El sindicato m¨¢s poderoso de T¨²nez desaf¨ªa al presidente Said con una protesta masiva contra la represi¨®n
Miles de manifestantes marchan en la capital tunecina tras la ola de detenciones de opositores y la campa?a de discriminaci¨®n a los migrantes subsaharianos
El presidente Kaid Said, que gobierna en T¨²nez por decreto tras haber disuelto el Parlamento en 2021, ha conducido al pa¨ªs magreb¨ª a su crisis m¨¢s grave desde el estallido que hace 11 a?os desencaden¨® la Primavera ?rabe. Miles de manifestantes han desfilado este s¨¢bado por el centro de la capital tunecina esgrimiendo barras de pan al grito de ¡°libertad¡±. La marcha, convocada por la poderosa Uni¨®n General Tunecina del Trabajo (UGTT), central sindical que cuenta con m¨¢s de un mill¨®n de afiliados en un pa¨ªs con cerca de 12 millones de habitantes, representa el primer desaf¨ªo frontal al poder del presidente Said despu¨¦s de la ola de represi¨®n y acoso a los inmigrantes subsaharianos desencadenada en el ¨²ltimo mes. ¡°Necesitamos un discurso [pol¨ªtico] que una y no que divida al pa¨ªs¡±, advirti¨® el secretario general de la UGTT, Nured¨ªn Tabubi, informa la agencia Efe.
El l¨ªder sindical se refiri¨® a la detenci¨®n de una veintena opositores, en una oleada de represi¨®n que ha devuelto a T¨²nez amargos recuerdos de la era de represi¨®n del dictador Zin el Abid¨ªn Ben Ali, depuesto en enero de 2011 por una revuelta popular en la que tuvo un papel destacado el sindicato UGTT. Dirigentes pol¨ªticos de distintas corrientes (??incluidos los del islamista Enhada, el mayor del disuelto Parlamento), ?un exministro, un ex fiscal general, un l¨ªder sindical y el editor de la principal emisora de radio figuran entre los arrestados.
Las redadas en cadena se ha producido despu¨¦s de que nueve de cada diez electores hayan dado la espalda a las urnas en las elecciones legislativas convocadas en diciembre y enero por el presidente. El mandatario confiaba en plebiscitar su modelo autocr¨¢tico de gobernar para concentrar el poder en sus manos. Said, un profesor de Derecho Constitucional de 65 a?os, gobierna desde hace cerca de dos con ampl¨ªsimas prerrogativas. Hab¨ªa llegado al poder en 2019, en medio de una crisis econ¨®mica que ha dejado semivac¨ªos los estantes de tiendas y supermercados, donde resulta dif¨ªcil encontrar productos b¨¢sicos como az¨²car, leche, caf¨¦ o aceite, en su mayor¨ªa subsidiados por una administraci¨®n en bancarrota. La central sindical tunecina aval¨®, inicialmente, el autogolpe presidencial de 2021, con la esperanza de que pudiera hacer frente a la bancarrota derivada de la pandemia.
¡°Vamos a defender las libertades, cueste lo que cueste. No tememos las detenciones ni la c¨¢rcel¡±, proclam¨® Tabubi, citado por Reuters. Mientras los convocantes de la marcha concentraban sus mensajes en la defensa de los derechos sindicales y frente a la carest¨ªa de la vida, los manifestantes clamaban al un¨ªsono contra ¡°el Gobierno de un solo hombre¡± en T¨²nez. La UGTT denunci¨®, adem¨¢s, la prohibici¨®n de la entrada al pa¨ªs de una delegaci¨®n de la Confederaci¨®n Sindical Internacional, en la que participaba el dirigente de la UGT espa?ola Marco P¨¦rez Molina. Hace dos semanas, tambi¨¦n fue expulsada la secretaria general de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, Esther Lynch.
Pulso sindical y de la oposici¨®n
El pulso a Said lanzado por la central hegem¨®nica UGTT amenaza con prolongarse este domingo desde el Frente de Salvaci¨®n Nacional, principal coalici¨®n de la oposici¨®n, que ha ratificado la convocatoria de otra manifestaci¨®n a pesar de haber sido prohibida por las autoridades. El presidente acusa a cr¨ªticos y opositores de haber traicionado al pa¨ªs, y alega que orden¨® a la disoluci¨®n del Parlamento para salvar a T¨²nez del caos.
Como argument¨® recientemente a este peri¨®dico el analista Haythem el Makki, no se ven alternativas claras para una salida de la crisis. ¡°El presidente se aferra a su sill¨®n y no va a cambiar una pol¨ªtica que est¨¢ conduciendo al pa¨ªs hacia el abismo, pero tampoco hay fuerzas pol¨ªticas que puedan hacerle sombra¡±, precisaba d¨ªas antes del desaf¨ªo lanzado por la central sindical. El Makki, conductor del programa pol¨ªtico estrella de Radio Mosa?que, la de mayor audiencia en T¨²nez y cuyo director ejecutivo ha sido detenido en las recientes redadas, consider¨® que Said ha logrado hasta ahora silenciar a la disidencia, tras el fiasco de las legislativas, gracias a su popularidad: con cerca del 50% de intenci¨®n de voto en los sondeos.
¡°Nos tratan como si hubi¨¦ramos cometido un crimen por haber presentado una iniciativa de cambio pac¨ªfico y democr¨¢tico junto con otras organizaciones¡±, enfatiz¨® el l¨ªder la UGTT durante la marcha de protesta para defender la v¨ªa del di¨¢logo para sacar al pa¨ªs de las crisis pol¨ªtica y econ¨®mica, seg¨²n informa France Presse. Tabubi tambi¨¦n defendi¨® los derechos de los migrantes subsaharianos en plena campa?a de acoso policial desencadenada tras unas declaraciones de tinte xen¨®fobo de Said.
¡°Existe un plan criminal dise?ado desde principios de siglo dirigido a alterar la composici¨®n demogr¨¢fica de T¨²nez para transformarlo en un simple pa¨ªs africano sin vinculaci¨®n con el mundo ¨¢rabe e isl¨¢mico¡±, advirti¨® el presidente a finales de febrero ante el Consejo de Seguridad Nacional. Desde entonces, varios Estados de ?frica Occidental han organizado la repatriaci¨®n desde el pa¨ªs magreb¨ª de cientos de sus ciudadanos que han perdido su trabajo y su alojamiento por carecer de documentos. Tal es el caso de Guinea-Conakry o Costa de Marfil.
Atrapados en un pa¨ªs de tr¨¢nsito en su ¨¦xodo hacia Europa, apenas 21.000 subsaharianos sin papeles (un 0,2% de la poblaci¨®n) malviven entre los tunecinos, de los que uno de cada diez son de raza negra. Para facilitar su salida, el Gobierno de T¨²nez les ha exonerado del pago de multas, por valor de m¨¢s de mil euros, impuestas por haber superado el l¨ªmite de permanencia en el pa¨ªs sin permiso de trabajo.
En medio de la bancarrota y de la creciente inestabilidad, Said se ha visto obligado a negociar un plan de rescate por importe de 1.900 millones de d¨®lares (1.780 millones de euros) con el Fondo Monetario Internacional, cuya aprobaci¨®n sigue en suspenso desde hace m¨¢s de dos meses. La ¨²nica democracia surgida de las revueltas de la Primavera ?rabe agoniza bajo un r¨¦gimen ultrapresidencialista.
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