador ruso, es dif¨ªcil explicar por qu¨¦ le vas a comprar petr¨®leo al dictador venezolano¡±, le dijo al Financial Times el ministro de Minas y Energ¨ªa, Diego Mesa, en el marco de una conferencia anual sobre energ¨ªa en Houston, en la que tambi¨¦n particip¨® esta semana Duque. Incluso la vicepresidenta y canciller, Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, que hace parte de la delegaci¨®n colombiana, insinu¨® que pedir¨ªa explicaciones a Washington. El exvicepresidente Francisco Santos, quien fue embajador en Estados Unidos, fue un paso m¨¢s all¨¢ al considerar el acercamiento una ¡°bofetada¡± a Duque.

Los opositores del mandatario colombiano no tardaron en considerar que las nuevas circunstancias evidencian el fracaso de su pol¨ªtica exterior. ¡°El Gobierno sacrific¨® las relaciones con Venezuela por ideolog¨ªa y protagonismo. Hoy, Estados Unidos negocia con nuestros vecinos y nos deja una lecci¨®n: las relaciones exteriores se rigen por los intereses de los Estados, no por las apuestas de los pol¨ªticos de turno¡±, dijo el exnegociador de paz Humberto de la Calle, que aspira al Senado. ¡°El pr¨®ximo Gobierno debe regresar a una pol¨ªtica exterior pragm¨¢tica que priorice a Colombia por encima de las ideolog¨ªas¡±. La reapertura del flujo fronterizo y el restablecimiento de alg¨²n tipo de relaciones con Venezuela, rotas por completo desde 2019, es un clamor en las poblaciones a lo largo de una porosa l¨ªnea lim¨ªtrofe de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros, y la mayor¨ªa de los precandidatos presidenciales que buscan relevar a Duque se han mostrado a favor de ese cambio.

¡°El acercamiento deja mal parado al Gobierno de Duque, esencialmente porque si en algo ha sido inamovible ha sido en sus posiciones frente a Maduro y Venezuela¡±, valora Arlene Tickner, profesora de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢. Se?ala que la obsesi¨®n de Duque de lograr un encuentro en la Casa Blanca ¡°corresponde m¨¢s a una necesidad personal que nacional¡±, en momentos en que se prepara para dejar el poder. Algunas de las reacciones de funcionarios colombianos, concluye, ¡°denotan un sentimiento de infidelidad y de traici¨®n que es muy diciente de la fantas¨ªa que se ha construido aqu¨ª en torno al car¨¢cter especial que tiene Colombia para Estados Unidos¡±.

Biden tiene una extensa historia con Colombia. El presidente dem¨®crata suele referirse al pa¨ªs andino como ¡°la piedra angular¡± de la pol¨ªtica exterior de Washington en Latinoam¨¦rica; como congresista por Delaware fue uno de los grandes promotores la alianza antinarc¨®ticos y contrainsurgente articulada en torno al Plan Colombia a comienzos de este siglo; y como vicepresidente de Barack Obama respald¨® el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), que Duque ha vacilado en implementar con decisi¨®n.

Nada de eso evit¨® las tensiones con el Gobierno de Duque, que se remontan a la propia campa?a que llev¨® al dem¨®crata al poder, a finales de 2020. En las elecciones estadounidenses, el indisimulado apoyo a la reelecci¨®n del republicano Donald Trump del Centro Democr¨¢tico, el partido de Gobierno fundado por el expresidente ?lvaro Uribe, en especial en el crucial Estado de Florida, irrit¨® a muchos l¨ªderes dem¨®cratas. El costo de esa injerencia ha planeado desde entonces sobre la diplomacia colombiana, y agriet¨® el tradicional apoyo bipartidista que sol¨ªa cosechar en Washington.

Aunque el presidente colombiano fue uno de los primeros en reconocer la victoria de Biden, antes hab¨ªa sido un ¨ªntimo socio de Trump, con una evidente sinton¨ªa con respecto a la crisis de la vecina Venezuela y el ¡°cerco diplom¨¢tico¡± contra el r¨¦gimen de Maduro. En tiempos m¨¢s recientes, Duque ha sido enf¨¢tico en que Colombia no reconocer¨¢ a la ¡°dictadura¡± mientras ¨¦l sea presidente, y en su lugar mantiene su apoyo irrestricto a Juan Guaid¨®, lo que ha provocado acalorados debates sobre la eficacia y el pragmatismo de la diplomacia colombiana.

¡°Biden puede estar mirando hacia adelante, pero Duque est¨¢ atrapado en su decisi¨®n de haber reconocido a Guaid¨® y no ha podido moverse hacia adelante. Es un Gobierno que est¨¢ tratando de garantizarse influencia despu¨¦s de que se acabe, pero le va a costar mucho trabajo¡±, apunta el analista Sergio Guzm¨¢n, director de la consultora Colombia Risk Analysis. ¡°Duque ha hecho de apoyar a Guaid¨® un punto de honor, no veo que eso vaya a cambiar¡±.

En la recta final de su periodo, el colombiano ha dado prioridad a recomponer las relaciones con Estados Unidos, al punto de alinear su agenda con la Casa Blanca de Biden al poner el foco en temas de migraci¨®n ¨CColombia es el principal destino de la di¨¢spora venezolana¨C y cambio clim¨¢tico, en lugar de seguridad y lucha contra el narcotr¨¢fico. Los dos mandatarios hab¨ªan sostenido una conversaci¨®n telef¨®nica y coincidieron en noviembre en una de las reuniones de la cumbre clim¨¢tica de Glasgow. Pero solo hasta ahora han concretado una reuni¨®n eclipsada por el pulso de superpotencias entre Washington y Mosc¨².

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n