La venganza de Daniel Ortega contra la familia Chamorro en Nicaragua
El presidente ha lanzado una cacer¨ªa contra los integrantes de esta familia que le plant¨® cara a la dictadura de Somoza. Su oposici¨®n al Gobierno sandinista la pagan ahora con c¨¢rcel y exilio
La condena por lavado de dinero contra Juan Lorenzo Holmann Chamorro, gerente general del diario La Prensa ¡ªel m¨¢s longevo de Nicaragua¡ª es el ¨²ltimo golpe del r¨¦gimen que lidera Daniel Ortega contra uno de los clanes familiares m¨¢s importantes de Nicaragua, cuya historia ha estado ligada al poder pol¨ªtico, el control de medios de comunicaci¨®n y el enfrentamiento a la larga dictadura somocista. Los Chamorro le han dado a Nicaragua al menos seis presidentes ¡ªalgunos tristemente c¨¦lebres¡ª y un h¨¦roe nacional, el periodista Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, asesinado en 1978, durante la dictadura de Somoza.
Unos d¨ªas antes de la condena contra Holmann Chamorro, la periodista y exaspirante a la presidencia Cristiana Chamorro, hija de Pedro Joaqu¨ªn y de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, fue sentenciada a ocho a?os de prisi¨®n, despu¨¦s de un proceso judicial considerado ¡°espurio¡± por la oposici¨®n y defensores de derechos humanos, y en el que las autoridades leales a Ortega no pudieron demostrar los delitos que se le imputan. Los integrantes de este clan han sido condenados a la c¨¢rcel, el exilio o el ostracismo, en una cacer¨ªa que puede ser interpretada como venganza personal largamente cultivada por Ortega despu¨¦s de perder las elecciones de 1990 frente a Violeta Barrios Chamorro, ahora de 92 a?os, quien enferma y sola se apaga poco a poco en su casa de Managua, en una bruma de recuerdos. El odio hacia su familia ha quedado patente en las palabras de la esposa de Ortega y vicepresidenta, Rosario Murillo, quien ha calificado a los Chamorro como ¡°una casta entreguista, aprovechada y saqueadora¡±.
Ha valido de poco que haya condenas de organismos internacionales por los juicios contra Juan Lorenzo, Juan Sebasti¨¢n Chamorro ¡ªotro candidato opositor¡ª, Cristiana y su hermano, Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, tambi¨¦n integrante de la directiva de La Prensa. Como el resto, ¨¦l fue apresado en la org¨ªa de detenciones contra opositores que Ortega desat¨® el pasado verano para acallar a cualquier figura que pretendiera hacerle sombra en las elecciones de noviembre, que el mandatario dio por ganadas con el 75% de los votos. Las encuestas mostraban que Cristiana Chamorro era la figura de la oposici¨®n con m¨¢s probabilidades de vencer a Ortega en unos comicios justos. Los juicios contra los Chamorro han movilizado a organizaciones period¨ªsticas de todo el continente, que rechazaron de forma p¨²blica las condenas. ¡°Hacemos responsable al Estado de Nicaragua por la vida e integridad de las y los presos de conciencia y exigimos su inmediata liberaci¨®n, el cese de su criminalizaci¨®n y la revocaci¨®n de todas las sentencias dictadas en su contra, por el mero hecho de ejercer su derecho a la libertad de expresi¨®n¡±, han advertido un grupo de 18 organizaciones period¨ªsticas de Latinoam¨¦rica. ¡°Estamos enfrentando a una de las dictaduras m¨¢s feroces de la historia latinoamericana¡±, ha afirmado Jorge Canahuati, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). ¡°Debemos cerrar filas para evitar que el r¨¦gimen nicarag¨¹ense siga coartando las libertades de los ciudadanos y destruyendo el Estado de derecho¡±, ha pedido.
Mientras sus hermanos y familiares han sido apresados y condenados por el r¨¦gimen, Carlos Fernando Chamorro, el periodista nicarag¨¹ense m¨¢s reconocido a nivel internacional, march¨® al exilio en Costa Rica por la persecuci¨®n y amenazas en su contra. Chamorro es el director del diario digital independiente Confidencial y del programa de reportajes y entrevista Esta Semana, y quien ha mantenido una l¨ªnea editorial cr¨ªtica con el Gobierno desde que Ortega regres¨® al poder en 2007. Confidencial hab¨ªa denunciado, a trav¨¦s de reportajes de investigaci¨®n con Ortega reci¨¦n instalado en el poder, que personeros del Frente Sandinista manten¨ªan una red de extorsiones en el poder judicial para chantajear a empresarios. Esta denuncia p¨²blica, conocida como el caso Tola, hizo que el Gobierno levantara cargos contra Chamorro, acus¨¢ndole de lavado de dinero; interviniera sus oficinas, y que la justicia amenazara con la c¨¢rcel al periodista. Tras la explosi¨®n de masivas manifestaciones en abril de 2018 ¡ªque Ortega revent¨® a fuerza de balas, con un saldo de m¨¢s de 360 muertos¡ª el r¨¦gimen orden¨® el asalto y confiscaci¨®n de la redacci¨®n de Confidencial y aument¨® el asedio contra su director y periodistas, obligados tambi¨¦n al exilio.
