Andrei Serbin Pont: ¡°Las Fuerzas Armadas de Am¨¦rica Latina no han sido capaces de explicar cu¨¢l es su funci¨®n y su relevancia¡±
El director del centro regional de investigaciones CRIES cree que los Ej¨¦rcitos de la regi¨®n enfrentan el desaf¨ªo de justificar su propia existencia sin inmiscuirse en otras ¨¢reas, como la seguridad interior
La relaci¨®n entre los militares de Am¨¦rica Latina y sus sociedades no est¨¢ definida hoy por la formaci¨®n que han tenido, dice Andrei Serbin Pont, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Econ¨®micas y Sociales (CRIES), sino por el marco legal en el que operan: ¡°En un extremo podemos ubicar aquellos pa¨ªses que hacen una demarcaci¨®n muy tajante entre lo que es la defensa nacional y la seguridad interior¡±. En el otro, aquellos donde las Fuerzas Armadas, creadas para aniquilar a un enemigo, est¨¢n involucradas tambi¨¦n en la seguridad de los ciudadanos.
¡°Un ejemplo radical del primero es Argentina: las Fuerzas Armadas no participan de ninguna manera ¡ªo no deber¨ªan¡ª, en instancias de seguridad interior, no pueden luchar contra el narcotr¨¢fico¡ solo pueden actuar contra amenazas externas estatales¡±. A lo sumo, explica Serbin Pont, pueden hacer tareas de apoyo: poner un radar en la frontera, por ejemplo, para que la Gendarmer¨ªa vea d¨®nde aterriza una avioneta con droga. Del otro lado hay pa¨ªses ¡°como Venezuela, como Colombia, donde esa diferenciaci¨®n pr¨¢cticamente no existe. O sea: la Polic¨ªa Nacional colombiana est¨¢ bajo el Ministerio de Defensa¡±. Y en Venezuela, a?ade, las Fuerzas Armadas abarcan a la Guardia Nacional, un cuerpo orientado ¡°sobre todo a la seguridad interior¡±.
Entre un extremo y otro est¨¢n los pa¨ªses con f¨®rmulas intermedias, y tambi¨¦n la biograf¨ªa de Andrei Serbin Pont, argentino-venezolano, analista internacional especializado en temas de pol¨ªtica exterior, defensa y seguridad. Serbin Pont, 35 a?os, naci¨® en Venezuela porque sus padres emigraron all¨ª durante la ¨²ltima dictadura militar en Argentina. Y se volvieron al pa¨ªs cuando Hugo Ch¨¢vez estaba en el poder. Formado en Humanidades y Pol¨ªticas P¨²blicas primero, en Relaciones Internacionales despu¨¦s, investigador aficionado a los aspectos t¨¦cnicos de las fuerzas militares, al director ejecutivo de CRIES le resulta fruct¨ªfero transitar ese terreno movedizo que se abre entre el pensamiento acad¨¦mico y la dimensi¨®n operativa de los problemas de seguridad.
Pregunta. Una de las cr¨ªticas m¨¢s fuertes hacia el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador es que ha dado cada vez m¨¢s poder a los militares. M¨¢s all¨¢ de la decisi¨®n de poner a la Guardia Nacional bajo mando militar, su Gobierno ha convertido al Ej¨¦rcito en la gran constructora de infraestructura de M¨¦xico, ha aumentado su participaci¨®n en ¨¢reas claves y su acceso a recursos. ?Cree que esto puede verse como una estrategia para garantizar la lealtad de las Fuerzas Armadas, tradicionalmente hostiles a la izquierda, de forma similar a lo que hizo el chavismo?
Respuesta. Creo que hay una cuesti¨®n m¨¢s te¨®rica sobre c¨®mo se percibe el rol de las Fuerzas Armadas, y una dimensi¨®n m¨¢s operativa, m¨¢s pragm¨¢tica. Cuando vos viv¨ªs en un pa¨ªs ¡ªlo digo por M¨¦xico o cualquier otro¡ª, donde uno de los principales desaf¨ªos del Gobierno es lidiar con la corrupci¨®n vinculada con cualquier pol¨ªtica p¨²blica que trate de implementar, te encontr¨¢s en las Fuerzas Armadas una estructura verticalista, con mecanismos de control preestablecidos, que en teor¨ªa te permiten monitorear de una forma por lo menos m¨¢s cercana qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando ah¨ª. Eso a veces puede ser una raz¨®n. Es decir: yo s¨¦ que si mando a los militares a construir 20 casas, ellos van a ir a construir 20 casas. No van a ser las casas m¨¢s lindas, tal vez despu¨¦s nos encontramos con otros problemas tambi¨¦n, pero s¨¦ que lo que yo diga que hagan lo van a hacer.
