El legado de claroscuros del primer papa alem¨¢n
La figura de Benedicto XVI como eminente te¨®logo y pont¨ªfice se ve ensombrecida en su pa¨ªs por el esc¨¢ndalo de los abusos sexuales mientras fue arzobispo en M¨²nich
La muerte de Benedicto XVI, el primer papa de habla alemana de la era moderna, ha generado en su pa¨ªs un alud de mensajes de condolencia y de reconocimiento a su figura como te¨®logo y responsable de dar forma a la Iglesia cat¨®lica de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero la comunidad cat¨®lica alemana, que en 2005 celebr¨® con entusiasmo la elecci¨®n del cardenal Joseph Ratzinger, tiene tambi¨¦n muy presente el esc¨¢ndalo de los abusos en el clero en el que se vio envuelto durante su papado y, personalmente, casi al final de su vida. Su papel en la mayor crisis que ha vivido la Iglesia cat¨®lica proyecta sombras sobre su legado.
Las portadas del sensacionalista Bild, el diario m¨¢s le¨ªdo de Alemania, sirven como met¨¢fora de ese paso del j¨²bilo a la decepci¨®n en un pa¨ªs con una poderosa Iglesia cat¨®lica que, aunque no deja de perder fieles, todav¨ªa tiene m¨¢s de 23 millones de miembros. ¡°Somos Papa¡±, titul¨® cuando se conoci¨® que Ratzinger ocupar¨ªa la silla de san Pedro, apropi¨¢ndose de su figura: ¡°Nuestro Joseph Ratzinger ser¨¢ Benedicto XVI¡±. Casi 17 a?os despu¨¦s, tras salir a la luz el esc¨¢ndalo de su presunto encubrimiento de abusos sexuales en la archidi¨®cesis de M¨²nich y Frisinga, el peri¨®dico tir¨® del octavo mandamiento para lanzarle un dardo: ¡°?No mentir¨¢s!¡±.
Nacido en 1927 en Marktl am Inn, en Baviera, en una familia muy religiosa, Joseph Ratzinger entr¨® en el seminario con 12 a?os en Traunstein, la localidad en la que entonces estaba destinado su padre, un alguacil contrario al nacionalsocialismo. Poco despu¨¦s ingres¨® en las juventudes hitlerianas, pero tal como recuerda su bi¨®grafo, Peter Seewald, en la monumental obra de m¨¢s de 1.100 p¨¢ginas que retrata la vida de Benedicto XVI, entonces era obligatorio y todos sus compa?eros pasaron por la Hitlerjugend. Del mismo modo que despu¨¦s, en 1943, todos los seminaristas fueron movilizados. ?l acab¨® destinado a una bater¨ªa antia¨¦rea, puesto del que huy¨® al a?o siguiente pese a que los desertores corr¨ªan el riesgo de ser fusilados.
Tras pasar unos meses en un campo de prisioneros lleg¨® a M¨²nich, donde complet¨® Teolog¨ªa y Filosof¨ªa. Cuando particip¨® en el concilio Vaticano II como asesor, en 1962, ya era un conocido profesor y uno de los te¨®logos m¨¢s influyentes de su generaci¨®n. Si ya entonces destac¨® por ser uno de los protagonistas de tan destacado acontecimiento con solo 35 a?os, en 1977 hizo historia de nuevo cuando el papa Pablo VI lo orden¨® arzobispo de M¨²nich y Frisinga y lo convirti¨®, a los 50, en el cardenal m¨¢s joven de la Iglesia cat¨®lica.
El siguiente papa, el polaco Juan Pablo II, le llev¨® a Roma en 1982 como prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, cargo que ocup¨® durante 23 a?os. Como autoridad suprema en cuestiones de dogma, resid¨ªa en el antiguo edificio de la Santa Inquisici¨®n. Durante su pontificado sigui¨® el curso conservador de su predecesor. Se resisti¨® a modernizar la Iglesia, lo que le granje¨® cr¨ªticas dentro y fuera de Alemania. Los tabloides ingleses le apodaban ¡°el rottweiler de Dios¡±, pero tambi¨¦n los medios alemanes le llamaban panzerkardinal, como se le conoc¨ªa en Roma (Panzer significa tanque). En 2005 eligi¨® el nombre de Benedicto XVI en homenaje a san Benedicto, impulsor de la vida mon¨¢stica, y a Benedicto XV, el papa que conden¨® la I Guerra Mundial como ¡°el suicidio de la Europa civilizada¡±.
