El Frente Polisario se plantea denunciar a Espa?a por presuntos cr¨ªmenes durante la colonizaci¨®n del S¨¢hara
La organizaci¨®n estudia recurrir a la justicia para aclarar la desaparici¨®n de un l¨ªder saharaui y la matanza de Zemla en 1970
El rastro de Bassir Mohamed uld Haj Brahim, Basiri, se perdi¨® en la madrugada del 18 de junio de 1970. Las autoridades coloniales espa?olas se llevaron detenido ese d¨ªa al joven saharaui de 28 a?os en El Aai¨²n, la entonces capital del S¨¢hara Espa?ol. En la foto de su ficha policial, el fundador del Harakat Tahrir (Movimiento de Liberaci¨®n) ¡ªantecedente directo del Frente Polisario¡ª aparece apesadumbrado, con un n¨²mero, el B-2875, escrito con tiza en una tablilla que lleva en las manos. Nunca m¨¢s se ha sabido de ¨¦l. Casi 52 a?os despu¨¦s, el presidente de la Comisi¨®n Nacional Saharaui de Derechos Humanos, Abba Salek, confirm¨® a este diario el pasado d¨ªa 20 que el Frente Polisario se plantea presentar una denuncia ante los tribunales espa?oles para que estos diluciden la responsabilidad de Espa?a como potencia colonial en la desaparici¨®n de Basiri y en matanzas como la de Zemla, tambi¨¦n en 1970, en la que la Legi¨®n mat¨® a tiros a varios manifestantes en la capital saharaui.
En la sede del organismo de derechos humanos en Rabuni, capital de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, a 1.700 kil¨®metros al suroeste de Argel, el responsable saharaui puntualiza que las organizaciones de derechos humanos de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD)¡ªel Estado autoproclamado en 1976 por el Frente Polisario¡ª llevan ¡°un a?o¡± analizando esa posible causa. Salek desvincula su anuncio del apoyo del Gobierno espa?ol al plan de autonom¨ªa marroqu¨ª para el S¨¢hara, que se conoci¨® en marzo. Sin embargo, define el abandono de la tradicional neutralidad oficial de Espa?a en este conflicto como ¡°una traici¨®n¡± y formula el deseo de que la justicia espa?ola ¡°no d¨¦ un giro como el que ha tomado [el presidente, Pedro] S¨¢nchez¡±. El Frente Polisario rompi¨® sus relaciones con el Gobierno espa?ol el 10 de abril. ¡°Ha llegado la hora de abrir esos casos de derechos humanos¡±, prosigue el responsable saharaui.
Espa?a mantiene clasificados muchos de los documentos oficiales sobre su administraci¨®n del S¨¢hara, entre 1884 y 1976. Las circunstancias de hechos como los citados por Abba Salek siguen as¨ª ocultos en los arcanos de una potencia colonial que mostr¨® su peor cara en los estertores de su presencia en el territorio.
La matanza de la manifestaci¨®n en el barrio de Zemla, en El Aai¨²n, es una de esas p¨¢ginas oscuras del periodo postrero de la colonizaci¨®n espa?ola. Esa protesta, en la v¨ªspera del arresto de Basiri, fue precisamente lo que precipit¨® la detenci¨®n del l¨ªder saharaui. Aquel 17 de junio de 1970, su organizaci¨®n hab¨ªa logrado congregar para reclamar la independencia a miles de saharauis, que plantaron sus jaimas (tiendas de campa?a tradicionales) en ese barrio de la ciudad con el lema ¡°El S¨¢hara, para los saharauis¡±. La manifestaci¨®n, inicialmente pac¨ªfica y festiva, termin¨® de forma tr¨¢gica. Seg¨²n diversos historiadores, una compa?¨ªa de la Legi¨®n espa?ola, del Tercio Juan de Austria, mat¨® a tiros a un n¨²mero de saharauis que nunca se ha determinado oficialmente, pero que se cree oscila entre tres y 12.
Metou el Kaid Saleh sobrevivi¨® a esa matanza. En su casa del campamento de refugiados de Bojador, a unos 12 kil¨®metros de Rabuni, esta mujer saharaui, ahora de 79 a?os, a¨²n recuerda c¨®mo ¡°vio a la gente caer al suelo¡± cuando los militares espa?oles comenzaron a disparar. La anciana habla en hassan¨ªa, el dialecto saharaui del ¨¢rabe, pero, en su relato de lo que sucedi¨® ese d¨ªa, intercala una palabra en espa?ol: el ¡°tercio¡±; el tercio de la Legi¨®n. ¡°Cuando los espa?oles empezaron a disparar¡±, explica, los saharauis se defendieron ¡°con lo ¨²nico que ten¨ªan a mano: piedras. La gente empez¨® a apedrear a los espa?oles. Despu¨¦s supimos que algunas de las personas que hab¨ªamos visto desplomarse hab¨ªan muerto¡±.