¡°Las sentencias de culpabilidad contra mi hermana Cristiana y mi hermano, Pedro Joaqu¨ªn, no son el resultado de un juicio, porque en Nicaragua no hay un Estado de Derecho, sino un Estado policial. Hubo una simulaci¨®n de juicio en la c¨¢rcel, donde se les fabrican delitos. Estas condenas no tienen ning¨²n valor jur¨ªdico, tienen un valor pol¨ªtico, que consiste en que Daniel Ortega est¨¢ confirmando que se rob¨® las elecciones del 7 de noviembre, porque no pod¨ªa aceptar la competencia pol¨ªtica en esa elecci¨®n. Ortega pretende legalizar esa eliminaci¨®n de la competencia electoral alegando que ha existido un juicio en el que se han probado delitos. Estamos en un momento de radicalizaci¨®n de una dictadura totalitaria, que pretende aferrarse en el poder a cualquier costo¡±, afirma Carlos Fernando Chamorro en entrevista desde su exilio en Costa Rica. ¡°Todos los presos pol¨ªticos de Nicaragua son inocentes, no han cometido ning¨²n delito. Lo ¨²nico que han hecho es reclamar elecciones libres, democracia, justicia. Aqu¨ª se ha criminalizado la libertad de prensa, la libertad de expresi¨®n y tambi¨¦n el derecho a elegir. Ortega est¨¢ lanz¨¢ndose hacia el vac¨ªo, porque lo que est¨¢ haciendo es agravar la crisis nacional¡±, ha agregado.
Para Ortega y sus leales, Carlos F. Chamorro es un ¡°traidor¡±. Chamorro apoy¨® la lucha clandestina de la guerrilla del Frente Sandinista contra la dictadura somocista. Tras el triunfo de la Revoluci¨®n Sandinista en 1979 ocup¨® cargos dentro de la nueva estructura del Estado, hasta ser nombrado director de Barricada, el diario oficial del Frente Sandinista. La familia Chamorro, entonces, qued¨® dividida. Pedro Joaqu¨ªn, el hermano mayor, dej¨® Nicaragua para apoyar la oposici¨®n armada que se formaba contra el sandinismo. Cristiana manten¨ªa una l¨ªnea cr¨ªtica contra el r¨¦gimen desde La Prensa, el diario de la oposici¨®n, mientras Claudia Chamorro apoyaba al Gobierno revolucionario. Claudia es la ¨²nica de los hermanos que no ha sido detenida por el r¨¦gimen. Amigos de la familia cuentan que Violeta Chamorro, la madre, era una suerte de ¨¢rbitro entre las diferencias pol¨ªticas familiares y que cuando invitaba a sus hijos a cenar en casa exig¨ªa que nos se hablara de pol¨ªtica. A Carlos Fernando Chamorro se le reprochaba haber apoyado al Gobierno sandinista, liderado por excombatientes guerrilleros convertidos en militares y que se convertir¨ªa en un r¨¦gimen que no permit¨ªa las libertades civiles y persegu¨ªa a las voces cr¨ªticas.