P. ?Y la dimensi¨®n ideol¨®gica?
R. M¨¢s all¨¢ de las diferencias que pueda haber entre lo que se considera la ideolog¨ªa generalizada de los oficiales de una Fuerza Armada y un Gobierno de turno, si el Gobierno que llega les ofrece las condiciones para tener un mayor protagonismo pol¨ªtico, algo que a futuro les puede permitir incidir sobre sus propios intereses, es una propuesta que van a aprovechar. El caso de Venezuela es un ejemplo perfecto. Durante toda la Guerra Fr¨ªa fue el ejemplo a seguir de la lucha contra el socialismo en Am¨¦rica Latina. Pele¨® contra las guerrillas cubanas, asisti¨® en Centroam¨¦rica, en el Caribe¡ Para Estados Unidos era la principal contraparte de Cuba en caso de un conflicto armado global. Y cay¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica y diez a?os despu¨¦s entraron de cabeza al chavismo. Entonces, si se dan las condiciones, esa barrera ideol¨®gica r¨¢pidamente se puede borrar, porque hay un inter¨¦s de lado y lado que puede ser muy pragm¨¢tico. Y esos son los riesgos que tenemos cuando se involucran las Fuerzas Armadas, no solo en seguridad interior, sino en cualquier otra parte del funcionamiento del Estado y de las funciones b¨¢sicas del Estado.
P. ?Es posible tener unas Fuerzas Armadas s¨®lidas en recursos humanos y armamento que sean d¨¦biles pol¨ªticamente? O, dicho de otra forma: ?Considera que se puede tener un Ej¨¦rcito poderoso que no sea un problema para la democracia?
R. Yo creo que s¨ª. Creo que los pa¨ªses europeos han mostrado que esto es posible. Vos pod¨¦s tener un instrumento militar competente y capaz. El problema es cuando les das el margen para tener incidencia m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica de defensa. El momento en que se les abre la puerta a la seguridad interior, a la asistencia social, al trabajo de infraestructura, les est¨¢s dando herramientas pol¨ªticas. De la misma manera en que, a ver, cuando un contratista del Estado gana un contrato de 1.500 millones de d¨®lares para construir autopistas, tambi¨¦n gana poder pol¨ªtico, ?no? Cuando al Ministerio de Desarrollo Social en un pa¨ªs le aumentan el presupuesto en 500, en 1.000 millones de d¨®lares, gana poder pol¨ªtico. Esto es aplicable a cualquier instancia del Estado. Entonces, cuando vos a las Fuerzas Armadas, fuera del ¨¢mbito de lo que compete en la defensa nacional, les das tareas y les das presupuesto y les das margen para hacer estas acciones, gener¨¢s condiciones peligrosas para que se involucren m¨¢s directamente en la pol¨ªtica.
P. Las tensiones del nuevo Gobierno de Colombia con los militares comenzaron desde antes que asumiera Gustavo Petro. El excomandante del Ej¨¦rcito, de hecho, renunci¨® despu¨¦s de las elecciones. ?A qu¨¦ desaf¨ªos cree que se enfrenta la nueva administraci¨®n para gestionar su relaci¨®n con unas fuerzas militares que han estado m¨¢s de 50 a?os en guerra, que se llevaban una gran porci¨®n del presupuesto y que deben responder ahora a un Gobierno muy distinto de los anteriores?
R. Primero hay una dificultad que va m¨¢s all¨¢ de Petro, pero que obviamente ¨¦l debe enfrentar y tal vez otro presidente no, y es que efectivamente en Colombia tenemos que hablar de un partido militar. Ten¨¦s las Fuerzas Armadas, que es una porci¨®n importante de la poblaci¨®n; la Polic¨ªa Nacional, otra porci¨®n importante, tambi¨¦n bajo el Ministerio de Defensa; ten¨¦s la familia militar colombiana y los cientos de miles que han cumplido servicio y que han combatido bajo las fuerzas colombianas. Es un porcentaje muy importante de la poblaci¨®n que puede llegar a compartir elementos de cohesi¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica. Es una de las dificultades en pa¨ªses que han tenido Fuerzas Armadas de ese tama?o en contextos tan polarizados, combativos y sobre todo violentos. Entonces, c¨®mo lidiar en ese entorno con cuestiones que se vienen debatiendo como, por ejemplo, que la Polic¨ªa Nacional en alg¨²n momento tiene que salir del Ministerio de Defensa. Y el Ministerio nunca va a querer asumir eso porque significa reducir su propio poder pol¨ªtico. Y una buena parte de la poblaci¨®n va a estar de acuerdo con esa posici¨®n. Entonces, un primer desaf¨ªo tiene que ver con que muchas de las decisiones dif¨ªciles en pol¨ªticas de defensa y de seguridad van a estar fuertemente condicionadas. Porque el sector que aglutina los intereses de aquellos asociados con el ¨¢mbito militar es muy grande y muy poderoso pol¨ªticamente.