Su pontificado ser¨¢ recordado porque fue el primer papa en m¨¢s de 800 a?os que renunci¨®, sin que hasta ahora se haya sabido con exactitud qu¨¦ le empuj¨® a tomar esa decisi¨®n. Su mandato de ocho a?os se vio ensombrecido por el caso Vatileaks y por el esc¨¢ndalo de los abusos sexuales en la Iglesia cat¨®lica, que en Alemania estall¨® en 2010. Ese a?o Benedicto XVI fue el primer pont¨ªfice que se reuni¨® con v¨ªctimas de abuso. As¨ª lo recuerda el que fue su secretario personal en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, el tambi¨¦n arzobispo alem¨¢n Georg G?nswein, en un obituario publicado el s¨¢bado: ¡°El Papa escuch¨® en silencio y consol¨® los corazones atribulados de los afectados. Su mera presencia y sus l¨¢grimas, que no pudo reprimir, val¨ªan m¨¢s que las palabras¡±.
En 2022, cuando llevaba casi 10 a?os retirado de la vida p¨²blica y recluido en el convento Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, estall¨® el ¨²ltimo esc¨¢ndalo, que esta vez ten¨ªa que ver con su propio manejo de los casos de abusos durante su ¨¦poca como arzobispo de M¨²nich y Frisinga, entre 1977 y 1982. Un demoledor informe encargado por el Arzobispado de M¨²nich a un bufete de abogados le acus¨® de encubrir o de no haber actuado en cuatro casos de los 497 documentados entre 1945 y 2019. El m¨¢s destacado es el de Peter H., un sacerdote trasladado a M¨²nich tras haber cometido abusos en su di¨®cesis de Essen (oeste de Alemania). Benedicto XVI aleg¨® en un primer momento no haber participado en la reuni¨®n en la que se trat¨® el caso, pero despu¨¦s rectific¨® y atribuy¨® su primera declaraci¨®n a ¡°un error de transcripci¨®n¡±.
El propio presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg B?tzing, le anim¨® a pedir perd¨®n y a reconocer el encubrimiento. Lo primero s¨ª lo hizo, en una carta abierta en febrero pasado en la que pidi¨® perd¨®n a las v¨ªctimas subrayando la ¡°profunda verg¨¹enza¡± y el ¡°profundo dolor¡± que sent¨ªa. Tambi¨¦n mostr¨® estar dolido porque se le tildara de ¡°mentiroso¡±. Siempre neg¨® categ¨®ricamente las acusaciones de inacci¨®n, y en el caso de Peter H. defendi¨® que desconoc¨ªa que hubiera cometido abusos en su parroquia.
Als ?deutscher¡° #Papst war #BenediktXVI. f¨¹r viele nicht nur hierzulande ein besonderer Kirchenf¨¹hrer. Die Welt verliert eine pr?gende Figur der katholischen Kirche, eine streitbare Pers?nlichkeit und einen klugen Theologen. Meine Gedanken sind bei Papst Franziskus.
— Bundeskanzler Olaf Scholz (@Bundeskanzler) December 31, 2022
Los mandatarios alemanes ensalzaron la labor de Benedicto XVI, ¡°el papa alem¨¢n¡±, sin pasar por alto lo pol¨¦mico de su figura. El canciller, Olaf Scholz, dijo en una breve nota de condolencia el s¨¢bado que la noticia le llenaba de gran tristeza. El mundo, dijo, ha perdido ¡°a una figura formativa de la Iglesia cat¨®lica, una personalidad controvertida y un te¨®logo inteligente¡±. Angela Merkel, que fue canciller durante su pontificado y se reuni¨® con ¨¦l tanto en Roma como en Alemania, se?al¨® que ¡°la Iglesia cat¨®lica, Alemania y el mundo han perdido a uno de los pensadores religiosos m¨¢s controvertidos e importantes de este tiempo¡±. En uno de sus obituarios, el Frankfurter Allgemeine tambi¨¦n alude as¨ª a ¨¦l: ¡°El te¨®logo controvertido¡±.
B?tzing se refiri¨® el s¨¢bado a Benedicto XVI como ¡°impresionante te¨®logo¡± y ¡°pastor experimentado¡± y lament¨® ¡°la p¨¦rdida de una personalidad que dio esperanza y direcci¨®n a la Iglesia, incluso en tiempos dif¨ªciles¡±. Pero en su eleg¨ªa tambi¨¦n se hizo eco de la mancha de una brillante carrera en la Iglesia: ¡°Pidi¨® perd¨®n a los afectados, pero quedaron preguntas sin respuesta¡±.
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