Espa?oles del S¨¢hara
Si el anuncio del Polisario se hace realidad, la causa contra el Estado espa?ol podr¨ªa prosperar ante la justicia gracias a que los habitantes aut¨®ctonos de ese territorio ¡°ten¨ªan la consideraci¨®n de espa?oles¡±. As¨ª lo determin¨® un auto de 2015 de la Audiencia Nacional, por el que se proces¨® a 11 altos cargos marroqu¨ªes por genocidio contra el pueblo saharaui. En su exposici¨®n de los hechos, el magistrado Pablo Ruz detallaba c¨®mo los alrededor de 74.000 saharauis censados por Espa?a en 1974 antes de la invasi¨®n marroqu¨ª, ten¨ªan DNI, pasaporte y libro de familia. Eran espa?oles, y la justicia espa?ola tiene jurisdicci¨®n universal en los cr¨ªmenes contra todos los nacionales del pa¨ªs.
Otro auto del alto tribunal consider¨® en 2014 que, mientras no concluya la descolonizaci¨®n del S¨¢hara, Espa?a sigue teniendo responsabilidad sobre el territorio en su calidad de potencia administradora. Adem¨¢s, los delitos de genocidio, cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad no prescriben. In¨¦s Miranda, vicepresidenta de la Asociaci¨®n Internacional de Juristas por el S¨¢hara Occidental (IAJUWS, en sus siglas en ingl¨¦s), considera que hechos como la desaparici¨®n de Basiri o la matanza de Zemla ¡°deben ser investigados porque podr¨ªan enmarcarse dentro de ese tipo de delito¡±.
La responsabilidad que las organizaciones de derechos humanos de la di¨¢spora saharaui en Argelia atribuyen a Espa?a va m¨¢s all¨¢ de los posibles cr¨ªmenes cometidos por los colonizadores. El presidente de la Comisi¨®n Nacional Saharaui de Derechos Humanos defiende que el caso que el Polisario se plantea iniciar aspira tambi¨¦n a pedir cuentas al Estado espa?ol por no haber defendido a la poblaci¨®n, una vez que Rabat se anexion¨® el territorio, cuando Espa?a a¨²n no se hab¨ªa retirado del todo.
La invasi¨®n marroqu¨ª del S¨¢hara ni fue pac¨ªfica, como sostiene Rabat, ni comenz¨® con la Marcha Verde, integrada por 350.000 civiles, de los que una parte atraves¨® la frontera saharaui el 6 noviembre de 1975. Una semana antes, el 30 de octubre, 4.000 militares marroqu¨ªes hab¨ªan penetrado por el este de la colonia sin que Espa?a presentara oposici¨®n alguna. Entre esa fecha y el 28 de febrero de 1976 ¡ªcuando el teniente coronel Rafael Vald¨¦s arri¨® la ¨²ltima bandera rojigualda en El Aai¨²n¡ª ¡°Marruecos cometi¨® las peores atrocidades¡±, asegura Salek.
¡°En esos meses, tuvo lugar el bombardeo marroqu¨ª a civiles saharauis con napalm y f¨®sforo blanco en [la localidad de] Um Draiga [entre el 18 y el 23 de febrero de 1976]¡±, evoca el responsable saharaui en alusi¨®n a los ataques de la aviaci¨®n marroqu¨ª contra quienes huyeron en direcci¨®n a Argelia. Salek recuerda tambi¨¦n el descubrimiento de varias fosas comunes que datan de ese per¨ªodo final de la presencia espa?ola. En el auto por genocidio del juez Ruz se mencionan, entre otros, dos en Amgala, cerca de la ciudad de Smara, en los que aparecieron ocho cad¨¢veres. Abba Ali Said, que presenci¨® el crimen cuando ten¨ªa 10 a?os, relat¨® c¨®mo los soldados marroqu¨ªes ejecutaron a sangre fr¨ªa a estos saharauis entre el 12 y el 13 de febrero de 1976. Cuando los forenses espa?oles Francisco Echevarr¨ªa y Mart¨ªn Berist¨¢in exhumaron los cuerpos en 2013 hallaron en los bolsillos de algunos de ellos pesetas y sus carn¨¦s de identidad espa?oles.
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