Los manifestantes ante la Asamblea Nacional francesa: ¡°Es la gota que colma el vaso¡±
Centenares de personas rechazan junto al Parlamento la aprobaci¨®n por decreto de la reforma de las pensiones
¡°Es la gota que colma el vaso¡±, exclama Corentin, un profesor de historia y geograf¨ªa de 28 a?os que prefiere no dar su apellido. Tras enterarse de que la reforma de las pensiones del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, se iba a imponer por decreto, acudi¨® a manifestarse a la plaza de la Concordia de Par¨ªs. A unos metros de la Asamblea Nacional, la C¨¢mara baja del Parlamento, cientos de personas se han congregado despu¨¦s de que el Gobierno anunciara la aplicaci¨®n del art¨ªculo 49.3 de la Constituci¨®n, que permite adoptar una ley sin pasar por el voto de los diputados.
¡°Si usaron el 49.3 significa que ni los diputados de la Asamblea la quer¨ªan¡±, agrega Corentin, en referencia a la impopular reforma de las pensiones, que elevar¨¢ de 62 a 64 a?os la edad de jubilaci¨®n. ¡°Es un instrumento antidemocr¨¢tico¡±, insiste. A su lado, Charlotte Roussel, una estudiante de 24 a?os, coincide. Ambos llevan semanas manifest¨¢ndose contra el proyecto del Ejecutivo. ¡°Esperamos que ahora, la gente se levante a¨²n m¨¢s¡±, declara.
El pol¨¦mico uso del decreto ha estado en boca de todos durante la protesta, a la que han acudido muchos j¨®venes y estudiantes. Frente a un importante cord¨®n policial que imped¨ªa cruzar el puente para acercarse a la Asamblea, un grupo coreaba: ¡°?Y la Asamblea de qui¨¦n es? ?Es nuestra!¡±. A la salida del metro, algunos agentes de seguridad revisaban una por una las mochilas de las personas que iban llegando.
Entre los manifestantes estaba tambi¨¦n Alexandra Levard, una estudiante de arquitectura de 26 a?os. ¡°Pasan leyes contra la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa. No nos escuchan, pese a las grandes manifestaciones que ha habido¡±, ha lamentado. A sus espaldas, una camioneta del sindicato SUD anunciaba por altavoces que la pr¨®xima manifestaci¨®n tendr¨ªa lugar el 25 de marzo. ¡°Macron fue elegido como barrera contra la extrema derecha. Deber¨ªa de ser m¨¢s humilde¡±, ha a?adido la universitaria.
El dirigente centrista se impuso a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen en la segunda vuelta de las ¨²ltimas elecciones presidenciales, celebradas en abril. Pero dos meses despu¨¦s, perdi¨® la mayor¨ªa absoluta con la que contaba durante su primer mandato, aunque sus diputados forman el mayor bloque en el hemiciclo. Desde entonces, se ha visto obligado a negociar texto por texto cada ley que quiere sacar adelante.
La reforma de las pensiones, su proyecto estrella, no ha logrado recabar los suficientes apoyos este jueves, por lo que ha decido optar por la v¨ªa expr¨¦s para aprobarla. Una decisi¨®n arriesgada, que amenaza con dar un nuevo impulso a las multitudinarias manifestaciones y huelgas que sacuden el pa¨ªs desde hace m¨¢s de dos meses. Seg¨²n los sondeos, dos de cada tres franceses se oponen al proyecto, que tambi¨¦n acelera la exigencia de cotizar durante 43 a?os para cobrar una pensi¨®n completa.
A estas cifras se refiri¨® Christine Robieux, de 45 a?os. En su cartel, se pod¨ªa leer el dato de que un 68% de los franceses se opone al plan del Ejecutivo. ¡°No toman en cuenta nuestra opini¨®n. El Gobierno hace abstracci¨®n de la opini¨®n de los diputados y de la poblaci¨®n¡±, critic¨®. ¡°Queremos una sociedad que no solo sea dirigida por intereses financieros, sino por el bienestar de las personas, y eso pasa por tener m¨¢s tiempo libre¡±, opin¨®.
Entre la multitud sobresal¨ªa un peque?o grupo, que iba vestido con chalecos amarillos llenos de fechas escritas en negro. ¡°Son las fechas de todas las manifestaciones a las que hemos acudido desde 2018¡å, explica Jean-Claude Gosset, un jubilado de 63 a?os. Es parte de los chalecos amarillos, un movimiento que sacudi¨® la pol¨ªtica francesa durante el primer quinquenio de Macron y que naci¨® despu¨¦s de que el Ejecutivo anunciara una subida de los precios del carburante.
¡°La reforma de las pensiones es el denominador com¨²n de todos los problemas¡±, se?ala. Como ejemplo, cita la actual inflaci¨®n, pero tambi¨¦n el ¡°sistema¡±, que necesita cambiar para que las personas ¡°sean m¨¢s escuchadas¡±. En la primera vuelta de las elecciones, vot¨® al candidato izquierdista de La Francia Insumisa, Jean-Luc M¨¦lenchon. Pero en la segunda, precisa, no vot¨® a nadie. No se sent¨ªa representado. No quer¨ªa elegir entre Macron y Le Pen.
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