P. Adem¨¢s del nuevo Gobierno, ?qu¨¦ riesgos ve en el rol mismo de las Fuerzas Armadas, que han tenido que adaptarse al proceso de paz?
R. Un riesgo que no digo que sea inminente, ni siquiera probable, pero creo que existe en el horizonte y hay que ser cuidadosos, es que todo este proceso de transici¨®n que vienen teniendo las Fuerzas Armadas en Colombia ¡ªtransici¨®n pensando en el posconflicto¡ª, ha estado muy orientado y muy dependiente de la amenaza en Venezuela. O sea, en restablecer las capacidades convencionales para lidiar con amenazas externas estatales: la Armada colombiana con nuevos buques, los nuevos aviones de combate para la Fuerza A¨¦rea, sistemas de defensa antia¨¦rea, todo eso. Con un restablecimiento de las relaciones entre los dos pa¨ªses, una baja de los niveles de conflictividad entre los dos juega en contra de los intereses de buena parte de los militares y del instrumento militar en Colombia. Ojo que no se den instancias en las cuales ellos mismos traten de refomentar la conflictividad en la situaci¨®n con Venezuela, porque es inter¨¦s de ellos que existan esas tensiones. O sea, es el vendedor de vidrios rompiendo una ventana¡
P. El a?o pasado, con el asesinato del presidente haitiano Jovnel M?ise, sali¨® tambi¨¦n a la luz esta idea de que Colombia era una f¨¢brica de mercenarios¡
R. Es que muchas veces nos enfocamos en las pol¨ªticas de desarme y de reintegraci¨®n, muy sobre el lado de los actores paraestatales que estaban movilizados. Y, si nosotros miramos el mapa un poquito m¨¢s para el norte, nos encontramos que hay un pa¨ªs muy cercano a Colombia que entiende muy bien lo que es la problem¨¢tica de desmovilizar a tanto personal militar. La reinserci¨®n del personal militar, aun si estuvieron conscriptos durante un par de a?os, es sumamente dificultosa. Sobre todo en sociedades con un historial tan profundo de violencia como Colombia. No lo digo solo por el lado de la f¨¢brica de mercenarios. Eso es parte del problema. Pero eso responde tanto a la amplia experiencia y el profesionalismo de las Fuerzas Armadas, como a que mucha gente no sabe qu¨¦ hacer cuando sale. Por eso la referencia a Estados Unidos. En Estados Unidos la gente sale de las Fuerzas Armadas y entran a ser contratistas. ?Por qu¨¦? Porque ni siquiera les han dado las herramientas necesarias para reinsertarse en la sociedad norteamericana. Son parte de los desaf¨ªos e incluso tratar de cuantificar es muy dif¨ªcil, porque toda persona que se moviliza no pasa por el mismo proceso, pero Colombia tiene que pensarlo en estos t¨¦rminos.
P. ?Qu¨¦ es lo que no han sabido cambiar las Fuerzas Armadas en el continente en las ¨²ltimas d¨¦cadas?
R. Bueno, a ver, creo que lo primero, lo m¨¢s importante, es que no han sido capaces de explicar cu¨¢l es su funci¨®n, cu¨¢l es su relevancia. Justificar su propia existencia, sobre todo en aquellos pa¨ªses que han tenido conflictividad. Entonces, a veces, lo han hecho por el lado de inmiscuirse en ¨¢reas que no deber¨ªan: justifico mi existencia siendo ¨²til para la seguridad interior, ?no? De la misma manera que necesitamos hacerle entender a la sociedad civil la importancia de las Fuerzas Armadas, los militares tienen que entenderlo y poder transmitirlo y comunicarlo. No digo que sea su funci¨®n principal, pero creo que ha sido algo que las Fuerzas Armadas en general no han visto, no han logrado resolver del todo.
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