Chamorro se ver¨ªa obligado a hacer una autocr¨ªtica en los a?os noventa, tras el triunfo electoral de su madre, Violeta Chamorro. Ella se convirti¨® en una improbable candidata de la oposici¨®n para plantar cara a Daniel Ortega en las elecciones de 1990. Los sandinistas no imaginaron ni en la peor de sus pesadillas una derrota electoral, a pesar del hartazgo de la gente por la guerra y la escasez. Ortega se daba ba?os de masas en los que se presentaba seguro del triunfo, como ¡°el gallo ennavajado¡± ¡ªcomo dec¨ªa la canci¨®n de su campa?a¡ª que derrotar¨ªa pr¨¢cticamente sin esfuerzo a Violeta, quien hab¨ªa basado su candidatura con promesas del fin de la guerra y la reconciliaci¨®n de un pa¨ªs amargamente dividido. El susto vino la misma noche de la elecci¨®n, cuando el presidente del Tribunal Electoral, Mariano Fiallos, ley¨® los primeros resultados: el Frente Sandinista perd¨ªa frente a la candidata de la Uni¨®n Nacional Opositora (ONU). Con su madre en el poder, Carlos Fernando se convirti¨® desde Barricada en una fuerte oposici¨®n al Gobierno, pero el af¨¢n de Daniel Ortega de controlar el Frente Sandinista a toda costa hizo que muchas figuras del partido se distanciaran, entre ellos el escritor Sergio Ram¨ªrez y Chamorro. Ortega se guard¨® por muchos a?os esa ¡°traici¨®n¡±, que har¨ªa pagar a Carlos Fernando con la persecuci¨®n en su contra, cuyo resultado ha sido su exilio.
Un clan vinculado a la historia pol¨ªtica de Nicaragua
Es pr¨¢cticamente imposible contar la historia pol¨ªtica de Nicaragua sin mencionar a la familia Chamorro. El clan, forjado en las filas del conservadurismo, ha dado al pa¨ªs seis presidentes, entre ellos el considerado el primer presidente de la Nicaragua republicana, el general Jos¨¦ Chamorro P¨¦rez, y el tristemente c¨¦lebre Emiliano Chamorro, quien firm¨® en 1914 el llamado Tratado Bryan-Chamorro, con el que le conced¨ªa a Estados Unidos el derecho a perpetuidad para construir un canal interoce¨¢nico a trav¨¦s del pa¨ªs centroamericano. Ortega har¨ªa lo propio un siglo m¨¢s tarde, cuando en 2011 entreg¨® una concesi¨®n de 100 a?os a un oscuro empresario chino para la construcci¨®n de un canal en Nicaragua, un proyecto valorado en 50.000 millones de d¨®lares del que no se ha colocado una sola piedra. A Emiliano Chamorro tambi¨¦n se le recuerda por su inmensa ambici¨®n pol¨ªtica, por la que arrebat¨® el poder a trav¨¦s de un golpe de Estado perpetuado en 1926.
El personaje de este clan que tal vez es m¨¢s querido y respetado en Nicaragua es Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, el padre de Carlos Fernando, Cristiana y Pedro Joaqu¨ªn Chamorro Barrios. ?l fue el gran opositor de la dictadura somocista, quien desde las p¨¢ginas de La Prensa lanzaba feroces cr¨ªticas a la dictadura, que lo ten¨ªa como la voz m¨¢s inc¨®moda. Sus textos eran le¨ªdos con avidez y su programa de radio era sintonizado todas las tardes. ¡°La Prensa para Pedro era su vida. No por beneficio propio, sino para el beneficio del pueblo de Nicaragua¡±, dijo su esposa, Violeta. Por su valent¨ªa y beligerancia, Chamorro fue asesinado en 1978 por sicarios cuando conduc¨ªa su veh¨ªculo hacia la redacci¨®n del diario. Su asesinato conmocion¨® al pa¨ªs y sentenci¨® a la dictadura. Los funerales del periodista y opositor fueron apote¨®sicos y terminaron en una manifestaci¨®n que exig¨ªa la ca¨ªda del dictador, quien respondi¨® ordenando una dura represi¨®n. Pedro Joaqu¨ªn Chamorro es considerado un h¨¦roe nacional y es llamado m¨¢rtir de las libertades.
A pesar de la tr¨¢gica historia de Nicaragua, nadie pod¨ªa imaginarse que menos de medio siglo despu¨¦s, los Chamorro estar¨ªan nuevamente en el foco de los desmanes del poder. Y menos que el hombre al frente de la cacer¨ªa en su contra fuera un hombre que luch¨® para derrocar al somocismo. La historia vuelve a colocar entre sus protagonistas en esta nueva tragedia a la familia Chamorro, perseguidos por el ¡°delito¡± de defender la libertad de expresi¨®n, denunciar la corrupci¨®n y atreverse a aspirar a derrotar a Daniel Ortega a trav¨¦s de las urnas. Por ello han pagado con c¨¢rcel y exilio. ¡°En Nicaragua hay un Estado policial, un estado de miedo, de control, de vigilancia¡±, denuncia Carlos Fernando Chamorro, cuya voz, como en su momento fue la de su padre con Somoza, es la que m¨¢s incomoda al r¨¦gimen de Daniel Ortega.
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